Arctic Monkeys pone el broche de oro al Bilbao BBK Live con una potente actuación

Bilbao, 8 jul (EFE).- La banda británica Arctic Monkeys ha puesto el broche de oro a la decimoséptima edición del festival Bilbao BBK Live con una potente y cuidada actuación en la que el grupo liderado por Alex Turner ha derrochado talento y energía y ha hecho disfrutar al público.

La multitud que se agolpaba frente al escenario ha recibido a la banda británica con gritos y unas enormes ganas de disfrutar de la música en la última jornada del festival para la que se habían vendido la totalidad de las entradas, con lo que han accedido al recinto 40.000 personas.

El grupo no ha defraudado las altas expectativas que había levantado desde que fue anunciado como cabeza de cartel y ha ofrecido un sólido concierto que ha iniciado con “Sculptures of anything goes”, tema incluido en su último disco, “The car”.

“Brianstorm”, con su frenético inicio, ha servido para sacudir a un público que ha coreado la canción y disfrutado junto a los ArcticMonkeys, como haría a continuación con “Snap out of it” y las intensas y distorsionadas guitarras de “Don't sit down 'cause I've moved your chair”.

La fiesta musical ha seguido en el monte Kobetas, con un Turner con un aire dandi y voz notable, con la densa “Crying lightning” y su bajo machacón, “The view from the afternoon”, otro de esos temas de inicio arrollador y guitarras rasgadas, “Four out of five" y “Cornerstone”.

El cuidado sonido ha dejado al público disfrutar de las canciones de la banda entre las que no han faltado “Why'd you only call me when you're high”, una potente “Arabella”, “I ain't quite where I think I am”, “Pretty visitors” y “Fluorescent adolescent”.

Con el rompedor "Do I wanna know?”, Arctic Monkeys ha enfilado la recta final de un concierto que hasta entonces no había defraudado, y que no lo iba a hacer en lo que restaba, con canciones como “Mardybum" y la elegante y sosegada “There'd better be a mirrorball”, el primer single de su último disco.

Después, dos focos han iluminado una bola de discoteca, con el nombre de la banda, situada en lo alto del escenario y han sonado “505”, una de las canciones más representativas de la banda, y “Body paint”, con la que Turner y compañía han abandonado momentáneamente el escenario.

Restaban los bises, un tiempo extra previsto para continuar disfrutando del concierto que se ha cubierto con la delicada “I wanna be yours”, con otro de esos temas de título inmenso, “I bet you look good on the dancefloor”, y con la energía de “R U Mine?”, que ha cerrado la actuación de Arctic Monkeys.

Destacada también en esta última jornada del festival la actuación de Love of Lesbian, que ha regresado al Bilbao BBK Live tras el concierto que ofreció en 2016 y que fue su primera presencia en el festival vizcaíno, aunque en esta ocasión lo ha hecho en el segundo escenario.

El “Viaje épico hacia la nada”, tema que da título a su octavo y, hasta el momento, último álbum de estudio ha servido a la banda liderada por Santi Balmes para abrir una actuación soberbia ante un entregado público que a juzgar por su bailes, saltos y gritos ha disfrutado.

El público ha demostrado saberse de memoria sus canciones, y aunque se ha echado en falta alguna, han cantado junto a Balmes temas como “Nadie por las calles”, “Bajo el volcán” y, sobre todo, “I.M.T. (Incapacidad moral transitoria)”, “Club de fans de John Boy”, “Cuando no me ves” y “Allí donde solíamos gritar”, que ha cerrado la actuación.

Quien sí se ha subido al escenario principal ha sido The Last Dinner Party, grupo femenino surgido en el underground británico que ha debutado recientemente con el single “Nothing matters” y que ha comenzado 15 minutos tarde, cuando ya sonaba en el escenario pequeño Cala Vento.

El Bilbao BBK Live ha cerrado así su decimoséptima edición con tres días de música en los que se habían programado más de 100 conciertos con Florence + The Machine, Pavement y Arctic Monkeys como cabezas de cartel y actuaciones de Phoenix, The Chemical Brothers y Duki, entre otras.

Juan José Gutiérrez

(c) Agencia EFE