¿Cómo afrontar la maternidad en solitario, paso a paso?
Cada vez son más las mujeres que deciden afrontar la maternidad en solitario, sin una pareja. Así lo respaldan los datos, pues en torno a un 50%, de las mujeres que eligen utilizar un donante de semen lo hacen con la intención de criar solas a sus hijos. Solo entre 2016 y 2020 el número de madres solteras se duplicó, y a día de hoy sigue en aumento, según información de Clínicas VIDA.
Tener un hijo es un deseo vital para ellas y, aunque son diversos los motivos y los factores que les impulsa a tomar esta decisión tan importante en sus vidas, en la mayoría de los casos ven que, cumplida cierta edad, se hace difícil seguir esperando a una pareja sentimental para cumplir este sueño. Es entonces cuando deciden acudir por primera vez a una clínica de reproducción asistida. De ahí que en torno al 78% de madres solteras por elección tenga entre 36 y 45 años.
“Lo vemos en nuestras clínicas todos los días: cada vez son más las mujeres que deciden cumplir este sueño sin una pareja a su lado y nos alegramos de poder ayudarlas en su proceso gracias a las técnicas de reproducción asistida”, comenta el Dr. Luis Rodríguez-Tabernero, director médico de Clínicas VIDA y director de Clínicas VIDA Valladolid.
Desde un punto de vista terapéutico, sería importante tomar la decisión de manera consciente, valorar los pros y los contra, ajustar bien las expectativas y entender los cambios que conllevará la situación
¿Qué debe hacer una mujer que desee convertirse en madre en solitario?
Es una decisión muy personal y, desde un punto de vista terapéutico, sería importante tomar la decisión de manera consciente, valorar los pros y los contra, ajustar bien las expectativas y entender los cambios que conllevará la situación”, nos cuenta Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen. Esta recomendación, que es extensible a futuras mamás que sí tengan pareja, “permitirá un mejor ajuste al cambio, previniendo cambios negativos en el bienestar emocional”.
Para informarse de manera adecuada, es fundamental consultar con un especialista en reproducción para que valore su caso. “Es muy importante que el enfoque del tratamiento se haga teniendo en cuenta las características clínicas de la paciente, su edad, y preferencias. En función de estas, desde consulta, se le solicitaran las pruebas necesarias para cada tipo de tratamiento y se trazará con ella el plan a seguir en función de los resultados”, indica la Dra. Isabela Castillo, ginecóloga de Clínicas VIDA Sevilla.
Una vez que ha tomado la decisión de manera consciente y que ha acudido a una clínica de reproducción asistida, los profesionales médicos le aconsejarán acerca del tratamiento al que debería someterse. La elección de uno u otro va a depender de varios factores, principalmente de la edad de la paciente y de que no existan otros factores que puedan condicionar el éxito del tratamiento. “En función de esto las opciones van desde la inseminación artificial, la fecundación in vitro o la ovodonación, empleando semen de un donante anónimo seleccionado en base a las características de la paciente”, según explica la Dra. Castillo.
¿Cómo afrontar el embarazo si se es madre sola por elección?
Las mujeres que deciden ser madres en solitario suelen afrontar el embarazo y la maternidad de manera diferente. “Estas pacientes suelen haber sopesado mucho sus opciones reproductivas y llegan a la consulta muy ilusionadas y preparadas para esta nueva etapa que se disponen a afrontar”, comenta la ginecóloga. “Suelen ser un ejemplo de compromiso y resilencia tanto en el seguimiento del tratamiento de reproducción, como luego posteriormente en su embarazo”.
Con esta percepción coincide la psicóloga Pilar Conde, quien señala que, “cuando una mujer decide ser madre por elección, ya sea en pareja o sin pareja, suele vivir el embarazo emocionalmente hablando con ilusión, motivación, entusiasmo”. Esto no exime de tener también ciertos miedos y preocupación, como cualquier mujer embarazada, si bien en estos casos, “se puede añadir la preocupación de la gestión de la responsabilidad sobre el futuro bebé y la conciliación de dicha responsabilidad con sus diferentes áreas y otras responsabilidades como laborales, económicas, lo que si puede ser un elemento diferenciador de riesgo”.
Conde puntualiza que el tener pareja no asegura que la otra parte se vaya a involucrar, por lo que también hay mujeres que se enfrentan a la maternidad en pareja, pero en “solitario”. Para ella, por tanto, la diferencia más significativa es cuando una persona elige y quiere ejercer de madre, o si una pareja elige y quieren ejercer de madres o padres. “En esos casos es inevitable que la falta de coresponsabilidad sea un factor de riesgo y el tenerla un factor de protección”.
Es muy importante que el enfoque del tratamiento se haga teniendo en cuenta las características clínicas de la paciente, su edad, y preferencias
Primeros días cómo madre en solitario por elección
Una vez que ya ha pasado todo el proceso para concebir un hijo mediante reproducción asistida, así como el embarazo y el parto, viene lo más difícil: llegar a casa con el bebé en brazos y llegar sola. ¿Cómo son los primeros pasos en la maternidad? Ya sabemos que los primeros días o semanas (e incluso meses) pueden ser abrumadores aún teniendo una pareja implicada; ¿cómo les suele afectar a las mujeres que son madres en solitario por elección?
“Los primeros días y semanas son de alto nivel de estrés, dado que la mujer se está recuperando del parto y del embarazo, así como las demandas del bebé son constantes y necesarias, por lo que pueden aparecer pensamientos de duda acerca de la propia capacidad. Esto es algo habitual en muchos casos ya sea en pareja o sin pareja”, nos responde Conde.
Afortunadamente, en la mayoría de los casos, según van pasando los días y las semanas, poco a poco se van ajustando los recursos, la mamá va conociendo mejor a su bebé y cuáles son sus demandas, lo que hace que vaya ganando confianza y seguridad. “Es importante que la madre entienda que las emociones y pensamientos que van a parecer las primeras semanas serán temporales, permitirse aprender y sentir las diferentes emociones tanto de manera positiva como negativa”, subraya la psicóloga. “Por otro lado, recomendamos que la mujer se apoye en su contexto familiar y/o social los primeros días, para ir adaptándose y recuperándose e ir reduciendo el apoyo conforme vaya sintiéndose más recuperada y ajustada a la nueva situación”.