Ainadamar: la primera ópera de un compositor argentino que llega al Met de Nueva York, el teatro lírico más relevante del mundo

En esta imagen, proporcionada por la Ópera Metropolitana, una escena de Ainadamar, de Golijov, que se estrenará en la gran casa lírica neoyorquina este marte 15 de octubre
En esta imagen, proporcionada por la Ópera Metropolitana, una escena de Ainadamar, de Golijov, que se estrenará en la gran casa lírica neoyorquina este marte 15 de octubre - Créditos: @Marty Sohl

Como Paul McCartney, Taylor Swift, Coldplay o Lenny Kravitz, Ainadamar está de gira. Pero Ainadamar no llena estadios, hipódromos o inmensos espacios a cielo abierto sino que colma teatros ya que es, apenas, una ópera. Con todas sus bellezas y sus sinsabores, la obra de Osvaldo Golijov, que ya tiene 21 años de vida intensa, está viajando por distintas ciudades. Para comprender las razones de esta gira, es menester retrotraernos al comienzo.

Por encargo de la Orquesta Sinfónica de Boston, la ópera fue estrenada en 2003, en el Festival de Tanglewood. Tras una revisión y reformulación, fue presentada, dos años después, en la Ópera de Santa Fe, Nuevo México. Desde entonces, Ainadamar nunca se ha quedado quieta. Ha tenido innumerables representaciones en teatros de distintas ciudades de América Latina, de América del Norte y de Europa. Mientras estaba en cartel en alguna latitud, hace tres años, se aunaron la Welsh National Opera, la Scottish Opera, el Metropolitan Opera House, Opera Ventures y la Detroit Opera para armar un espectáculo itinerante y llevar a pasear a Ainadamar por ambos lados del Atlántico norte. Y las cinco asociaciones, con la aquiescencia de Golijov, decidieron que la producción escénica estuviera a cargo de Deborah Colker, la renombrada coreógrafa brasileña, largamente vinculada al Cirque du Soleil y que, además, carga en su CV con invalorables aportes para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El compositor argentino Osvaldo Golijov, de 63 años, llega con su Ainadamar, inspirada en Federico García Lorca, a la Metropolitan Opera House de Nueva York
El compositor argentino Osvaldo Golijov, de 63 años, llega con su Ainadamar, inspirada en Federico García Lorca, a la Metropolitan Opera House de Nueva York

A diferencia de las giras de los músicos populares, esta excursión se toma sus tiempos, los tiempos lógicos y propios de una ópera. Con distintos elencos y directores, pero siempre con la puesta de Colker, Ainadamar sólo está cosechando asombros, conmociones y críticas favorables. El largo camino comenzó en abril del año pasado, en Detroit. Seis meses después, se estacionó en Gran Bretaña y las desventurada muerte de Federico García Lorca fue reiterada en seis ciudades diferentes. Un año después, exactamente desde hoy, y en cinco funciones más hasta el 9 de noviembre, Ainadamar subirá a escena en el Metropolitan Opera House en lo que constituye un hecho absolutamente trascendente. Por primera vez, en el que es, posiblemente, el teatro lírico más relevante del mundo, se representará una ópera de un compositor argentino. Así de simple. Ni más ni menos. Un hecho que debería sumarse a los grandes hitos de la música argentina. Porque Osvaldo es argentino, más exactamente platense.

Pasión y muerte del gran poeta

“Ainadamar”, en árabe, significa “fuente de lágrimas” y es el nombre de un manantial natural situado en las colinas y cerros que rodean a la ciudad de Granada. Es el lugar donde Federico García Lorca fue ejecutado, en agosto de 1936, apenas un mes después del inicio de la guerra civil española. La ópera está centrada en la muerte de Lorca pero no es una biografía o un relato lineal sino que su historia es narrada por la inolvidable actriz catalana Margarita Xirgu quien, en el Teatro Solís de Montevideo, ya en el final de su vida y lista para representar, una vez más, al protagónico de Mariana Pineda, le cuenta a Nuria, su discípula, lo que fue la pasión y la muerte del gran poeta y dramaturgo andaluz.

Cabe recordar que Mariana Pineda fue una mártir del siglo XIX, ejecutada por la monarquía absolutista española, en 1831, por haber bordado el lema “Igualdad, Libertad y Ley” sobre una bandera española que ella misma había cosido. El drama de Lorca fue estrenado en 1927, precisamente con Margarita Xirgu haciendo el papel de la heroica muchacha también ella asesinada en Granada. Nueve años después, en Ainadamar, Lorca, republicano y aborrecido por su homosexualidad, habría de ser también ajusticiado por la Falange española. A lo largo del relato de Xirgu, que durante toda su vida nunca dejó de representar el papel libertario de Mariana Pineda, como flashes del pasado, van apareciendo momentos de la vida de Lorca. Para poner sonidos a esta historia, Golijov apeló a melodías, armonías, instrumentaciones y giros propios de la música española, más exactamente, los del flamenco y del cantejondo andaluces.

Angel Blue y Daniela Mack, Margarita Xirgu y Federico García Lorca en la puesta de Ainadamar, de Osvaldo Golijov, que llega este martes 15 de octubre en el Met de Nueva York
Angel Blue y Daniela Mack, Margarita Xirgu y Federico García Lorca en la puesta de Ainadamar, de Osvaldo Golijov, que llega este martes 15 de octubre en el Met de Nueva York

La puesta que este martes 15 subirá al Met neoyorquino, cuenta con un elenco encabezado por la gran soprano estadounidense Angel Blue y en el que también participan dos cantantes latinoamericanas, la argentina Daniela Mack y la cubana Elena Villalón, ambas residentes en los Estados Unidos desde hace mucho tiempo. Junto a ellas, Alfredo Tejada, el afamadísimo cantaor malagueño tendrá a su cargo el odioso papel del malvado Ruiz Alonso.

El paseo de Ainadamar continuará el año que viene. El 26 de abril, la ópera llegará hasta Filadelfia, la última estación, y será ofrecida en seis oportunidades. En nuestro país, solo pudo ser vista en el Teatro Argentino de La Plata, en 2010, en aquel período glorioso en el cual Marcelo Lombardero guio los destinos artísticos del teatro. La pregunta surge casi naturalmente: ¿cuándo será el momento de Ainadamar en el Teatro Colón? Por supuesto, ésta es una más de esas consabidas e infinitas preguntas que no tienen respuesta.