Alexander Acha y el peso de cargar siempre con el nombre de su padre Emmanuel

En 2009 hubo una canción que sacudió a la radio mexicana cuando todavía había que llamar a las estaciones para solicitar algún tema que se quisiera escuchar. La canción se llamaba Te amo y tenía todos los visos de ser un tema ideado por alguien ajeno a los tópicos que suelen invadir a la música comercial en cualquier época.

Parecía, primordialmente, una composición poética que, acompañada de una melódica música, se convirtió en todo un éxito. ¿Quién era el responsable de tan placentera canción? Alexander Acha era su nombre y, pronto todos lo sabrían, se trataba del hijo de Emmanuel, ícono en el país y en toda la región. Aunque, a decir verdad, algo de eso podía intuir con tan solo escuchar la canción.

Acha, desde ese momento, sabía que su destino nunca terminaría de pertenecerle. Su voz sonaba casi idéntica a la de su padre. Cualquiera hubiera podido jurar que se trataba de él, de Emmanuel, y la mítica voz que supo cosechar éxitos como La chica de humo y Todo se derrumbó. Y esas reminiscencias están presentes en cada paso de Alexander hasta el día de hoy, aun cuando su carrera como cantante ha padecido de inconsistencia.

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Actualmente, Acha, a sus 37 años, vive una nueva etapa en su carrera como maestro del alumnado en La Academia: 20 años. No cabe duda que el cantante y compositor está dando mucho de qué hablar con sus intervenciones en el programa estelar de TV Azteca. Cada fin de semana, el intérprete que recibió educación en Estados Unidos y Países Bajos se ve las caras con los duros jueces de la emisión, particularmente con Lolita Cortés y Arturo López Gavito, incluso ha tenido duras confrontaciones con Cortés, la jueza de hierro.

Precisamente Alexander se está convirtiendo ya en un rostro asiduo a este programa, pues anteriormente participó como juez. El sábado pasado uno de sus discípulos, Andrés, interpretó Bella señora, una de las canciones más reconocidas de Emmanuel. La interpretación fue motivo de críticas divididas por los jueces, impiadosas por parte del público. Alexander no tuvo reparos en aceptar que el tema tuvo defectos marcados: "Mi papá es muy francote y pensaría que empezaste mal", dijo Acha a Andrés.

Aunque, luego, defendió a su alumno de los críticos, quienes sostenían que quiso imitar a Emmanuel. "¡Ni siquiera conocía la canción!", defendió exaltadamente Acha. Y es que nadie podría conocer mejor a Emmanuel que él. Hasta se escuchaba raro, en los ensayos del programa, cuando Acha se refería a Emmanuel por su nombre, como para desligarse de una referencia paternal. Luego, sin embargo, los jueces verbalmente se lo recordaron al mencionar “tu papá” cada vez que intercambiaban diálogo con Alexander.

Cosas del caprichoso destino. Acha tampoco puede negar esa vital influencia, porque fue así como su padre entendió el talento musical que él tenía desde la cuna. "Yo lo veía de chiquito que hacía cosas padrísimas con la música, escuchaba música clásica. Era un niño con unas actitudes y un cerebro increíbles. Es un músico y compositor genial", confesó Emmanuel hace dos años en entrevista con Imagen Televisión sobre cómo desde que era un bebé su hijo manifestó interés en el mundo de la música.

A pesar de que en sus producciones musicales Alexander ha dejado claro que talento le sobra, en cada paso que da siempre está presenta la imagen de su padre. Quizá no podría pedirse que fuera de otro modo, porque es inevitable: se trata de una de las figuras latinas más importantes de los últimos 40 años. De ese tamaño es el legado que Acha carga en sus espaldas y que se ve obligado a corresponder en cada intervención pública.

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