La recaída de Amanda Bynes por los problemas de salud mental que sufre hace años

Amanda Bynes vuelve a ingresar en un centro psiquiátrico, tras sufrir algunas recaídas
Amanda Bynes vuelve a ingresar en un centro psiquiátrico, tras sufrir algunas recaídas

En marzo de este año, Amanda Bynes fue internada en un centro psiquiátrico después de ser encontrada deambulando desnuda y desorientada por las calles de Los Ángeles. Luego de tres semanas hospitalizada y de hacer público su trastorno bipolar y maníaco depresivo, la actriz volvió a su casa con el compromiso de comenzar un tratamiento ambulatorio y trabajar con médicos y especialistas para asegurarse su estabilidad mental.

Sin embargo, tras algunas recaídas (en abril la actriz volvió a ser internada, luego de que la policía recibiera una llamada sobre una mujer que estaba en peligro y que intentaba hacerse daño), la ex estrella infantil de Nickelodeon decidió por su cuenta volver a ingresar en un nuevo centro psiquiátrico ubicado en el Condado de Orange a principios de julio .

Tal como en el caso anterior, fue la propia Bynes quien sintió que necesitaba más ayuda de la que le proporcionaba el programa ambulatorio y decidió optar “por un entorno más terapéutico” para recuperarse. Según el portal estadounidense, el nuevo centro le proporcionará a la actriz un equipo médico, terapeutas y otros pacientes con los que socializar durante su estancia, algo que la actriz prefiere a la soledad de su hogar.

Según TMZ, la intérprete de Hairspray está ahora recibiendo un tratamiento más intensivo que el que recibió en la institución anterior. "Está en un tratamiento residencial, recibiendo atención las 24 horas del día, los siete días de la semana, mientras que también participa en sesiones diarias de terapia y actividades para ayudarla a desarrollar habilidades para usar cuando salga del centro", afirmaron algunas fuentes.

En abril, Amanda Bynes fue detenida por la policía y nuevamente ingresada en una clínica psiquiátrica
En abril, Amanda Bynes fue detenida por la policía y nuevamente ingresada en una clínica psiquiátrica - Créditos: @Grosby Group

Hace años que Bynes ha hecho públicos sus problemas mentales y de adicciones. En una entrevista que llevó a cabo en 2018 con el medio Paper Magazine, la intérprete dio a conocer sus inicios en las drogas. Comenzó a los 16 años fumando marihuana y más tarde probó otras sustancias más fuertes como la cocaína, el éxtasis y el MDMA, pero según la actriz, ninguna de estas drogas le causó una adicción. Los verdaderos problemas comenzaron con el Adderall (anfetaminas), una sustancia de la que abusó, en parte, porque tenía fama de ayudar a las mujeres a bajar de peso.

"Cuando estaba rodando Pase Libre (2011), recuerdo que masticaba las pastillas de Adderall. Recuerdo masticar un montón de ellas y estar literalmente atolondrada y no ser capaz de concentrarme en mis líneas o memorizarlas. Recuerdo ver mi imagen en la pantalla y, literalmente, tropezarme y pensar que mi brazo se veía tan gordo porque estaba en primer plano o lo que fuera y recuerdo salir corriendo del set y pensar: ‘Dios mío, qué mala pinta tengo'", admitió la actriz en la entrevista.

Si bien ante esta situación, Bynes volvió a quedar bajo la custodia legal de sus padres (quienes se encargaban de medicarla para controlar sus arranques psicóticos), en 2022 la intérprete solicitó el fin de dicha tutela con éxito, ya que el juez consideró que “ya no era necesaria”. A pesar de los erráticos acontecimientos de este año, sus padres no han vuelto a pedir la tutela aunque la siguen muy de cerca y la apoyan en sus decisiones. “Amanda sabe que sus padres están ahí para ella si los necesita”, confirmó un allegado al entorno familiar.

Un pasado turbulento

Sus adicciones y sus problemas mentales hicieron que Amanda Bynes se vaya alejando paulatinamente de los sets
Sus adicciones y sus problemas mentales hicieron que Amanda Bynes se vaya alejando paulatinamente de los sets

La actriz californiana comenzó a trabajar en la industria del cine y la televisión a los siete años, y con el tiempo pasó de ser una estrella infantil con un programa a su nombre a convertirse en una de las caras más conocidas de las comedias románticas adolescentes gracias a sus papeles en películas como Lo que una chica quiere (2003), donde compartía cartel con Colin Firth, o Una chica en apuros (2006), junto a Channing Tatum.

Gracias al musical Hairspray, en el que interpretaba a Penny, la inocente mejor amiga de la protagonista, ganó el Premio de la Crítica Cinematográfica a la mejor interpretación de reparto y recibió una nominación al Premio del Sindicato de Actores en 2008. Sin embargo, en el año 2010 y cuando su carrera estaba en pleno despegue (alejándose del universo infantil y juvenil), anunció una pausa indefinida en la actuación.

Fue a partir de entonces que Bynes comenzó a aparecer en los titulares por noticias que nada tenían que ver con su faceta como actriz: posesión ilegal de drogas, tirar una pipa para consumir marihuana desde la ventana de su apartamento ante la llegada de la policía y numerosos problemas por conducir bajo los efectos de estupefacientes son solo algunos de los cargos que la llevaron a los tribunales en pocos meses. Esto, sumado a las imágenes en las que prendía fuego un pantalón en la entrada de su casa o en las que se rasuraba su popular melena rubia, daban cuenta de que algo estaba ocurriendo en la vida de la joven intérprete.

En 2013, Bynes aceptó ser ingresada en un centro de desintoxicación y, en diciembre de ese mismo año, sus padres obtuvieron su custodia legal tras confirmarse su diagnóstico de trastorno bipolar. Cuatro años más tarde, la actriz reapareció para decir que llevaba sobria todo ese tiempo gracias a la ayuda de sus progenitores. “Estoy realmente avergonzada por las cosas que dije. No puedo volver atrás en el tiempo, pero si pudiera, lo haría. Estoy muy triste por todos a los que he lastimado y sobre quienes he mentido, es algo que me corroe por dentro”, expresó vía Twitter sobre algunas difamaciones que había hecho sobre su padre.

Sin embargo, en 2019 volvió a ser ingresada en un centro psiquiátrico tras sufrir una recaída. Situación que se repitió una y otra vez hasta estos días, donde ante la poca efectividad de su tratamiento ambulatorio ha decidido internarse por su propia cuenta y recuperarse bajo la mirada estricta de sus médicos.

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