Ana Karenina en Halloween, una comedia lúcida e ingeniosa protagonizada por Florencia Torrente y Federico Salles

Flor Torrente y Federico Salles en Ana Karenina en Halloween, de Eva Halac
Flor Torrente y Federico Salles en Ana Karenina en Halloween, de Eva Halac

Ana Karenina en Halloween. Autoría y dirección: Eva Halac. Intérpretes: Flor Torrente y Federico Salles. Voces en off: Mora Monteleone y Juan Halac. Escenografía: Gabriela Gerdelics. Iluminación: Vero Alcoba. Música y diseño sonoro: Gustavo García Mendy. Sala: Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857). Funciones: lunes, a las 20. Duración: 60 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

A su regreso de una fiesta en Halloween, Inés se pregunta si su matrimonio fue por conveniencia. Mientras su marido Lorenzo, cree haber descubierto en esa reunión, que ella lo engañó con un actor con el que iba a interpretar a Ana Karenina, en una coproducción europea y no pudo hacerlo por haber quedado embarazada en ese momento.

Ella tiene 30 y es actriz, aunque ahora no trabaja porque debe cuidar del niño, que ahora tiene dos años. Él, 35 y es diputado. Que a nadie se le ocurra decirle funcionario, como ocurrió en la reunión a la que asistieron, porque lo ofenden. Para Lorenzo ser diputado, es hacerse la película. Verse rodeado de banderas flameando, mientras se escucha el himno. Irónicamente o no, para la fiesta Inés eligió convertirse en Ana Karenina y Lorenzo en El Zorro, dos atuendos que despertarán consecuencias un poco fatales para la pareja.

Federico Salles y Flor Torrente, en Ana Karenina en Halloween de Eva Halac
Federico Salles y Flor Torrente, en Ana Karenina en Halloween de Eva Halac

Eva Halac, titiritera, dramaturga, directora, es la autora de esta comedia lúcida e ingeniosa en la diversidad de situaciones o cuestiones que expone sobre la pareja, el hombre, la mujer y la familia. Para hacerlo se inspiró en una lectura abierta, fresca y sarcásticamente irónica de Ana Karenina, que el autor ruso León Tolstói escribió allá por 1878. Con una vastedad de obras dirigidas entre textos para títeres y actores, de las que entre muchísimas otras, se destacan: Cómo provocar un incendio, de Gonzalo Heredia, que dirigió este año; Las manos sucias, de Sartre, en 2022 y en años anteriores J.Timmerman, de su autoría; o clásicos argentinos como El reñidero o Un guapo del 900. El teatro que elige poner en escena Halac es casi como un juego de espejos de la sociedad de su tiempo, cuyo mayor valor radica en animarse a experimentar, probar, exponer, entablar una dialéctica abierta con el espectador. De allí qué en esta Ana Karenina en Halloween, elige tomar prestados algunos elementos de la novela de Tolstói, como ese afanoso deseo del personaje de Ana de ser una mujer independiente, libre, casi feminista, pero que lamentablemente termina siendo víctima de las mayores injusticias de su tiempo. A la vez que desnuda una sociedad inmersa en las apariencias, en la hipocresía y en la injusticia.

Torrente y Salles, en una comedia lúcida e ingeniosa
Torrente y Salles, en una comedia lúcida e ingeniosa

Con estas sutiles, pero certeras premisas, Halac va tejiendo una trama de lúcidas de situaciones, que vuelven a desnudar la puja entre elegir ser libre, o tener que jurar fidelidad al hombre, al marido, a pesar de que este al principio la utilizó para ascender en su profesión. O mientras ella cuida del bebé y se ve obligada a abandonar su profesión, él decide emprender un viaje de trabajo y le endosa a su madre psicoanalista como dama de compañía. Inés aunque está harta del encierro, no cambiaría nada por cuidar a ese niño, del que aspira a que nunca llegue a sentirse huérfano como lo fue ella a los seis años.

Torrente y Salles, Inés y Lorenzo se van adueñando de a poco de ese texto, algo hilarante, de marcados aciertos en sus giros dramáticos y de afilada acidez e ironía. Del ingreso algo frío en escena, los intérpretes van “calentando lentamente los motores” hasta llegar a dos interpretaciones que muestran ternura y exponen la puja aún vigente en si la libertad de elegir tiene el mismo valor para la mujer y el hombre, o no. Esa sensación de quitarse un peso de encima en Inés al final indica que es hora, como sociedad, de tirar las cartas nuevamente sobre cuáles son los derechos individuales y sociales de cada uno. La música y los efectos sonoros de Gustavo García Mendy, como el de los murciélagos, son un acierto más de esta original y divertida pieza.