Aída Cuevas, la joya de la música vernácula que no se deja vencer aunque México le de la espalda

Aída Cuevas inició su carrera como cantante de música vernácula, desde los 12 años, cuando cantó por primera vez en la radio. A partir de ese momento — en 1975— se fue preparando para convertirse en una cantante de música tradicional mexicana que estuviera a la altura de sus ídolos, como lo eran Lola Beltrán, Amalia Mendoza 'La Tariácuri', Lucha Reyes, Lucha Villa y Flor Silvestre.

LOS ANGELES, CALIFORNIA - FEBRUARY 10: Aida Cuevas attends the 61st Annual GRAMMY Awards at Staples Center on February 10, 2019 in Los Angeles, California. (Photo by Jon Kopaloff/Getty Images)
Aída Cuevas comenzó su carrera profesional a los 12 años de edad. (Jon Kopaloff/Getty Images)

Esta pasión heredada de escuchar esas voces en la radio mientras crecía, se convirtió en una vocación, que ha cristalizado en más de 40 años de trabajo ininterrumpido, que culmina este año con su participación en MasterChef Celebrity México —donde ha resultado ser una de las concursantes más populares por su carisma, sencillez y habilidad, amén de ser una de las pocas celebridades auténticas y no improvisadas en el programa— y el lanzamiento de un álbum Prestige, titulado Antología de la música ranchera vol 1 que es el disco número 40 en su trayectoria, que la llevó a ser nominada por novena ocasión a un Latin Grammy en la categoría de mejor álbum de música ranchera.

La mujer que abrió brechas

Aída ha destacado como la última gran exponente de la música vernácula en México, llevándola alrededor del mundo, como en su momento lo hiciera la hoy extinta y muy recordada María de Lourdes, quien fuera embajadora de la canción mexicana por todo el mundo en la época en la que Aída comenzó su carrera y a quien tomó como ejemplo, algo que a la larga la llevó a ocupar su propio lugar como exponente de este estilo musical, siendo actualmente la heredera de las que abrieron brecha, como lo ha hecho ella a intérpretes como Ángela Aguilar.

"Creo que es muy importante que las nuevas generaciones sepan de la música que se hacía antaño", señaló en una entrevista con El Universal. "Y también que por ello no se pierda lo que es una tradición de música maravillosa. Además que por medio de la tecnología se pueden hacer cosas maravillosas, que antes era solo un sueño. Así pude cantar un dueto virtual con Lucha Reyes que es la pionera más grande de la música ranchera; gracias a ella se nos abrió camino a todas, a Lola Beltrán, Lucha Villa, Amalia Mendoza, María de Lourdes... y yo me incluyo entre ellas porque gracias a esta gran cantante estamos las mujeres que ahora cantamos ranchero."

Para promover la música tradicional mexicana, desde hace varios años Aída realiza una gira internacional que dura alrededor de tres meses y la lleva a ciudades tan disímbolas como Madrid, Amsterdam, Praga o Viena, donde, de acuerdo a lo que ella misma cuenta, es impresionante ver que plaza a la que va está llena no sólo de mexicanos o gente de habla hispana si no de mucha gente europea que gusta de la música mexicana y responde fervorosamente a sus temas, aunque a ella la desalienta que en México “nadie es profeta en su propia tierra”.

"Desafortunadamente," señala, "aquí se le da poca difusión a nuestra música vernácula. Yo he tenido que estar luchando para ser escuchada, para ser grabada, desde hace mucho tiempo. Hace más de 10 años que no tengo contrato con una disquera y todo lo hago con mi hijo Rodrigo como productor y nosotros distribuimos nuestros discos y armamos gira, todo de manera independiente, porque, por increíble que parezca, en este país no se interesan en grabar música ranchera, excepto la de algunos pocos intérpretes y además, todos ellos hombres. Aquí no hay interés por grabar a mujeres, y da mucha frustración que en otros países seamos más valoradas que en nuestro país."

Talento más allá de escándalos

La cuestión del machismo en este terreno artístico es algo muy real, contra lo que ella combate a nivel profesional, alzando la voz cuando es necesario —si bien ha procurado evitar escándalos en estos 45 años de carrera, incluyendo un pleito cultivado por los medios amarillistas entre ella y su hermano, el bolerista Carlos Cuevas, reyerta de la que ella buscó deslindarse siempre, aunque haya resultado en un desencuentro y distanciamiento entre ambos desde hace algunos años—, siendo partidaria de que entre unas y otras se apoyen para salir mejor libradas. Su talento también ha servido para inspirar a su hija, Valeria Berganza Cuevas, que ha comenzado a destacar por su propia cuenta en redes sociales y cantando, algo que a Aída le llena de orgullo.

"Es muy emocionante ver que a las nuevas generaciones les sigue llegando esta música y les prende fuego en el corazón. No tengo absolutamente nada en contra de intérpretes de otros países que cantan en otros idiomas; todos tienen una historia, una tradición: desde la canción popular francesa hasta el rock and roll y el tango y los ritmos tropicales. Todo es música maravillosa, y creo que la música ranchera no desmerece ante ningún género.

Todo aporta, y estoy muy contenta de ver cómo Valeria y otras chicas de su edad o más jóvenes, como la hija de Pepe Aguilar, están volviendo a esta fuente musical y le dan una nueva expresión, porque eso quiere decir que mi trabajo ha dejado una huella, por pequeña que sea y que la tradición que tanto amo, seguirá vigente, por muchos años más".

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