Ana Cristina Portillo, confesiones de una novia en plena cuenta atrás: de los secretos de su vestido a la ayuda de sus hermanas

Ana Cristina Portillo
(FÉLIX VALIENTE CASAS)

"Me veo en un momento de cambios y crecimiento, tanto personal como profesional. Estoy muy ilusionada con lo que está por llegar y me siento preparada para afrontar nuevos retos", nos dice Ana Cristina Portillo. La diseñadora cuenta ya los días para celebrar su boda con el ingeniero industrial Santiago Camacho, tras más de siete años de relación. Será el próximo 28 de septiembre, en la catedral de Jerez de la Frontera. Y como no podía ser de otra manera, la celebración tendrá lugar en la finca 'Santiago', que perteneció a sus abuelos el bodeguero Beltrán Do­mecq González y Ana Cristina Williams, en cuyo honor lleva su nombre. Era, por tanto, la casa de su madre, la inolvidable Sandra Domecq, y, por ende, la suya, un lugar muy cerca de su corazón y del de sus hermanas mayores, Alejandra, Eugenia y Claudia Osborne, que también celebraron allí sus enlaces. Tras el gran cambio de su rumbo profesional hace tres años, con el que está encantada, ahora comienza también una nueva etapa para la novia, que llegará al altar del brazo de su padre y padrino, el empresario y fotógrafo gaditano Fernando Portillo.

Ana Cristina Portillo posando en HOLA+4182
"Me veo totalmente preparada para la nueva etapa y tengo muchas ganas", nos comenta Ana Cristina, que dará el 'sí, quiero', en la catedral de Jerez, con un vestido de Jorge Acuña

"He estado muy tranquila, muy emocionada y con ganas, aunque, a medida que se acerca el momento, van creciendo los nervios"

—Estás en la cuenta atrás para tu boda, ¿sientes muchos nervios, emoción, algo de vértigo?

—Por ahora, he estado muy tranquila, muy emocionada y con ganas, pero pocos nervios. Aunque, a medida que se acerca, van creciendo.

—¿Y cómo ves a Santi en estos momentos? ¿Quién de los dos mantiene la calma y tranquiliza al otro?

Estamos los dos muy tranquilos, pero, conociéndome, él será el que mantenga la calma y me tranquilice cuando llegue el momento nervios.

—¿Participa mucho en los preparativos o delega todo en ti?

—Participa en todo, puede que yo sea la que acaba ejecutando, pero todo lo hablamos y comentamos antes.

"No soy la novia clásica, ni la que estamos acostumbrados a ver últimamente. Pero tampoco soy una novia rompedora. Voy muy 'yo', que al final es lo más importante"

Ana Cristina Portillo
Ana Cristina Portillo

—¿Y tienes ya listas las 23 telas que has pintado para los vestidos de tus hermanas y tus 20 testigos?

—Finalmente, han sido 25 estampados nuevos, más cuatro que ya estaban hechos (¡en total 29!). Bueno, y todos los que he hecho que, al final, no hemos utilizado. Ha sido un trabajazo, hubo un momento que no sabía si me daría tiempo, no hemos tenido mucho margen y los últimos estampados los entregué el 31 de julio. Menos mal que estaban por delante todo agosto y todo septiembre para poder hacerse sus vestidos.

—¿Has hecho peticiones de encargo o has dicho: 'Mirad, chicas, estas son las telas que voy a hacer y elegid'?

He hecho cada diseño personalizado, menos los que ya estaban hechos. Desde elegir el tejido hasta los motivos del estampado, hubo muchas amigas que me enviaron inspiración y otras que me contaron recuerdos que tenían un significado especial para ellas, para poder incluirlos en los estampados. Incluso en detalles como el tono de un color, haciendo varias pruebas, hasta encontrar el que más favoreciera a la persona y que se integrase bien con el diseño. Ha sido un proceso muy emocionante y, al mismo tiempo, estresante e incluso muchas veces frustrante, cuando no conseguía plasmar lo que quería. Cada diseño es único y refleja la personalidad de quien lo lleva, y es lo que más ilusión me hace: haber podido crear una tela única en el mundo para cada una de mis amigas.

—Pintando y, además, tan relacionado con el mundo de la moda, ¿has encontrado tu verdadera vocación?

—Sí, es algo que me encanta, tiene una parte muy creativa y manual que me reta mucho y que me hace superarme y aprender cada día. Nunca pensé que me dedicaría a esto, pero estoy feliz de haberme lanzado.

—¿De quién has heredado la vena artística?

—Me viene por mis dos familias. Mi padre siempre ha tenido una gran pasión por el arte, tiene llenas las paredes de acuarelas y cuadros, que va comprando en diferentes lugares del mundo, y tiene un ojo increíble, hace unas fotos impresionantes. Por la familia de mi madre, todos son muy artistas: mis abuelos pintaban, mis tío y mis primos también.

Ana Cristina Portillo posando en HOLA+4182
Ana Cristina Portillo posando en HOLA+4182

"Mis hermanas me están ayudando mucho. Cada una aporta su granito de arena, ya sea con ideas, consejos o simplemente estando ahí para escucharme. Les pido su opinión en casi todo"

—¿Qué te inspira y dónde sueles pintar?

—Cualquier cosa me inspira, desde la cornisa de un edificio hasta una hoja o el reflejo del agua. A mí también me encanta la fotografía y siempre estoy con el móvil o la cámara preparada para hacer una foto a cualquier cosa que me inspire para, más adelante, tranquilamente pintar en casa.

—¿Cuáles son tus sueños y proyectos en el ámbito profesional? ¿Dónde te quieres ver en cinco años, por ejemplo?

—Mi sueño es seguir creando piezas únicas y atemporales, que las personas puedan disfrutar en su armario o casa durante toda su vida. En cinco años, me encantaría ver mi marca consolidada y que sea reconocida por la calidad de mis diseños y la autenticidad de mis estampados. También me gustaría expandir mi línea de productos, como los de decoración del hogar, siempre fiel a mis valores de personalización, calidad y exclusividad.

—¿Nunca te has planteado lanzar una colección diseñada íntegramente por ti?

—Por ahora, no me planteo lanzar colecciones, prefiero centrarme en crear diseños atemporales, que se puedan combinar con diferentes estampados y tejidos, ofreciendo versatilidad y personalización.

Ana Cristina Portillo con sus hermanas
Ana Cristina Portillo con sus hermanas

—¿Te consideras pintora, diseñadora, ambas cosas? ¿Y dónde has dejado entonces el mundo de las finanzas?

—La pintura es la base de todo mi proceso creativo, y la moda es la forma en la que materializo esas ideas. Aunque dejé el mundo de las finanzas y del transporte marítimo para seguir mi pasión, todo lo que aprendí en esa etapa me ha sido muy útil para gestionar mi marca. No he dejado de lado mi formación, simplemente, la he redirigido hacia algo que me apasiona mucho más.

—Hace poco más de tres años, eras ejecutiva en una empresa de transporte marítimo. ¿Ahora serías capaz de regresar a una oficina, como antes?

—Sin duda, me costaría bastante volver a una oficina, aunque, por otro lado, echo de menos el tener horarios, ya que, a día de hoy, nunca sabes cuándo empiezas y cuándo terminas de trabajar.

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Cuando todo empezó

—Una boda, la de tu hermana Claudia, te cambió la vida, porque todo empezó ahí, cuando fuiste con un vestido que hiciste tú…

—Sí, no me esperaba que tuviera tan buena acogida y, sin duda, me hizo mucha ilusión, ya que, a partir de ahí, comencé con los encar­gos.

—Ahora viene otro cambio a nivel personal, por tu boda. ¿Visualizas ya ese día?

—Estoy intentando vivir el día a día y disfrutar de los preparativos. Puedo hacerme una idea de cómo será el día, estoy segura de que estará lleno de emoción.

—Tus hermanas se han volcado para ayudarte con los preparativos.

Sí, todas me están ayudando mucho. Cada una aporta su granito de arena, ya sea con ideas, consejos o simplemente estando ahí para escucharme. Les pido su opinión en casi todo y, aunque a veces cada una tenga su visión, siempre llegamos a un consenso que me hace sentir más segura en mis decisiones.

—Nos contaste que tu vestido de novia es de Jorge Acuña, ¿es exactamente como lo habías imaginado o ha ido cambiando en el proceso?

—La idea base desde el principio ha sido la misma, aunque confieso que sí ha cambiado en el último momento.

"Aunque dejé el mundo de las finanzas y del transporte marítimo para seguir mi pasión, todo lo que aprendí me ha sido muy útil"

Ana Cristina Portillo posa para HOLA+4182

—¿Nunca pensaste en hacer tu vestido tú misma?

—No, siempre lo tuve claro. Quería disfrutar del proceso sin esa presión adicional; tener a alguien como Jorge Acuña haciendo mi vestido me ha permitido relajarme y confiar plenamente en su visión. No solo ha hecho de diseñador, también de psicólogo en mis momentos de indecisión.

—En estas fotos estás muy diferente, ¿también serás una novia rompedora?

—No soy la novia clásica ni la novia que estamos acostumbrados a ver últimamente. Pero no soy una novia rompedora. Creo que voy muy 'yo', que al final es lo más importante. Verte favorecida y con un diseño que te represente, no algo que sea tenden­cia.

—Le dedicaste a tu madre, hace poco, un precioso mensaje, ¿cómo la tendrás contigo ese día? ¿Qué te hubiera gustado poder decirle en un momento tan importante para ti?

Sé que mi madre estará conmigo en espíritu y aún más presente de lo que ya está en mi día a día. No echo de menos decirle nada, porque le sigo hablando y rezando. Lo que sí echo de menos, muchas veces, es su contestación. Escuchar su consejo, su respuesta o su consuelo.

Ana Cristina Portillo con su novio Santiago Camacho
Junto a su prometido, Santiago Camacho

—¿Tu padre sigue tan emocionado de llevarte al altar?, ¿está muy implicado contigo en ayudarte?

—Sí, está muy emocionado. Aunque no ha estado involucrado de una manera intensa, siempre ha estado pendiente y ahí para ayudarme en todo en lo que le he necesitado.

—¿A quién te pareces más de la familia en tu manera de ser y físicamente?

—Creo que soy un buen 'mix' de mi padre y mi madre, pero es verdad que tanto mi hermana Claudia como yo nos parecemos muchísimo a mi madre.

La petición de mano

—Casi al principio del verano, celebraste tu petición de mano en casa de tu padre.

—Sí, fue en el campo de mi padre, en Córdoba. Muchas amigas me habían dicho lo emocionante que es, pero hasta que no lo vives no te lo crees. Confieso que ha sido uno de los días más bonitos de mi vida. Solo fuimos la familia directa y fue muy especial.

—¿Qué es aquello que no olvidarás de ese día tan especial?

—Todo. Desde el momento en el que me desperté y me empecé a arreglar, cuando empezaron a llegar las flores, cuando empezó a llegar nuestra familia… Cada momento fue único, se vive de otra forma. Tuve la suerte de que, al ser una comida en el campo, pude exprimir cada momento, ya que duró hasta por la noche, con muchos momentos diferentes y especiales.

—¿Qué regalo te hizo Santi?, ¿y tú le regalaste algo?

—Me regaló un anillo que diseñó junto a mi prima Jimena Cañedo y mi padre le regaló un reloj.

Ana Cristina Portillo posa para HOLA+4182

"Sé que mi madre estará conmigo en espíritu y aún más presente de lo que ya está en mi día a día"

—¿Cómo gestiona él la popularidad de tu familia?

—Santi es una persona muy tranquila y discreta. Ha sabido adaptarse bien a las circunstancias de mi familia, lo lleva con mucha naturalidad. Él siempre me apoya en todo y sabe cómo mantenernos centrados en lo que realmente importa.

—¿Hay una Ana Cristina diferente, ahora que vas a comenzar una nueva etapa?

—Creo que yo he cambiado mucho como persona y que sigo cambiando, espero, a mejor. Creciendo y madurando según se van dando las circunstancias. Ahora me veo totalmente preparada para la nueva etapa y tengo muchas ganas.

—¿En qué crees que cambiará tu vida tras la boda?

—Aunque no creo que sea algo inmediato, estoy segura de que mi concepto de familia cambiará.

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