Amanda Bynes, entre su lucha contra la depresión y su nuevo desafío personal
Amanda Bynes, exestrella infantil y actriz reconocida en la década del 2000, compartió en sus redes sociales sus recientes avances en una batalla personal: mejorar su figura, tras una etapa de depresión que impactó directamente en su salud.
A través de sus historias de Instagram, la actriz publicó detalles de su progreso en un camino lleno de altibajos que no solo involucra su peso, sino también su salud mental y la reconstrucción de su bienestar físico y emocional.
Días atrás, la intérprete sorprendió a sus seguidores al publicar una captura de pantalla de su aplicación de actividad física y mostrar que había caminado más de 14.895 pasos y logrado su objetivo diario de actividad. En la imagen, se puede observar que la actriz quemó 481 calorías , superando el objetivo que había establecido para ese día. “¡Bajé 3 kilos! Ahora mismo peso 70”, escribió entusiasmada y dando muestras de su progreso en su fin de bajar de peso.
Amanda Bynes is seen after opening up on her weight loss journey
https://t.co/JObH54ZgO2— desiderata (@desider54897678) November 6, 2024
El camino de la joven artista ha estado marcada por numerosos desafíos desde que dejó la actuación, especialmente en relación con sus problemas de salud mental, aspecto de su vida sobre el que se ha sincerado en los últimos años.
En marzo pasado, Bynes compartió que la depresión había sido un factor clave en su aumento de peso, afectando profundamente su estado de ánimo. “En los últimos meses, he engordado más de 20 libras [aproximadamente 9 kilos] por estar deprimida. Ahora estoy mucho mejor y aprendí a hacer lo contrario cuando no tengo ganas de hacer ejercicio o comer sano”, explicó en redes.
Presiones y adicciones
No es la primera vez que la actriz enfrenta problemas relacionados con su imagen corporal. La estrella que comenzó su carrera a los 13 años en el canal Nickelodeon ha hablado abiertamente sobre las inseguridades que la fama y los estándares de belleza impuestos por la industria le causaron a lo largo de los años.
El impacto psicológico a causa de estas presiones motivaron que Bynes, en consecuencia, comenzara a experimentar con sustancias como el éxtasis y la cocaína, y que desarrollara una adicción al Adderall en un intento de controlar su peso.
Estas conductas y su relación con las drogas derivaron en un deterioro de su salud mental, que se agravó con el paso de los años. En 2012, la exestrella juvenil tomó la drástica decisión de retirarse de la actuación para preservar su bienestar. Durante los años posteriores a su retiro, enfrentó una serie de problemas legales y de hospitalizaciones, en las que fueron comunes la reincidencia en el abuso de sustancias y las crisis de salud mental.
En 2013, fue ingresada en un centro psiquiátrico de manera involuntaria después de una serie de incidentes en los que mostraba comportamientos inestables y autodestructivos. Sus padres prolongaron su estancia en la institución explicando que su hija padecía una obsesión preocupante por su imagen. “Habla incesantemente sobre las cirugías estéticas que quiere hacerse y nos preocupa que las operaciones que desea realizar sean peligrosas y perjudiciales para su salud”, indicó su familia en ese momento.
En abril del año pasado, Bynes concluyó un tratamiento de salud mental y, a su salida del centro psiquiátrico, habría dado un paso hacia una vida más tranquila, manteniendo un bajo perfil mientras trabajaba en su recuperación. Desde entonces, ha compartido en ocasiones públicamente sus avances y retrocesos en la lucha constante por recuperar su salud física y mental, una aspiración que ahora incluye su enfoque en la pérdida de peso y el ejercicio físico como parte de su bienestar. En sus declaraciones recientes, la actriz ha dejado claro que su objetivo es estar saludable y lograr un peso que considere positivo para ella, lejos de las presiones externas que marcaron su juventud.
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