La temporada 33 del programa Dancing with the stars trajo sorpresas para los espectadores. Entre las nuevas concursantes está Anna Delvey, una joven que se dio a conocer a nivel internacional por una serie biográfica de la plataforma de streaming Netflix (Inventing Anna), en la que se relató parte de su vida, y lo que la llevó a tener prisión domiciliaria y ahora participar en el concurso de baile entre celebridades con una tobillera electrónica.

Delvey, cuyo verdadero nombre es Anna Sorokin, fingió ser una rica heredera alemana para establecerse en la escena social de Nueva York. De acuerdo con Glamour, la mujer, de ahora 33 años, nació cerca de Moscú, en Rusia, el 23 de enero de 1991. Se mudó a Alemania en 2007 y en 2011 se fue a vivir a Londres para asistir a la universidad. Poco tiempo después se mudó a París para comenzar una pasantía en una revista de moda Purple.

De qué se acusa a Anna Delvey

De acuerdo con NBC, Delvey fue condenada por un jurado en 2019 por ocho cargos de robo: un cargo de intento de hurto mayor, tres cargos de hurto mayor y cuatro cargos de robo de servicios. Fue absuelta de dos acusaciones, incluida el de intento de robar más de un millón de dólares de un banco. “Apodada la ‘falsa heredera’, los fiscales la acusaron de estafar a amigos, desconocidos y empresas, fingiendo que iba a heredar una megafortuna”, señala el medio.

La mujer fue condenada a entre cuatro y doce años de prisión y se le ordenó pagar una multa de 24.000 dólares y una indemnización de unos 200 mil dólares. Finalmente, cumplió poco menos de cuatro años en la cárcel de Rikers Island, en Nueva York. En 2021 se autorizó su liberación anticipada, y se suponía que debía regresar de inmediato a Alemania, pero en lugar de eso se quedó.

Diversos medios han dado a conocer que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) la detuvo bajo sospecha de que había excedido su visa. Desde entonces, Delvey ha sido puesta en detención domiciliaria y debe usar una tobillera electrónica con seguimiento GPS mientras permanece en un proceso de deportación de EE.UU.

“Delvey tiene el dudoso honor de ser la única concursante de esta temporada que tuvo que obtener permiso del gobierno federal antes de poder viajar a Los Ángeles para grabar el programa. Las condiciones actuales de su fianza la restringen a viajar a menos de 112 kilómetros de su residencia”, indica el medio citado.

Inventing Anna, la polémica participante de Dancing with the stars

La ‘falsa heredera’ tuvo como compañero de baile en el reality al actor y bailarín Ezra Sosa, quien la ha defendido frente a las críticas. “De cara al próximo día de espectáculo, solo quiero darle un poco más de amor a mi increíble compañera de esta semana. Ha estado trabajando mucho, especialmente con toda la adversidad que enfrenta”, escribió Sosa en sus redes sociales, para acompañar una foto con ella.

“Sé que no es fácil presentarse frente a Estados Unidos todas las semanas, pero ella realmente está dando lo mejor de sí y dando todo en los ensayos. Nunca la había visto trabajar tan duro antes y estoy muy orgullosa del progreso que ya ha logrado. ¡No puedo esperar a que todos ustedes también vean esto el próximo martes!”, continuó.

En su primera presentación, Delvey bailó al ritmo de la canción “Espresso” de Sabrina Carpenter, y lució su monitor de tobillo con adornos brillantes a juego con su atuendo. En la página oficial de Dancing with the stars, la biografía de la ‘falsa heredera” señala: “es una artista, ícono de la moda e infame socialité de la ciudad de Nueva York que ganó atención internacional después de que Netflix comprara los derechos de su historia”.

Agregan que mientras algunos la ven como una astuta estafadora, y otros la ven como una emprendedora carismática y ambiciosa, “su historia continúa cautivando la imaginación del público”.