Agustín Sierra recordó los esfuerzos que hizo con su familia para poder trabajar de chico: “Me cambié cinco veces de colegio”

Agustín Sierra en Chiquititas y Agustín Sierra hoy
Agustín Sierra en Chiquititas y Agustín Sierra hoy

En el Día del niño, Agustín Sierra recordó con cariño su infancia frente a las cámaras. El actor comenzó a trabajar con tan solo ocho años, entendiendo desde muy pequeño la responsabilidad que implica un compromiso laboral y balanceando los momentos de disfrute con la obligación que le imponía su profesión. Antes de su adultez ya había participado en Chiquititas, Rebelde Way, Rincón de Luz, Floricienta y Casi Ángeles

“Yo cumplí ocho años y arranqué en Chiquititas”, contó el actor durante su visita a Almorzando con Mirtha Legrand. “Mi familia se había mudado a Pilar, a un barrio de ahí, y yo me hice muy amigo de Pato Cherri, el hermano de Agustina, que en ese momento trabajaba en Chiquititas. De tanto ir a la casa la conocí a Agustina, que en ese momento estaba de noviecita con Tomás Yankelevich. Eran chicos. Tomás vio algo en mí y me preguntó si no quería ir a trabajar en Chiquititas”, reveló sobre la forma en que llegó a las filas de Cris Morena.

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En el momento, la propuesta de Yankelevich no le pareció nada tentadora a Sierra. “Dijo Chiquititas y trabajar y automáticamente un niño de 7 años dijo no. Cuando llegué a casa y lo conté, mi hermana se alborotó y empezó a hacer un escándalo”, contó entre risas. “En el colegio, cuando lo dije, también se armó alboroto porque todos querían ser parte, así que cuando volví a casa de la escuela dije: ‘Yo quiero ir a Chiquititas’”.

De ahí en más empezó un proceso de casting que terminó con una propuesta formal de trabajo. “Quedé y mi familia se quiso matar. Quedaba todo muy lejos, tuvieron que ir a hablar al colegio porque era doble turno y me tenían que sacar al mediodía para ir a grabar. Mis viejos eran laburantes y mi papá era el único que manejaba. Tenía que arreglar en el trabajo para irme a buscar a la escuela, llevarme a grabar y a la noche cuando terminaba también esperarme para llevarme a casa”, recordó sobre el esfuerzo familiar que implicó su incorporación al elenco de la tira infantil más exitosa de aquella época.

“En el colegio los primeros años me bancaron, pero después en séptimo a la mañana era todo en inglés, y yo no había cursado en ese idioma porque los años anteriores era a la tarde que no iba y no había aprendido nada, así que me invitaron a retirarme”, explicó sobre una de las cosas más complicadas que tuvo que vivir en la infancia y la adolescencia. “Me cambié cinco veces de colegio, porque llegaba y se armaba mucho revuelo, o estaban las escuelas muy estructuradas que no querían a alguien famoso”.

“Hubo un colegio que fue terrible. Era de monjas y justo entraban varones a la escuela por primera vez. Fue el año de Rincón de Luz, en donde tenía mucho trabajo, y mi mamá, mi hermano y mi hermana se ponían a ayudarme con la tarea, porque como era solo medio turno nos daban un montón”, contó sobre una de las escuelas a la que asistió a los doce años. “Prestaba mucha atención en clase porque sabía que después no podía estudiar”.

A pesar de gozar con tanta fama desde temprana edad, Sierra siempre se mantuvo con los pies en la tierra. “Mis padres aprendieron a saber llevar todo, porque nadie en la familia era conocido. Había buenos valores en casa y trabajar con Cris ayudaba a eso. No era una productora que te dejaba creértela, todos teníamos que ser respetuosos, llegar a horario, saber la letra... Entre la familia y Cris ayudaron”, aseguró.

“Además nunca hubo diferencia con mis hermanos. No era que porque yo laburaba tenía mejores zapatillas o un celular y ellos no. Si no era lo mismo para los tres, no. Yo no manejaba mi plata nunca”, expresó sobre las reglas que había en su casa.

Tiempo atrás, Sierra reveló qué hicieron sus padres con el dinero que ganaba de niño. “Esa plata iba a un cajón, no se usaba, y cuando cumplí 18 años me la dieron. Gracias al esfuerzo de ellos, hicieron que no me la patine y no me la gasté en cosas del supermercado, en zapatillas o celulares”, contó durante su visita a La noche, el ciclo de Leandro Rud en El Nueve.

“Siempre me dijeron: ‘por más que vos te puedas comprar esos borcegos, yo no se los puedo comprar a tu hermano, entonces vos no vas a tener más que tu hermano porque vos no hacés esto por la plata, lo hacés porque te gusta’”, recordó el ex Casi ángeles sobre las charlas que mantenía con sus padres.