Por qué Ana de Armas, Pedro Pascal y Bad Bunny están cambiando las reglas del mundo del espectáculo en los Estados Unidos

Ana de Armas comenzó su monólogo en castellano en Saturday Night Live
Ana de Armas comenzó su monólogo en castellano en Saturday Night Live - Créditos: @Instagram / @apoyoanade

Benito Martínez Ocasio se dirigió a la audiencia y preguntó: What do you prefer? Me talking in English (¿Qué preferís, que siga hablando inglés) o español?”. “¡Español!”, respondió al unísono el público. “Entonces, ustedes mandan”, les contestó Bad Bunny a las miles de personas que bailaban reggeatón con el portorriqueño, cabeza de cartel de uno de los festivales más importantes del mundo, Coachella, en el desierto de Indio, en California. A poca distancia de Los Ángeles, donde el artista participó en la ceremonia de los Grammy este año y vio cómo la televisión subtitulaba su actuación con un “speaking non-english; singing in non-english”, como si fuese tan difícil dejar la propia letra o incluso, si es que fuese necesario subtitular, escribir, ejem, “hablando en español; cantando en español”, no fuese a ser que alguien se preguntase de qué idioma se trataba.

Este fin de semana, Bad Bunny se convirtió en el primer artista de habla hispana en ser cabeza de cartel de Coachella, donde también se lució Rosalía, que se dirigió al público en español. Casi al mismo tiempo en que la artista catalana se disponía a subir al escenario de Indio, en uno de los programas más reconocidos de la televisión estadounidense, Saturday Night Live, la actriz cubano-española Ana de Armas daba el monólogo de presentación antes del show de la cantante colombiana Karol G. De Armas arrancó a hablar adivinen en qué idioma para explicar que nació en Cuba y que estaba a punto de convertirse en ciudadana estadounidense.

Todo esto ocurrió en los últimos días, pero hace un par de meses, también en SNL, el omnipresente Pedro Pascal, el chileno ―quizás no solo eso― más deseado del mundo, recordaba en su monólogo en el programa de televisión que logró impulsar su carrera después de que sus padres huyeran de la dictadura de Pinochet. Además, contó que en Chile siguen viviendo sus más de 30 primos a los que envió una cariñosa petición ¿En qué idioma? El mismo en el que cantó Shakira junto a Bizarrap en el programa de Jimmy Fallon poco después.

La importancia del español, para algunos por lo visto “speaking non-english”, no es nueva: más de 62 millones de estadounidenses son de origen hispano, de los cuales el 70% utiliza el idioma en el ámbito familiar. Pese a que el altavoz de las estrellas hispanas suena cada vez más fuerte, aún hay mucho camino por recorrer. Días atrás, la actriz mexicana Karla Souza desató una polémica en las redes sociales después de contar una anécdota en la que, pese a su aspecto de mujer blanca, rubia y de ojos claros, en la industria audiovisual estadounidense sigue siendo considerada parte de una minoría, es decir, entre afrodescendientes o hispanos, mayoritariamente mexicanos, y por eso recibe un salario menor que el de sus compañeros estadounidenses blancos.

El de Souza y el de otros tantos que llegaron antes, no obstante, se trata de un problema de élite. El español, lo hispano, lo latino, está apenas entrando en una nueva fase en Estados Unidos. Hay decenas de millones de personas que viven allá y otros tantos miles que al cabo del año tratan de alcanzar el país, que ni siquiera sueñan con esas problemáticas. Las discriminaciones y los problemas estructurales poco cambian con los años, pese a que los escaparates son cada vez más grandes y llegan más lejos los parlantes que recuerdan que no hay que tener miedo, que se puede decir y conjugar de mil maneras distintas, pero que “speaking non-english” es que habla en español.