Asesinato en el fin del mundo: inteligencia artificial, planteos existenciales y misterios en porciones para un policial con aspiraciones
Asesinato en el fin del mundo (A Murder at the End of the World, Estados Unidos/2023). Creadores: Zal Batmanglij y Brit Marling. Elenco: Emma Corrin, Clive Owen, Harris Dickinson, Brit Marling, Alice Braga, Joan Chen, Jermaine Fowler, Raúl Esparza. Disponible en: Star+. Nuestra opinión: buena.
La nueva serie de Star+ parece tener todos los ingredientes de las series contemporáneas: una estructura moldeada en el policial, una mujer detective, dos tiempos alternados y una historia de amor desgraciada. Una especie de cóctel perfecto para la sensibilidad de estos tiempos: el cinismo de la investigación y una pizca de romanticismo mancillado por la pérdida. Todo a dos tiempos, como se debe, porque así se cimenta la intriga que obliga a ver el siguiente capítulo. Pero también Asesinato en el fin del mundo es otra cosa, un desvío de esa premisa previsible. ¿Un crimen que oculta un secreto plan de dominación ideado por un gurú de la tecnología? ¿Una ex hacker convertida en artífice de una revuelta contra el dominio de la inteligencia artificial? ¿O apenas un true crime con asesinos seriales y ciertas veleidades de sofisticación existencial?
Asesinato en el fin del mundo parece querer ser un poco de todo eso. El riesgo es perderse en los múltiples senderos de ese laberinto. De su lado está la infinita imaginación de sus creadores, Zal Batmanglij y Brit Marling, artífices de la serie de culto The OA, capaces de dar forma a un mundo opaco e inquietante en el que nada es lo que parece. Derby Heart (Emma Corrin) es autora de la última sensación editorial en el universo de los “crímenes verdaderos” y llega en el último minuto para una de sus lecturas ante un público ávido de misterios. Su aspecto es aniñado y frágil, ensimismada en sus auriculares, exponente de una forma de investigación contemporánea que combina temeridad y habilidades tecnológicas. En la exposición revela la gestación de su escritura: como hija y asistente de un médico forense se ha especializado en detectar anomalías en las escenas criminales. La atención a esos detalles la condujo a un asesino serial y luego al prometido best-seller: La desconocida de plata. Derby es nuestra protagonista y también la narradora de la historia.
Pero en el pasado, además del seguimiento del asesino hasta la guarida de sus crímenes, Derby vive un romance con Bill (Harris Dickinson), otro aficionado al true crime a quien conoce de manera virtual y juntos forman una pareja de investigadores amateurs. Ese amor signado por los tiempos de la tecnología y las obsesiones contemporáneas no esquiva el destino trágico del romanticismo decimonónico. En el presente, Bill ha desaparecido de la vida de Derby. No solo eso, sino que se ha convertido en Colmillo, un excéntrico artista callejero con sus tatuajes y sus modales de poeta maldito. La serie explora el pasado de Derby como sucesivas piezas de un esquivo rompecabezas: la crianza en la morgue, la creciente obsesión por las víctimas invisibilizadas, la habilidad para surcar los misterios de la ‘deep web’. Distintos tiempos la materializan tímida y outsider, una freak de la tecnología que encuentra en el esclarecimiento de aquellas muertes olvidadas una vindicación personal.
Pero el eje de Asesinato en el fin del mundo es otro: un retiro en Islandia al que Derby es invitada junto a otras personalidades del presente: científicos, inventores, activistas ecológicos y variados artistas se reúnen en un hotel de lujo para reflexionar sobre el mundo que se avecina, signado por cataclismos climáticos, distopías tecnológicas y el mismísimo abismo del fin del mundo. Los anfitriones son el magnate tecnológico Andy Ronson (Clive Owen) y su esposa, Lee Anderson (Brit Marling), una ex hacker admirada por Derby en su adolescencia. Pero, vaya sorpresa, cuando entre los invitados asoma Bill, atormentado y tentador como siempre, elusivo en su secretismo y apenas visible para luego convertirse en un cadáver. La búsqueda de Derby no es solo de la verdad detrás de ese nuevo asesinato, sino del trasfondo que enlaza su escritura del pasado con los interrogantes de ese incierto presente.
La serie construye una atmósfera similar a la que definió a The OA y a otra serie como Mr. Robot, de Sam Esmail, sin la mística que presentaba la primera ni la tensión de la segunda, en parte por las ataduras que aquí se revelan con las fórmulas de la ficción de plataformas: los trucos del policial y los misterios escalonados del true crime. Pese a ese corsé narrativo, hay un ritmo bienvenido en el desarrollo de la acción, que esquiva el golpe de efecto para explorar los contradictorios sentimientos que habitan en todos los personajes. La admiración que despierta Lee, ese amor perdido que representa Bill y el poder que exuda la presencia de Andy Ronson envuelven a Derby en un camino sinuoso y algo experimental como la propia vocación de la historia. El dilema que se plantea, en definitiva, es si la necesidad de resolución que anida en el policial podrá sostener los planteos existenciales sin claras respuestas que Batmanglij y Marling avizoran en el futuro del mundo tal como lo conocemos.