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Una serie de casos de brutalidad policial en Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, conmocionan a la opinión pública y ponen en aprietos al gobernador Tarcísio de Freitas, aliado del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y considerado posible candidato presidencial para 2026.La presión sobre el gobierno paulista creció luego de que se viralizara un video de un agente de la Policía Militar (PM) que arrojó desde un puente hacia el agua a una persona detenida, que sobrevivió a la agresión. El policía fue arrestado.Ese fue el último de varios hechos de violencia policial que en las últimas semanas impactaron a Sao Paulo, motor económico del país.Las autoridades del estado argumentan ante las críticas que los índices de criminalidad bajaron durante la gestión de Freitas, exministro del gobierno de Bolsonaro (2019-2022).En marzo pasado, el gobernador minimizó una denuncia ante las Naciones Unidas por el accionar policial. "Me da lo mismo", declaró.Sin embargo, tras los episodios recientes, De Freitas admitió este jueves en una rueda de prensa que "es momento de tener humildad y decir: bueno, hay algo que no está funcionando".También afirmó que estaba "completamente equivocado" en oponerse a que los policías porten en sus uniformes una cámara de video obligatoria para registrar todas sus acciones, con grabación automática e ininterrumpida.Freitas había promovido un cambio por un modelo de cámara que los agentes podrían apagar a discreción. Pero ahora prometió que se mantendrá el criterio actual.A principios de noviembre, un agente de la PM fuera de servicio le disparó once veces por la espalda a un joven negro que había robado productos de limpieza en un mercado de la capital paulista.Dos días más tarde, un niño de cuatro años murió baleado durante un operativo de la PM en la ciudad de Santos, en el que también perdió la vida un adolescente.Dos semanas después, un estudiante de medicina de 22 años que estaba desarmado fue ejecutado por un agente de la PM, tras resistirse a que lo arrestaran por haber dado un golpe a una patrulla.Al menos 580 personas murieron por el accionar policial en Sao Paulo entre enero y septiembre de 2024, según cifras oficiales, lo que marca un aumento de 55% respecto del mismo período del año anterior.La letalidad policial impacta aun más a la población negra: entre enero y agosto, las muertes de negros a manos de la policía aumentaron 83%, contra el 59% para ciudadanos blancos, según un estudio del Instituto Sou da Paz con base en cifras oficiales.- "Policía totalmente descontrolada" -Bajo el lema "¿Quién vigila a la policía?", centenares de personas convocadas por organizaciones del movimiento negro se manifestaron este jueves en el centro de Sao Paulo para reclamar "control de la PM, que está totalmente descontrolada".Los manifestantes apuntaron contra Freitas y pidieron el despido de su secretario de Seguridad Pública, el oficial policial de reserva Guilherme Derrite, cuestionado por haber declarado que la muerte de un niño por la PM se usó para "victimismo barato"."No acabó, tiene que acabar, quiero el fin de la Policía Militar", cantaron los manifestantes mientras marchaban hasta el Comando General de la PM."Mi hijo de 9 años le tiene miedo a la policía y no tengo cómo explicarle otra cosa, porque para nosotros es un grupo de exterminio", declaró a la AFP Fernanda dos Santos Garcia, una estudiante de Derecho de 31 años cuyo hermano Dennys, de 16 años, fue una de las víctimas de la llamada masacre de Paraisópolis, en 2019, cuando nueve jóvenes murieron asfixiados durante una acción de la PM contra un baile funk. El hecho sigue impune."Seguiremos saliendo a la calle contra esta policía genocida, hecha para ejecutar a negros y pobres de las periferias", dijo por su parte José Carlos de Assis, de 62 años, quien denuncia que su hijo Gabriel, de 18 años, fue golpeado y ejecutado a tiros por la Policía Militar en 2021, en la zona este de Sao Paulo.ffb/nn