La adicción de Robin Williams a la cocaína y los crudos testimonios de sus amigos

Los amigos de Robin Williams hablan en un documental de las adicción a la cocaína del actor
Los amigos de Robin Williams hablan en un documental de las adicción a la cocaína del actor

En las últimas horas, los amigos de Robin Williams recordaron los comportamientos erráticos que tenía el fallecido actor debido a su adicción a la cocaína. El recordado actor, que se suicidó en agosto de 2014 a los 63 años, luchó contra el abuso de sustancias cuando comenzaba su carrera a finales de los 70 y principios de los 80 .

Estas declaraciones se dan en el medio de la segunda temporada de Dark Side of Comedy, de Vice TV, en donde se analiza con una lupa la vida del actor a través de testimonios de personas muy cercanas, entre ellos sus principales amigos, que compartieron anécdotas de la lucha del actor de Mork & Mindy contra las drogas.

Según su viejo amigo, el cómico Allan Stephan, Williams no era capaz de subirse a un escenario sin aspirar cocaína . Al rememorar una conversación en particular con el difunto actor, Stephan aseguró: “Me dijo: ‘¿Conocés a alguien con algo de nieve? Tengo que seguir y no puedo seguir sin nieve’. Me senté y le dije: ‘Voy a ayudarte’. Me dijo: ‘¿Tenés nieve encima?’. Le respondí: ‘No, ¿estás loco? Sos Robin Williams’”.

Su amigo Mike Binder, también comediante y cineasta, compartió una historia similar. “ Una noche fuimos a un lugar llamado Flippers Discotheque, en Hollywood y me tomé como un gramo de cocaína ”, recordó. Al enterarse de que había cocaína dando vueltas en el lugar, Mike recordó cómo Williams había dicho ‘dejame agarrar eso’ y ‘¿te importa si lo meto en el baño?’”, afirmó. “Cuando volvió, el paquete estaba vacío”, contó Binder. “ Eran las 8.15 de la noche y yo le dije: “Robin, ¿te tomaste todo?”, a lo que me respondió: ‘Fue un accidente, lo siento’. Con las drogas era un monstruo ”, añadió el comediante.

Robin Williams con su esposa Marsha y su hijo Zack, en Los Ángeles, el 22 de agosto de 2002
Robin Williams con su esposa Marsha y su hijo Zack, en Los Ángeles, el 22 de agosto de 2002

Los problemas de Williams con las drogas y el alcohol surgieron por primera vez cuando protagonizaba Mork & Mindy. El director Howard Storm detalló el consumo de cocaína de Williams en la biografía Robin, del cronista de New York Times Dave Itzkoff, revelando que se presentaba en el set de grabación “hecho polvo”.

“ No había dormido en toda la noche. Aspiraba coca y, si aspirás coca, para bajar de peso bebés alcohol. Estaba afuera toda la noche y se intentaba levantar a todo el mundo en la ciudad ”, escribió en el libro. Williams dejó de consumir cocaína tras la muerte de John Belushi, comediante de Saturday Night Live y miembro de la banda The Blues Brothers que sufrió una sobredosis de una combinación letal de heroína y cocaína, el 5 de marzo de 1982. La noche anterior a la muerte de Belushi, Robin Williams había estado de fiesta con la estrella de TV en el Chateau Marmont de Los Ángeles, lugar en el que el músico y actor fue encontrado sin vida.

“La tragedia de Belushi fue aterradora”, declaró a la revista People en 1988. “ Su muerte asustó a todo un grupo de gente del mundo del espectáculo y provocó un gran éxodo de las drogas. Y a mí me llegó el bebé. Sabía que no podía ser padre y llevar ese tipo de vida ”, detalló en aquella oportunidad. Williams, que también había luchado contra el alcoholismo, pasó las dos décadas siguientes sobrio, antes de recaer en 2005. Buscó tratamiento para su adicción en 2006 y volvió a pedir ayuda un mes antes de su muerte, en julio de 2014. Al momento de su suicidio, el actor no había consumido drogas ilegales ni alcohol, según confirmó el informe del forense, realizado en noviembre de 2014.

La estrella padecía demencia con cuerpos de Lewy, una enfermedad neurodegenerativa, la segunda más común después del Alzheimer. Según la página de la clínica Mayo, en la LDB se desarrollan depósitos de proteínas denominados ‘cuerpos de Lewy’ en las células nerviosas del cerebro. Los depósitos de proteínas afectan a regiones cerebrales que intervienen en el pensamiento, la memoria y el movimiento. Ello puede generar alucinaciones, trastornos de los movimientos, problemas de sueño, apatía y depresión. “Robin llevaba ocho años limpio y sobrio cuando falleció”, aseguró su esposa poco tiempo después de su muerte.