Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone casi llegan a las manos durante sus años de máxima rivalidad

Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone en una imagen de 2012 credit:Bang Showbiz
Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone en una imagen de 2012 credit:Bang Showbiz

Los actores Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger mantuvieron una de las enemistades más mediáticas de la industria de Hollywood durante las décadas de los 80 y 90: un tema que ambos han querido rememorar ahora en el marco del nuevo documental de Netflix 'Arnold', que repasa la fascinante vida del culturista austríaco que acabó ejerciendo como gobernador de California entre los años 2003 y 2011.

Los veteranos actores protagonizaron algunas de las películas más aclamadas del cine de acción y aventuras de la época, como las sagas 'Rambo' y 'Rocky', en el caso de Stallone, o 'Terminator', 'Conan el bárbaro' y 'Desafío Total', en lo que respecta al segundo. A diferencia de otras rivalidades del mundo del espectáculo, forzadas o construidas artificialmente por motivos promocionales, la animadversión que ambos sentían por el otro era real y rozaba el odio. Sólo con el paso de los años pudieron limar sus diferencias, escenificando su reconciliación en cintas como 'Los mercenarios' o 'Plan de escape' en la década pasada.

"Siempre necesité de un enemigo. Cada vez que hacía una película de éxito, como la segunda entrega de 'Rambo', tenía que averiguar la manera de superar lo que había hecho. Competíamos por todo: quién era más duro, quién tenía mejores armas, quién tenía más musculatura. Sly y yo estábamos en guerra", ha admitido Schwarzenegger en su documental, justo antes de extraer la lección más positiva de esa lucha de egos. "Sin Stallone, seguramente no habría estado tan motivado, no habría trabajado tan duro", señala.

Por otro lado, como ha expresado el intérprete, guionista y productor italoamericano, su conflictiva relación con su ahora amigo llegó hasta tal punto de virulencia, que en más de una ocasión tuvieron que separarles para que la sangre no llegara al río. "Era un nivel de antagonismo increíble. Me pateaba constantemente el culo [en referencia a la taquilla]. No podíamos soportar la idea de estar juntos en la misma habitación. Nos tenían que separar", ha revelado en la misma producción.