Alan Sabbagh: el éxito de El mejor infarto de mi vida, lo que le dice la gente en la calle y la emoción al ver la serie con su mujer

Alan Sabbagh repasa el gran éxito de El mejor infarto de mi vida
Alan Sabbagh repasa el gran éxito de El mejor infarto de mi vida - Créditos: @Pilar Camacho

Formó parte de una gran cantidad de series de televisión, novelas, obras de teatro y películas desde principios de los años 2000. Locas de Amor, Botineras y Graduados, entre otras ficciones, lo tuvieron en sus elencos. Pero con El mejor infarto de mi vida, Alan Sabbagh da el paso al frente y se luce como protagonista.

Estrenada en enero, la serie basada en el libro homónimo de Hernán Casciari resultó un gran éxito para el actor de 44 años. “Poco tiempo después del estreno, una mujer me dijo que mientras miraba un momento clave de la serie, aprovechó y le reveló a su esposo que estaba embarazada. Le dije que se van a acordar de ese momento cuando me vean en alguna serie o película. Es algo insólito”, cuenta Sabbagh y se ríe con ganas.

–A partir del furor de la serie, la gente empezó a reconocerte. ¿Cómo te llevás con eso?

–Lo tomo con orgullo, con alegría, no es más que eso. No le doy tanta importancia. Estoy súper contento y obviamente lo que uno desea para su carrera es que puedas trabajar, que te vaya bien y qué más lindo el poder protagonizar una serie, película u obra de teatro. Soy bastante centrado en el laburo y me dedico a trabajar y no a otras cosas fuera del entorno de la actuación. Cuando no esté trabajando me voy a acordar de esos carteles y por ahí decir, cómo no lo aproveché. Pero igual para mí lo que importa es el trabajo. Después, a lo demás, no le doy tanta bola.

–¿En qué momento dijiste “quiero aprender a actuar, quiero dedicarme a la actuación”?

–Desde que estaba en el secundario ya veía mucho cine, muchas películas y también mucha televisión. En esa época dorada de Canal 9, Telefe, Canal 13. Me acuerdo que en ese momento la única forma en la que se podía consumir contenido como las tiras, series, novelas e incluso películas era por televisión y el cine. Volviendo a la pregunta, cuando cursaba el secundario y tenía que empezar a elegir mi carrera, sin tener muy claro qué hacer y me metí de lleno a estudiar actuación.

Alan Sabbagh protagoniza El mejor infarto de mi vida, de Disney+
Alan Sabbagh protagoniza El mejor infarto de mi vida, de Disney+ - Créditos: @Pilar Camacho

-¿Cómo fueron para vos las primeras experiencias en un casting y en todo el proceso de audición?

–Siendo sincero, hice muy poco casting. Fui afortunado de hacer pocos, en conjunto con los que hice y quedé. Empecé a hacer teatro y como actor era lo único que hacía. Desde un lugar medio under, quiero decir. Venían amigos y familiares. Era por el lado de La Boca, por el under de Corrientes o El Abasto. Y con eso hacíamos lo posible, nos divertíamos. A a fin de año planeábamos otra cosa y hacíamos cosas con un grupo de teatro, luego con otro y hasta que un día me crucé con el casting de Luna de Avellaneda (2004). Al principio casi no entro porque el personaje estaba escrito para un actor más joven. Tuve la suerte de que un director de casting, Walter Rippel, vio lo que hice y me dijo: “¿Por qué no te hacés una presentación a cámara y hacemos una interiorización como si estuvieras hablando con un taxista”. Pasó un tiempo y me volvieron a llamar un par de veces y en la última quedé con el personaje. Fue un año de mucha alegría porque fue mi primer trabajo, me pude relacionar con actores que admiro y sentí que me iniciaba en algo. Después fue un camino sinuoso, con períodos en los que no trabajé y luego momentos en los que me fue bien y mal también. Hubo años más difíciles que otros y es que en esta profesión nada te garantiza que vas a seguir trabajando. Es por eso que también uno pide o espera que se lo reconozca.

–En tu extensa filmografía, los personajes que interpretás tienen, mayoritariamente, un carácter discreto. ¿Te considerás una persona de perfil bajo?

–Sí, de hecho, si pudiera tener un superpoder sería invisible (risas). Me gusta no estar tan expuesto, estoy más concentrado en el trabajo que en lo que rodea al medio.

De perfil bajo, Alan Sabbagh reconoce:
De perfil bajo, Alan Sabbagh reconoce: "Si pudiera tener un superpoder sería invisible" - Créditos: @Pilar Camacho

–Dentro del trabajo que hiciste en televisión, te desempeñaste en Locas de amor, Botineras y también tuviste un rol destacado como Marito en Graduados. ¿Cómo ves la evolución de pasar de roles participativos a integrar los elencos estables como actor secundario?

–Es algo lindo y creo que se disfruta de otra manera el hacer un rol secundario, porque no tenés la responsabilidad de encabezar esas tiras que eran como de veinte actores, que esencialmente eran la pareja central y luego el resto del elenco atrás. Era lindo no estar bajo el compromiso, solo ir, hacer lo tuyo y que salga lo mejor posible. Todavía mucha gente se acuerda de Graduados. Siento que en su momento fue bastante popular como lo que está pasando ahora con El mejor infarto... y también con alguna u otra. Por ahí la gente que no sigue tanto mi carrera vio lo de Graduados junto con otra cosa y de repente ve la serie y entonces se acuerdan de haberme visto en todo lo anterior. Hay mucha gente que me dice: “Ya era hora, se hizo justicia”. Eso me da gracia, me encanta también porque escuchar a la gente alentando a un actor para que le vaya bien es lo mejor que te puede pasar.

–Tenés tres hijos chicos. ¿Te preguntan sobre tu trabajo?

–Sí, de hecho el más grande cumplió 11 y ya empezó a interesarse. Cuando se estrena alguna película quiere acompañarme a la primera función. Por ahí si es una violenta o que hay mucha sangre trato de que no lo vean, pero hoy en día con las redes, agarran el teléfono y scrollean. Si encima me ven en la promoción, automáticamente me buscan y me preguntan: “Papá, ¿saliste en esta película?”. Yo, que encima tengo una participación en redes... No te diría nula, pero no muy activa. Y supongo que es un orgullo para ellos ver a su papá como actor. El más chiquito tiene 5 años. El otro día la mamá de un amigo me cuenta que le dijo: ”Mi papá es famoso”. Fue algo muy gracioso, me da un poco de vergüenza, pero en el corazón de él, es una dulzura y cómo siento que tiene orgullo por mí.

El rey del Once

Si bien tiene una gran cantidad de participaciones en el cine, su gran oportunidad con un rol protagónico llegó en 2016 con el proyecto independiente El rey del Once, película dirigida por Daniel Burman. En ella, Sabbagh interpreta a Ariel, un economista que tras pasar su vida adulta en Nueva York vuelve a Buenos Aires y en el barrio porteño de Once intenta reconectar con su distanciado padre.

"Tengo muy lindos recuerdos de El rey del Once", repasa Alan Sabbagh - Créditos: @Pilar Camacho
"Tengo muy lindos recuerdos de El rey del Once", repasa Alan Sabbagh - Créditos: @Pilar Camacho

–¿Cómo fue para vos, después de todo el recorrido que hiciste, decir “soy el protagonista”. Y cómo fue el proceso de filmar El rey del Once?

–En ese momento fue bastante, no te digo natural, pero sí me dio conciencia de lo que venía siendo, que era poquito. Iba creciendo y creciendo y creciendo. Fue un proceso muy lindo y una película muy linda dentro del universo Burman, que venía de grandes producciones. Era una película más chica que nos llenó de felicidad y creo que en su momento a Daniel también, porque de alguna manera había un espíritu amateur en la manera de hacer esta película. Éramos como 25 o 30 locos corriendo por el Once con la cámara y fue como volver a ser estudiantes, volver a sentirnos pibes que arrancaban en el cine. Así que tengo muy lindos recuerdos. A la vez, se cumplen 10 años del rodaje.

–¿Hubo algún momento en el que dijiste, por ahí viendo todos los proyectos en los que participaste, “tengo ganas de un desafío, de conseguir un protagónico”?

–Hubo dos momentos, uno con El rey del Once y otro cuando terminé de ver El mejor infarto de mi vida en Disney + , el día que se estrenó y en plenas vacaciones, con mi mujer. Por lo increíble de la historia y no era que iba a llorar, pero estaba muy emocionado. Por el trayecto recorrido, como me sentí. Me emocioné un poco con la historia de los uruguayos. Es verdaderamente increíble la historia y me puse muy sensible de alguna manera y me emocioné mucho. También fue fuerte ver mi cara en la promoción de una serie de Disney. No sé, con el cartel me bajó toda la información en un segundo. Me emocioné, sí. Y El rey del Once fue una apuesta en un momento en el que yo venía haciendo mucha televisión y muchas series. Personajes secundarios que iban, venían. Durante muchos años hice un montón de novelas y en un momento, cuando terminó una de las últimas, yo tenía fecha de paternidad para el 13 de febrero, hace 11 años. En ese momento me llamaron para hacer una nueva tira donde me ofrecían más o menos lo mismo que venía haciendo siempre y dije: “voy a ser papá, no tengo ganas de hacer lo mismo”. Terminó el rodaje y me propuse no tomar otros compromisos. Y días después fui papá.

–¿Qué diferencias de trabajo hay entre las tiras televisivas y el streaming?

–Prefiero las series de streaming, porque tenés tiempo para el desarrollo, por lo menos un poco para pensar tus ideas, cómo vas a encargar algo de 10,12 capítulos, cómo vas a armar y saber recorrer la curva de tu personaje. Eso es espectacular. El tiempo de laburo es un poquito mejor de lo que había antes, a pesar de que son jornadas largas. En una tira diaria no había organización, pero había algo especial en la participación, como por ejemplo, en medio de un capítulo hacías un chiste con el celular un lunes y el miércoles recibías la idea completada por el guionista.

"Trato de que no se traslade lo personal al personaje", confiesa Alan Sabbagh - Créditos: @Pilar Camacho
"Trato de que no se traslade lo personal al personaje", confiesa Alan Sabbagh - Créditos: @Pilar Camacho

–¿Sentís que hay una parte tuya en los roles que interpretás o tratás de separar a Alan de los personajes?

–Trato de que no se traslade lo personal al personaje, pero bueno, seguramente alguna cosa se me ve. Hay gente que me dice: “Actuaste tan bien que no se nota que no sos vos”, y eso es lo peor que le podés decir a un actor. Digo, te sale tan natural, eso es igual en la vida. Pero bueno, entiendo el punto que hay algo de la naturalidad que termina gustando.

–¿Te definís como un actor multifacético?

–Pienso que sí, yo quiero hacer cualquier cosa, lo que pasa es que me ofrecen mayoritariamente comedias y alguna comedia dramática como El mejor infarto de mi vida. Está buenísimo y es lindo. Creo que tocamos un montón de géneros. Hay algo de ternura, de dramatismo, algo de suspenso. Todas esas cosas dan lugar a una buena onda que tiene la serie y me encantó mostrar que puedo transmitir otras emociones además de hacer reír.

–Teniendo en cuenta el enorme éxito de la serie, ¿tenés algún otro proyecto para este año o vas a tomarte un tiempo para descansar?

–No, me fui de vacaciones dos semanas, como cualquier persona que puede irse de vacaciones. Y ya está. Ya descansé. La vida sigue, la familia sigue, la demanda de pagar las cosas también sigue y hay que seguir laburando. No hay más que la vida normal. La gente tiene una fantasía de que un actor después de estrenar algo tiene tres meses de luna de miel. La verdad es que a fin de mes llegan las cuentas y hay que seguir laburando. Tengo hijos y mujer, hay que seguir haciendo crecer la familia. Encima yo soy una persona inquieta, no me podía quedar en mi casa sin hacer nada. Ya tengo armado el calendario para este año, por lo menos para el primer semestre.