Adam Driver desvela que fue padre por segunda vez hace ocho meses

Adam Driver y su mujer Joanne Tucker credit:Bang Showbiz
Adam Driver y su mujer Joanne Tucker credit:Bang Showbiz

Adam Driver lleva varias semanas promocionando por todo el mundo su nueva película, 'Ferrari', en la que comparte protagonismo con Penélope Cruz. Tras asistir a varios eventos de alfombra roja y conceder entrevistas en televisión, el actor ha terminado por bajar la guardia y romper el tradicional hermetismo que envuelve su vida privada. De hecho, el artista ha revelado este miércoles que, el pasado mes de abril, dio la bienvenida a su segundo retoño junto a su esposa Joanne Tucker.

El intérprete californiano ha tenido una niña que se suma así a la familia inaugurada por su primogénito, hace ya seis años. Fiel a su carácter reservado, Driver no ha dado a conocer el nombre de ninguno de los dos, y no se espera que lo haga en el futuro. Eso sí, a su paso por el programa 'Live with Kelly and Mark', el que fuera actor de la saga 'Star Wars' se ha sincerado sobre el estrés que le provocan los niños de tan corta edad.

"También tengo un hijo mayor, de seis años. Ella tiene ocho meses ya, y la verdad es que se me había olvidado lo horrible que puede llegar a ser un bebé", ha bromeado en su entrevista para contrarrestar el entusiasmo expresado por la presentadora Kelly Ripa, quien quiso saber si el actor consideraba la llegada de su pequeña como un "regalo navideño".

Esa aparente falta de delicadeza podría explicarse con el déficit de sueño que arrastra Driver desde que se convirtió en padre por segunda vez. Aunque no ha dormido mucho en todo este tiempo, lo cierto es que el astro de Hollywood trata de vivir el presente y saborear cada momento que le brinda esta nueva experiencia, lo que contrasta con la preocupación e incluso la "ansiedad" que le invadieron en su primera toma de contacto con la paternidad.

El actor se ha liberado casi por completo de esa presión que él mismo se imponía en los primeros años de crianza y educación de su hijo mayor. "La primera vez, todo pasaba demasiado rápido y me provocaba ansiedad. Quería acelerar su desarrollo para que se pudiera comunicar y decirme qué estaba haciendo mal. Con ella soy más paciente y trato de disfrutarlo más", ha admitido. Puede que ese sea el motivo de que su niña le esté mostrando más afecto que el que le dirigía su primogénito en sus primeros meses de vida. "Parece que le gusto más. Mi hijo no quería saber nada de mí durante los primeros tres años", ha asegurado.