Acusan a Maria Ressa de ciberdifamación por compartir pantallazo de artículo

Manila, 4 dic (EFE).- La periodista filipina Maria Ressa ha sido acusada por segunda vez de ciberdifamación por compartir en un tuit un pantallazo de un artículo supuestamente difamatorio hacia el empresario Wilfredo Keng, a raíz de una demanda presentada por éste el pasado febrero.

Ressa, de 57 años, ya fue declarada culpable el pasado junio de ciberdifamación por un artículo publicado en 2012 en el portal Rappler -medio que dirige- sobre corrupción en la judicatura filipina en el que se mencionaban las actividades ilícitas de Wilfredo Keng y su supuesta implicación en un caso de homicidio.

La reputada periodista -elegida persona del año por la revista Time en 2018- se enfrenta a entre seis meses y seis años de prisión por esa condena, que se encuentra en proceso de apelación.

A raíz de la primera demanda por ciberdifamación interpuesta por Keng en 2017 contra Ressa y el periodista Reynaldo Santos -autor del reportaje-, la directora de Rappler compartió en febrero de 2019 en su cuenta de twitter un pantallazo de un artículo de 2002 del periódico Philstar en el que también se mencionaba la implicación de Keng en un asesinato.

El mismo día en que Ressa compartió el pantallazo, el Philstar eliminó de su web ese artículo ante las amenazas de Keng de emprender acciones legales, pero la directora de Rappler se negó a eliminar su tuit.

"Es territorio inexplorado para la joven ley filipina contra los cibercrímenes", indicó hoy Rappler en un editorial explicando este nuevo caso contra su directora, que hoy acudió al tribunal a pedir la desestimación de la acusación de ciberdifamación, presentada formalmente el pasado 23 de noviembre.

Al aceptar la nueva demanda interpuesta por Keng en febrero de este año y acusar formalmente a Ressa, el tribunal de primera instancia de Makati (distrito de Manila) argumenta que al tuitear capturas de pantalla no se limita a compartir, sino que constituye un acto malicioso y difamatorio hacia el protagonista del artículo.

"Estamos alarmados por esta escalada de amenazas contra Maria Ressa y pedimos al régimen de Duterte que cese sus ataques legales infundados contra ella y Rappler en un intento de silenciar sus informaciones de interés público", lamentó en un comunicado #HoldTheLine, una coalición de organizaciones nacionales e internacionales que apoyan a Ressa.

Numerosas organizaciones de derechos humanos y defensoras de la libertad de prensa han denunciado que Ressa es víctima de acoso judicial orquestado desde el gobierno de Rodrigo Duterte, quien no ha ocultado su animadversión hacia el medio que dirige.

Ressa tiene otros ocho casos criminales pendientes relacionados con evasión de impuestos y la ley de propiedad de medios filipinos, causas que ella también achaca a una "persecución política" por el periodismo crítico de Rappler con la gestión de Duterte y por exponer los abusos de la guerra contra las drogas.

La condena por ciberdifamación de Ressa y Santos el pasado junio fue muy cuestionada por expertos legales, ya que el delito de difamación prescribe después de un año y la demanda de Keng se produjo cinco años después de la publicación del reportaje.

Para admitir a trámite la demanda, el Departamento de Justicia se basó en una reciente ley que alarga hasta los 12 años el tiempo de prescripción de los delitos cibernéticos, pero que se aplicó de forma retroactiva, pues fue aprobada después de la publicación del reportaje.

La fiscalía se apoyó en un error tipográfico que se corrigió en 2014, para alegar la "republicación" del reportaje y eludir el escollo de la retroactividad, prohibida por ley.

Aunque Keng alega no tener ninguna relación con el entorno de Duterte, su hija Patricia fue nombrada en 2019 por el mandatario directora de la Comisión Filipina de Mujeres, una organización gubernamenta, lo que ha levantado sospechas sobre una confabulación con el gobierno para atacar a Ressa. EFE

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