Primera actriz mexicana revela que perdió un pezón por culpa de un mal médico

Lucila Mariscal quiso solucionar un problema de salud que terminó en una pesadilla y ahora cuenta su experiencia.

Lo que parecía ser una cirugía estética por motivos de salud para Lucila Mariscal, se convirtió en una pesadilla. Todo ocurrió cuando la actriz, quien entonces tenía 56 años, decidió hacerse una liposucción para reducirse el tamaño de los senos; ante ello acudió con un supuesto especialista que le recomendó una colega, de quien no quiso revelar su identidad y ahora “me hace falta un pezón. “La culpable fui yo, no puedo culpar a nadie”, advirtió Mariscal en entrevista con Matilde Obregón (YouTube).

“Era un señor que, para empezar, no era cirujano plástico, me parece que era odontólogo, otra cosa, nada que ver. Sabía algo de masajes faciales y cosas así. Pero me lo súper recomendó una actriz, que todavía vive”, relató. “Me hizo lo que se le pegó la gana, el desgraciado este. Nada más quería eso [reducción de busto]. Pero cuando me tuvo en el quirófano, que fueron diez horas y media, anestesiada, me hizo lo que quiso; según él reducción del vientre, la liposucción que se usa, reducción de mamas y ay”.

Esa mala intervención quirúrgica tuvo importantes consecuencias para la intérprete de Doña Lencha. “No podía despertar de la anestesia y me estaba muriendo”, confesó.

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“Posteriormente, se me infectó todo el cuerpo, me estaba poniendo azul”, continuó. WMe estaba echando a perder por dentro y estuve en manos de varios médicos. Televisa me puso en manos de un médico que me quitó el pezón y me sacó lo malo. Estaba haciendo la telenovela Vivo por Elena; a la hora de la comida iba a que me dieran eso, debridación se llama”.

Lucía Mariscal confiesa que tuvo trabajar en recuperar su autoestima y , a sus 81 años, vive tranquila con su condición. “Empecé a entrar en conformidad con lo que tenía y lo que era”, mencionó.