Argylle: Agente Secreto | Top de críticas, reseñas y calificaciones

En teoría, esta podría ser una película divertida, pero es muy consciente y admirable de sí misma, con secuencias de acción clave que se anulan al reproducirse en dos niveles, el imaginario y el real, anulándose así entre sí. La idea de Argylle 2 y Argylle 3 es muy desalentadora (...) Vaughn y el guionista Jason Fuchs nunca le dan a esta escritora ninguna línea divertida o interesante ni encuentran una manera satisfactoria de dejar que su personaje participe en la broma difícil de manejar y resaltar su supuesta doble cualidad como heroína de acción...

El último esfuerzo como director de Matthew Vaughn no trata de presionar los mismos botones que su serie Kingsman, pero a medida que ese alivio se desvanece, queda claro cuánto Argylle está reciclando ideas e imágenes de esas (y otras mejores) películas. Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell forman una pareja entrañable, pero están comprometidos en una aventura ocasionalmente loca que carece de la gracia necesaria para igualar a sus estrellas.

Primero demasiado lento, luego demasiado tonto, el juego bien interpretado pero descarriado de Vaughn dispara ideas a medias sin el enfoque necesario para hacerlas realidad (...) Si bien la presencia ingeniosa de Rockwell ayuda a levantar el ánimo, sus escenas de lucha son demasiado cocidas o cursis para impactar. Cavill se ve reducido a lucir suave mientras es arrastrado por el aire hacia atrás, su cabello despeinado es un paralelo visual para secuencias de acción extrañamente planas que ni se sacuden ni se mueven. Y él no es el único talento desperdiciado aquí: Ariana DeBose, Samuel L Jackson y Chip el gato están infrautilizados de manera variable.

No es sólo que Argylle sea innecesariamente complicada; es que es extravagantemente insípida (...) Desafortunadamente, Howard y Rockwell no comparten ninguna química humorística o romántica, y las situaciones vertiginosas de sus personajes son de tipo pedestre. Para colmo, casi todas las localizaciones exteriores de la película parecen haber sido creadas con una pantalla verde, lo que le da al material una falsedad que se extiende hasta el villano nominal de la saga...

Avanza tan rápidamente a través de sus revelaciones que apenas tienes tiempo para considerar si realmente todo cuadra, mientras que la realización cinematográfica siempre elegante de Vaughn a veces da paso a composiciones generadas por computadora ligeramente sin aire. (...) Pero donde importa, Argylle lo hace bien. La acción, el trabajo final del difunto gran coordinador de peleas Brad Allan, es inventiva y cuenta con el tiroteo más dulce jamás visto; Howard y Rockwell son dinamita juntos, ambos tienen mucho que hacer; Chip, el gato de Claudia Schiffer, da en el clavo. Y nada de chistes dudosos para empezar. Entonces, suficiente para tenerte esperando el próximo capítulo de Conway.

No importa cuántos extras ¡ajá! que este cansado recauchutado te sigua lanzando, la película todavía se siente como si estuviera chupando viento hasta el desvanecimiento. En ese momento, un truco posterior a los créditos parece insinuar más aventuras por venir, un concepto que se siente menos como una promesa y más como una amenaza. Es posible que llegues a Argylle preguntándote, según el eslogan de la película que provoca la curiosidad, ¿quién es el verdadero Agente Argylle? Pero seguramente se irá con una pregunta diferente: ¿No debería ser ilegal una pérdida tan colosal de talento y de tiempo precioso?

Después de que el omnipresente tráiler convirtiera la revelación del agente Argylle en un meme, el desenmascaramiento siempre estuvo destinado a decepcionar. Sin embargo, es peor que simplemente una trama equivocada incapaz de satisfacer las expectativas. (...) El guión de Jason Fuchs construye su pastiche de espías en torno a una pregunta central: ¿quién es el verdadero Argylle? Una vez que los espectadores tienen la respuesta, se expone el pensamiento poco original que vino antes y les permite ignorar las travesuras sin inspiración que vienen después. Argylle resulta vacía de adentro hacia afuera.

Aunque Elly comienza la aventura en modo damisela en apuros, no tarda mucho en demostrar lo aguda que es su mente para todo lo relacionado con el espionaje. Después de todo, para ser una autora de tanto éxito, debe conocer el tema. Al final, la película también la trata como a una heroína de acción. El problema es que está atrapada en una comedia de espías mal escrita, no mejor que la torpe que la escuchamos leer en la escena inicial, con sus frases cursis y sus giros triples. Cuando un flashback de los créditos finales intenta contextualizar sorpresivamente todo lo que sucedió antes, el patrón nos ha dejado los ojos irreparablemente bizcos.

...cuando una película de Matthew Vaughn no es divertida, no tiene mucho a qué recurrir. A partes iguales de “Romancing the Stone” y “Jason Bourne” (aunque ambas inspiraciones están sofocadas bajo el barniz característico de Vaughn), Argylle termina con otro glorioso subidón que una película más seria nunca habría podido lograr, pero la pelusa endeble e hiperartificial que conduce a él está tan decidida a justificar su propio absurdo que no nos deja suficiente oportunidad de disfrutarlo (...) No ayuda que el sentido del humor juvenil de Vaughn no combine bien con la energía de comedia romántica del guión de Fuchs, y el director sólo parece desgarrado aún más por la decisión de hacer esta película PG-13, a pesar de que Apple la produjo como un anuncio glorificado de su plataforma de streaming...

Aunque Argylle puede tener demasiados giros para su propio bien, en última instancia, esos giros ayudan a cambiar la cara de la película y convertirla en algo más satisfactorio de lo esperado. El ángulo del romance le da a Vaughn un nuevo campo en el que jugar con su propia visión única y, además, es innegable que todavía sabe cómo ejecutar una secuencia de acción emocionante, incluso si se vuelven totalmente increíbles. De hecho, incluso podría ser mejor cuando Vaughn se vuelva totalmente loco. Como mínimo, el cineasta ofrece algunas cosas interesantes que no hemos visto en una película de acción moderna como esta, lo que puede ser un gran desafío después de muchas películas de Misión: Imposible y John Wick.