Así es "El Altiplano", la prisión mexicana de máxima seguridad que alberga a los narcos más buscados y de la que solo El Chapo logró escapar

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Alfredo Estrella/AFP via Getty Images

En el corazón del Estado de México, a 56 millas de la capital mexicana, se erige el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, conocido popularmente como "El Altiplano". Esta prisión de máxima seguridad ha sido el hogar involuntario de algunos de los criminales más notorios de México, incluyendo a Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien ha sido el único que logró escaparse.

Construida entre 1988 y 1990 durante el mandato del presidente Carlos Salinas de Gortari, El Altiplano recibió a sus primeros internos en noviembre de 1991. Diseñada para ser una fortaleza impenetrable, la prisión cuenta con muros de hasta un metro de espesor, restringe el espacio aéreo circundante y limita las transmisiones de telefonía celular en un radio de poco más de 6 millas, todo con el objetivo de prevenir fugas y comunicaciones no autorizadas.

Su construcción estuvo a cargo del abogado y criminólogo Juan Pablo Tavira, padre de la actriz Marina de Tavira, hoy en día pareja del actor y productor Diego Luna. En una de esas vueltas del destino, Luna interpretó en 'Narcos México' a uno de los capos más temidos y conocidos de México, Miguel Ángel Félix Gallardo, quien salió de El Altiplano en 2014 por problemas de salud, después de pasar allí 25 años.

Famosos inquilinos de El Altiplano

Pero El Chapo y Félix Gallardo, conocido como "El Padrino", fundador del Cártel de Guadalajara y pionero del narcotráfico moderno en México, no son los únicos presos famosos en El Altiplano.

Édgar Valdés "La Barbie", Rafael Caro Quintero, apodado "El Narco de Narcos", líder del Cartel de Guadalajara (Tenoch Huerta en 'Narcos México'), y Héctor Luis Palma Salazar, alias "El Güero", exlíder del Cártel de Sinaloa, han pasado por El Altiplano, donde hoy en día hay unos 800 presos. Arturo Guzmán, el hermano de El Chapo, fue asesinado mientras cumplía condena en esa prisión.

Entre los presos más recientes están José Antonio Yépez Ortiz, conocido como "El Marro", líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, capturado en 2020, y Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón" e hijo de "El Chapo", detenido en 2023 y posteriormente extraditado a Estados Unidos,

Uno de los narcos más famosos en llegar este año a la prisión es el Osiel Cárdenas Guillén, mejor conocido por su apodo "El Mata Amigos", quien entró en diciembre.

La fama mundial de El Altiplano

Sin embargo, el episodio que puso al Centro Federal de Readaptación Social Número 1 ocurrió en 2015, cuando El Chapo protagonizó una fuga espectacular al salir de EL Altiplano a través de un tunel de casi una milla, que conectaba su celda a una casa en construcción.

La fuga sorprendió no solo a los guardias y autoridades carcelarias, sino a todo México y el mundo.

La rutina diaria en El Altiplano está diseñada para minimizar cualquier posibilidad de fuga o actividad delictiva desde el interior. Los internos pasan la mayor parte del tiempo en confinamiento solitario, con salidas limitadas y estrictamente vigiladas. Las medidas de seguridad incluyen controles constantes, sistemas de vigilancia de alta tecnología y personal altamente capacitado.

A pesar de su reputación de impenetrabilidad, la fuga de "El Chapo" en 2015 puso en entredicho la eficacia de las medidas de seguridad de El Altiplano. Este incidente resaltó problemas sistémicos en el sistema penitenciario mexicano, incluyendo la corrupción y la falta de recursos adecuados.

"El Chapo pudo escapar debido a la corrupción, porque sin el plano jamás habría hecho un túnel; es como un panal, tienes que saber dónde está el suelo blando y dónde no, porque si no lo sabes, es impenetrable", dijo a CNN un guardia de la cárcel, que solicitó el anonimato.

Un periodista de la televisión y la radio pública de Estados Unidos que visitó la cárcel describió las condiciones de vida en la cárcel como "abismales".

"Es una celda de 60 pies cuadrados. Hay que pasar por dos puertas y rejas más para llegar a ella. Hay una cámara de video que monitorea la celda desde una esquina en la parte trasera, y en el otro extremo de la celda hay un muro corto de concreto fuera del alcance de la cámara. Este muro llegaba hasta mi pecho", contó al describir dónde vivía El Chapo.

Aun así, El Altiplano sigue siendo un símbolo de la lucha de México contra el crimen organizado. Aunque ha enfrentado desafíos y críticas, su papel en la contención de algunos de los criminales más peligrosos del país es innegable y sigue recibiendo inquilinos.

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