América Latina se prepara para enfrentar la “guerra de aranceles” de Donald Trump

Redacción América, 31 ene (EFE).- América Latina está "blindándose" mediante la búsqueda de nuevos mercados y el fortalecimiento del consumo interno ante los desafíos que plantea la “guerra de aranceles” desatada por las políticas económicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La alerta provocada por las decisiones del nuevo inquilino de la Casa Blanca alcanzó su punto álgido este jueves, cuando Trump confirmó que el próximo 1 de febrero aplicará aranceles del 25 % a México y Canadá, sus dos socios del acuerdo comercial T-MEC.

"Anunciaremos los aranceles sobre Canadá y México por varias razones. La primera es la gente que llega a nuestro país de manera tan horrible y en tanta cantidad", proclamó el mandatario estadounidense.

La segunda razón, añadió, “es la llegada de fentanilo”, y en tercer lugar los subsidios "masivos" que en su opinión EE.UU. otorga "en forma de déficit comercial".

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se anticipó a lo manifestado por Trump al expresar horas antes del anuncio: “No creemos que vaya a ocurrir, la verdad, y si ocurre, también tenemos nuestro plan”.

Y es que México, por encima de Canadá y China, es el principal importador de productos estadounidenses, con ventas que alcanzaron los 466.000 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024.

Al tiempo, el 80 % de las exportaciones mexicanas tienen como destino final a Estados Unidos.

Reciprocidad y respeto

Otra advertencia de Trump se produjo también en la noche de este jueves, cuando insistió en sus amenazas arancelarias para disuadir a los BRICS (potencias emergentes), cuya presidencia ostenta Brasil, de reemplazar al dólar estadounidense.

"La idea de que los países BRICS están tratando de alejarse del dólar, mientras nosotros nos quedamos de brazos cruzados y observamos, ha TERMINADO", escribió en su red Truth Social.

El republicano explicó que EE.UU. va a "exigir" un compromiso de estos países de que no crearán una nueva "moneda BRICS". De lo contrario, “se enfrentarán a aranceles del 100 % y deberían decir adiós a las ventas a la maravillosa economía estadounidense".

Horas antes, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ya había dicho que Brasil responderá con "reciprocidad".

"Es muy simple. Si él grava los productos brasileños, habrá reciprocidad a la hora de gravar los productos importados de Estados Unidos", aseguró.

De materializarse la amenaza de Trump, los aranceles podrían afectar a las exportaciones brasileñas a EE.UU., que alcanzaron un récord de 40.00 millones de dólares en 2024, un aumento del 9,2 % frente a 2023.

Sin embargo, el presidente del fabricante aeronáutico Embraer, Francisco Gomes Neto, no ve "ningún riesgo" para las ventas a EE.UU., un país en donde la compañía cuenta con una planta de ensamblaje de aviones ejecutivos que le permite comercializarlos con el sello "Made in America".

Por si acaso, la Asociación Brasileña de Industrias del Calzado (Abicalçados) ya ha dado un paso más en la búsqueda de nuevos mercados.

Para ello reunió en Bogotá a compradores de Colombia, Ecuador y Panamá con el objetivo de mantener las exportaciones que en 2024 llegaron a 97 millones de pares de zapatos a nivel mundial, con ingresos por vaor de 976 millones de dólares.

Tensa calma en Centroamérica

El combate a los extranjeros indocumentados que lleva a cabo Trump deja hasta el momento la detención de 5.000 migrantes y deportaciones masivas a varios países de América, siendo México el principal receptor con más de 4.000 personas.

La noticia de que Trump va a deportar a un millón este año plantea otro desafío: La región recibirá menos remesas.

En 2024, las remesas enviadas por los latinoamericanos que residen en el exterior alcanzaron los 160.000 millones de dólares, que representan el 2,3 % del PIB de esta parte del mundo, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“El simple hecho de que se estén dando deportaciones masivas significa una sobrecarga para la capacidad que tienen los países de atender las necesidades de la gente”, comentó a EFE Óscar Arnulfo Gómez, coordinador académico de Contaduría Pública en la Fundación Universitaria Internacional de La Rioja.

Este golpe, agregó Gómez, "lo sentirán más fuerte México, Venezuela y Centroamérica” y “tendrá grandes implicaciones en la calidad de vida de las personas, porque se generará más desempleo y un aumento en el gasto social de los Gobiernos para poder ofrecerles alternativas de emprendimiento a los retornados”.

Aún así, Centroamérica se muestra positiva, como es el caso del viceministro de Economía guatemalteco, Héctor Marroquín, quien indicó que "es muy temprano" para "poder anticipar" qué sucederá.

Pero según cálculos oficiales, un tercio de los 18 millones de guatemaltecos sobrevive gracias al dinero que envían sus familiares, especialmente desde EE.UU., en donde viven alrededor de tres millones de connacionales, la mayoría de ellos sin documentos.

En tanto, el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Manuel Tovar, señaló que el país se encuentra a la "expectativa", mientras que en Honduras vislumbran “oportunidades” para el sector textil, por lo que confían en que Estados Unidos ofrezca "mejores respuestas”, de acuerdo con Guillermo Matamoros, representante de la industria de maquila.

Suramérica se prepara y mira hacia China

En Colombia, que exportó entre enero y noviembre de 2024 unos 13.000 millones de dólares a EE.UU. (el 29 % de las ventas totales al exterior), la preocupación aumentó después de que el pasado domingo Donald Trump anunciara un incremento del 25% en los aranceles a todos los productos importados desde Colombia -que subirían al 50 % en una semana- en respuesta a la decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de rechazar dos vuelos de deportación de migrantes colombianos que llegaban en aviones militares estadounidenses.

Aunque finalmente la crisis diplomática se desactivó parcialmente y la medida no se ha implementado, varios sectores están preocupados ante la posibilidad de que Trump tome una decisión más contundente la próxima vez y afecte las exportaciones de petróleo, carbón, flores, café y banano.

También Venezuela confía en que el "esfuerzo propio" y el apoyo de lo que el Gobierno de Nicolás Maduro llama el mundo "multipolar" serán un escudo sólido frente a las sanciones que Trump quiere recrudecer, especialmente en el sector petrolero, el principal motor económico del país caribeño.

Por su parte, Chile "monitorea los potenciales efectos de las medidas de Trump, primero en coordinación con el Ministerio de Hacienda y ahora a través de un grupo de trabajo ad hoc", según ha apuntado representantes de la Administración de Gabriel Boric en una declaración enviada a EFE.

Esta decisión se tomó luego de que Trump revelara la intención de imponer nuevos aranceles para "traer la producción de vuelta" a EE.UU. del acero, el aluminio y el cobre, metal este último del cual Chile es el principal productor mundial, con una producción anual de entre cinco y seis millones de toneladas.

Y en Perú, el presidente de la Asociación de Exportadores, Julio Pérez Alván, sostuvo que es necesario "cuidar la relación estratégica" con EE.UU., ya que 2.300 empresas peruanas venden a ese país.

"Aunque China es nuestro principal socio comercial, Estados Unidos lidera la clasificación de las exportaciones no tradicionales, que generan los mayores empleos en sectores como agroindustria, confecciones, metalmecánica, pesca y acuicultura", sostuvo.

En Uruguay, las exportaciones a EE.UU. en 2024 representaron solo un 9 % del total, por detrás de China y Brasil, motivo por el cual, "las medidas proteccionistas de Trump pueden cambiar las reglas del juego, pero también generan oportunidades", según la opinión de Verónica Manassi, directora de negocios de la compañía tecnológica Moovx.

Finalmente, Ecuador considera que el TLC con China, que entró en vigor en 2024, deja un gran horizonte de crecimiento para las ventas al gigante asiático, que en 2022 ya desplazó a EE.UU. como primer socio comercial no petrolero del país andino, una "hazaña" con la que algunos Gobiernos y empresarios latinoamericanos comienzan a soñar.

Claudia Polanco Yermanos

(c) Agencia EFE