Adrián Marcelo, el villano que descontroló la TV de México
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 5 (EL UNIVERSAL).- Era algo que ya se había visto en la televisión mexicana: había un villano digno de culebrón que muchos querían ver caer y otros tantos admiraban. Adrián Marcelo lo representó durante seis semanas a la perfección, pero, a diferencia de una telenovela, la situación en la segunda temporada de "La casa de los famosos México" se desbordó.
La presencia y eventual salida del influencer en el reality más popular de la TV mexicana abrió el debate sobre los límites del entretenimiento y el rol de las figuras públicas en un show en vivo.
Sus acciones dentro de "La casa" generaron reacciones divididas entre los participantes y el público, y provocaron respuestas de anunciantes y grupos sociales que exigieron medidas claras.
A pesar de las reglas claras sobre la violencia física dentro de "La casa", algunos expertos señalan que éstas se dejaron de lado y que hay otras formas de violencia menos evidentes que también deben ser tomadas en cuenta en la TV.
Para Hilda Téllez Lino, defensora de los Derechos Humanos y activista contra la violencia de género, el problema no sólo radica en las agresiones físicas, sino en las conductas verbales que transgreden principios fundamentales.
"Los sarcasmos, la normalización de la violencia, los chistes, todo aquello que minimiza a una mujer es violencia. Con Gala, ha usado temas como el uso de medicamentos psiquiátricos, y pensar que en el mundo, no sólo en México, los temas de salud mental son una de las principales preocupaciones hoy en día", señala.
Adrián Marcelo, influencer y conductor conocido por su estilo irreverente y humor ácido, ya llevaba semanas generando polémica antes de su ingreso al reality.
Sus dichos provocadores y su trato hacia temas sensibles lo habían colocado bajo el escrutinio, especialmente por sus enfrentamientos con la actriz Gala Montes, cuyos comentarios provocaron críticas y extrañamientos de entidades como el Conapred.
La controversia escaló durante una pelea televisada la noche del martes, donde hizo comentarios despectivos sobre su salud mental. A raíz de este enfrentamiento, varias marcas importantes, como Nestlé y Unilever decidieron retirar su patrocinio del programa, lo que precipitó la eventual salida de Marcelo, quien sostuvo que abandonaba el reality a voluntad.
Sin delito
La generadora de contenido y abogada Marcela Torres acota que legalmente Adrián Marcelo no estuvo incurriendo en ningún delito explícito en el reality.
"A pesar de que Adrián Marcelo amenazó a Arath de la Torre con provocarle un infarto, no es un delito hasta que no se lo ocasione. Ahora, estamos ante el Código Penal del Estado de México, y es el único estado donde no existen las amenazas, por lo tanto no es delito", señala la abogada.
Sobre la petición que desde hace semanas se hizo en redes sociales, sobre quitarle su cédula profesional a Adrián Marcelo, dijo que esto no es posible: "Adrián Marcelo no está actuando como terapeuta, como psicólogo de ninguno de los participantes, la única sanción que tiene el Código Penal del Estado de México está establecido en el artículo 183, que dice que será exclusivamente en sus funciones como profesionista con uno de sus pacientes; entonces ellos no son sus pacientes".
Respecto a su actuar, Bárbara Mendiola, asesora de imagen pública, destacó la incongruencia en el conductor y sus objetivos.
"Si él no abriera su boca daría una buena impresión. En realidad es una persona insegura que pone todas estas máscaras para poder transmitir poder, seguridad y causar temor, cuando el que tiene miedo es él", dice.