Antònia Font y Placebo cierran un Cruïlla que ha cumplido su sueño

Barcelona, 9 jul (EFE).- El pop fantasioso de Antònia Font y las guitarras desafiantes de Placebo han cerrado este domingo de madrugada Cruïlla 2023, una edición en la que el festival ha cumplido su sueño de convertirse en el preferido de los barceloneses y consolidar un formato del que fue pionero y del que ahora es modelo.

Cruïlla nació a 30 kilómetros de Barcelona, en Mataró, y hace 15 años saltó a la capital con la intención de enamorar al público local e implantar un modelo cercano, amable, con conciencia medioambiental y música para todos los gustos.

En este tiempo, otros festivales de su entorno han crecido sin medida, pero el Cruïlla ha mantenido unas dimensiones humanas y su apuesta por la sostenibilidad ha dejado de ser la excepción para convertirse en tendencia.

El público se lo ha agradecido y, este año, el director del festival, Jordi Herreruela, ha podido afirmar, en la rueda de prensa de balance, que ha "consolidado un sueño".

Poco después, Antònia Font ha salido al escenario y su cantante, Pau Debon, ha dicho: "estamos muy contentos de estar en este festival donde hay tantos barceloneses", y ha acertado, porque el 90% de los 76.000 asistentes de este año provenían de la provincia de Barcelona.

Una cifra contundente, como también lo es el hecho de que el porcentaje de extranjeros ha sido de menos del uno por ciento.

No es de extrañar, por tanto, que la gente haya paseado estos días por el Cruïlla parándose a saludar a cada dos pasos, ni que la zona VIP haya estado llena de políticos catalanes y estrellas de la series de TV3.

En el apartado de políticos, la jornada de hoy ha sido la más generosa, con visitas ilustres, como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre el publico de Antònia Font.

En este concierto, como en todo el festival, la franja de edad mayoritaria del público ha sido entre treinta y cuarenta años, algunos acompañados de sus hijos pequeños que, como los padres, han demostrado que se saben todas las canciones, especialmente las del tramo final, con "Batiscafo Katiuscas" y "Alegria" entre las más coreadas.

En este mismo escenario, pero cuando los niños ya se habían ido a dormir, ha llegado la hora del rock de largo recorrido de los británicos Placebo, que han atraído a gran parte de las 23.000 personas que han acudido este sábado al Parc del Fòrum, con sus temas más famosos y algunas versiones muy celebradas, como la de "Shout" de Tears for Fears.

LEIVA HA CALENTADO EL ALMA ROQUERA DEL PÚBLICO

Poco antes, Leiva ha calentado el alma roquera del público con su "Cuando te muerdes el labio tour", cuyas primeras canciones han pillado a parte del público cenando en la zona de restauración desde la que se ven los conciertos del sur del recinto.

Más de uno se ha quedado sin postre para llegar a las primeras filas del concierto a tiempo de bailar "Estrella polar" y "Princesas".

Pero no todos van al Cruïlla para bailar, hay muchos aficionados a los monólogos que se acercan atraídos por el Cruïlla Comedy, un festival dentro del festival que este año ha reunido más de 40 cómicos y cuyo broche final ha puesto hoy el "pope" del género en España, el excéntrico Ignatius Farray, aún más intenso de lo habitual con referencias a las elecciones del 23J y una depresión en la que ha recaído y que incluso le ha llevado a emocionarse sobre el escenario.

En el apartado musical, Parov Stelar, Stay Homas, Moderat y Carlangas han sido los encargados de mantener viva la fiesta hasta la salida del sol.

Pero todo tiene un final y, antes o después, hay que volver a casa, tarea nada fácil este año, en el que el festival ha coincidido con las obras del metro de Barcelona, una circunstancia que ha logrado amargar la noche a más de uno, a pesar del buen rollo con el que sale el público del Cruïlla, un festival que hace de las buenas vibraciones marca de la casa.

Rosa Díaz

(c) Agencia EFE