Ana Obregón ya está en Mallorca para pasar su primer verano con su nieta

Ana Obregón ya está en Mallorca dispuesta a vivir su primer verano con su nieta. La presentadora y actriz ha aterrizado en suelo balear este primer viernes de julio al mediodía con la pequeña Ana Sandra, con quien disfrutará de un agradable tiempo de descanso y desconexión en El Manantial, la imponente vivienda que el padre de la intérprete construyó en la década de los sesenta en uno de los acantilados de la Costa de los Pinos. Tras un vuelo de cerca de una hora y media en un jet privado, ambas han sido recibidas en el aeropuerto de Son Sant Joan por una persona de confianza que se ha encargado de su inminente traslado al domicilio familiar.

Ana Obregón y Ana Sandra
Ana Obregón y Ana Sandra

El 'renacer' de Ana Obregón se refleja también en sus looks: esto es lo que nos ha contado su estilista

Pese a que su llegada no se esperaba hasta este domingo, Ana y la bebé, que el próximo 20 de julio soplará las velas de su cuarto mes de vida, han hecho su desplazamiento hoy, un momento que han captado las cámaras del programa Así es la vida. Tal y como han contado desde el espacio televisivo, la actriz, que llevaba a la niña en sus brazos, se ha sorprendido al ver los flashes. Enfundada en un vestido muy veraniego de corte midi, tirantes y vibrante tonalidad fucsia y abrazando a Ana Sandra, a quien llevaba pegada a su pecho, la madrileña ha salido del aeropuerto cubriendo su mirada con unas grandes gafas de sol.

Ana, que ha preferido no hacer declaraciones y ha seguido su rumbo sin detenerse, se prepara para iniciar una etapa muy especial en uno de los lugares más significativos para ella. Se trata del primer verano como abuela, el primero en que deja atrás el riguroso luto tras el fallecimiento de su hijo en 2020. En su refugio inmobiliario con vistas al mar, la casa que levantó su recordado progenitor, Antonio García Fernández, que cuenta con 8.000 metros cuadrados de parcela, una fabulosa piscina y todo tipo de comodidades, volverá a crear memorables recuerdos y primeras veces con la benjamina. Con toda seguridad, compartirá con ella encantadoras vivencias que tuvo con Aless, quien creció bajo los atardeceres naranjas y las cristalinas aguas que bañan Mallorca cada verano.

Ana Obregón, Alessandro Lequio y Aless
Ana Obregón, Alessandro Lequio y Aless

Precisamente entre las líneas del libro que lanzó y que comenzó a redactar Aless, El chico de las musarañas, El Manantial cobra gran protagonismo. Fue allí donde Ana vivió sus capítulos más felices como madre: "Tu padre y yo te trajimos con un mes recién cumplido", recuerda en la obra, donde también cuenta que fue allí donde el niño pronunció su primera palabra: "Solito. Y solito hiciste todo en esta vida, siempre intentando mantenerte al margen de la fama de tus padres" y su segunda, que fue "papá". Los chapuzones en el mar, los gateos entre los naranjos del jardín, las travesuras e incluso las "salidas a discotecas que me mantenían en vela hasta que llegabas con tus diez primos a altas horas de la madrugada"; todo aquello lo vivió allí, una casa que sigue llorando la ausencia del joven, quien con tan solo 12 años ya pidió a su madre que no la pusiera en venta nunca, "pase lo que pase".

Ana Obregón y Aless
Ana Obregón y Aless

Ahora, Ana comienza a escribir una nueva historia de la mano de Ana Sandra, la niña que le ha devuelto la ilusión, una auténtica bendición que ha llegado a su vida para colmarla de alegría y ganas de comerse el mundo. Este viaje llega horas después de que la televisiva se despidiera de Mask Singer, programa en el que ha ejercido como jurado y donde ha anunciado que no estará en la próxima edición. "Quiero agradecer al equipo... antes de ponerme sentimental. Ha sido mi vuelta al trabajo con mucho cariño y amor. Hemos sido una piña. Gracias a todos", dijo, visiblemente emocionada, en su adiós.

La emotiva despedida de Ana Obregón en el 'accidentado' adiós de Mask Singer