Anonimato en la donación de gametos en reproducción asistida: los pediatras piden reabrir el debate
En el año 2022, último del que hay registros completos, nacieron en España 39.546 bebés gracias a técnicas de reproducción asistida. Son datos de la Sociedad Española de Fertilidad, lo que supone que 12 de cada cien niños nacidos en el país lo son por esta vía. Es la mayor proporción hasta la fecha atribuida a la medicina reproductiva, de acuerdo con los datos de natalidad publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A las clínicas españolas de reproducción asistida acuden muchas parejas o familias monoparentales, tanto del país como de fuera. Una de las diferencias que se ofrecen con respecto a otras legislaciones nacionales del entorno es que se garantiza el anonimato de los donantes de gametos (tanto de óvulos como de esperma), lo que no ocurre en otros lugares.
El anonimato ya no responde únicamente a cuestiones legales, sino también a dilemas éticos que afectan directamente al bienestar de los menores
El derecho de los menores a conocer su origen biológico, a la palestra
En España, el anonimato para los donantes de gametos está garantizado por una ley de 2006. No ocurre así en otros países, como Reino Unido, Noruega, Finlandia o Países Bajos, donde los niños nacidos mediante reproducción asistida pueden conocer la identidad de los donantes al llegar a la mayoría de edad. En otros países, el anonimato no se garantiza y en otros es opcional para el donante.
En este sentido, el Comité de Bioética de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que ya se manifestó en un posicionamiento sobre este tema en el año 2021, ha vuelto a pedir que haya una mayor transparencia sobre el origen biológico y genético de los niños nacidos mediante reproducción asistida. El punto de partida ha sido una petición por parte de un grupo de personas nacidas por donación de gametos para conocer su origen biológico.
"El anonimato ya no responde únicamente a cuestiones legales, sino también a dilemas éticos que afectan directamente al bienestar de los menores", ha señalado del Dr. José Antonio Salinas, coordinador del Comité de Bioética de la AEP. Así, estos expertos señalan que los avances en genética y el creciente uso de pruebas de ADN hacen que sean muy improbable mantener el anonimato en la donación a largo plazo.
¿Qué se conoce de los donantes de gametos?
Las familias receptoras de gametos donados en España reciben información general de los donantes, especialmente en el ámbito de la salud, pero sin que pueda haber datos precisos que los identifiquen de alguna manera.
No obstante, en situaciones concretas donde la vida o la salud del menor estén gravemente comprometidas, la ley contempla que este anonimato podría ser levantado. Pensemos, por ejemplo, en la necesidad de un trasplante. Hay otro caso en que se revoca el anonimato del donante, y es cuando se descubre que un niño nacido a través de sus gametos donados tiene una enfermedad genética hereditaria. Se avisaría a ese donante de la situación y se evitaría que siguiera haciendo donaciones, a la vez que se informaría a los demás menores que hayan venido al mundo con sus gametos.
Para el Comité de Bioética de la AEP, el desafío actual es equilibrar el derecho reconocido al anonimato por la ley española, con el derecho del menor a conocer su filiación biológica, algo que se reconoce en otros casos como en la adopción.
Cambios familiares y una sociedad libre de estigmas
La situación española puede cambiar dependiendo de si se adoptan resoluciones en el marco europeo. De momento, el Comité de Bioética de la Asociación Española de Pediatría propone una reforma de la ley, teniendo en cuenta tanto los derechos de los menores como los cambios sociales de los últimos años. "Las nuevas realidades sociales y modelos de familia suponen un desafío que obliga a replantear los derechos de los niños con un origen genético diferente de sus padres", recalcan.
En este sentido, priorizan la necesidad de crear bancos de ADN y registros que permitan garantizar la seguridad y el bienestar de los niños a través de la trazabilidad de donantes en caso de enfermedades genéticas graves. Con esto se lograría también, como subrayan, reducir riesgos como la consanguinidad inadvertida.
Pero estas novedades deben ir acompañadas de un cambio en el entorno social que no estigmatice a los niños nacidos de gametos donados. Además, insisten en la importancia de adoptar actitudes más abiertas y transparentes respecto al origen biológico del menores nacidos mediante tratamientos de reproducción asistida. Esta mayor transparencia tiene que dotarse de más apoyo psicológico a los padres y de indicaciones sobre cómo facilitar esta información sensible a sus hijos.
Estudios recientes destacados por la AEP reflejan que estos niños suelen aceptar mejor la información sobre su origen en edades tempranas. Lo ideal es sobre los tres o cuatro años. Esta información "puede resultar difícil de aceptar e incluso traumática durante la adolescencia o la edad adulta. Muchos hijos querrían haber sido informados durante la infancia, tener datos sobre el donante e incluso encontrarse con él y sus posibles hermanos. Ocultar información no solo vulnera el derecho del menor a saber, sino que puede generar desconfianza y afectar a las relaciones familiares en el futuro", concluyen los expertos del citado Comité de Bioética.