'¡Átame!' sumió a Pedro Almodóvar en una inesperada batalla en Estados Unidos

Las películas de Pedro Almodóvar no se caracterizan por ser precisamente para todos los públicos. A lo largo de su filmografía, el manchego nos ha deleitado con infinidad de escenas sexuales subidas de tono que han hecho que sus obras llegasen a obtener calificaciones por edades para adultos.

Bien podría ser el caso de ¡Átame!, el clásico de 1989 protagonizado por Antonio Banderas, Victoria Abril y Loles León que, por su alta carga sexual y la extravagante relación de sus personajes, fue calificada como “No recomendada para menores de 18 años” en España. Sin embargo, en otros territorios corrió una suerte aún peor, puesto que en países como Estados Unidos fue tal el impacto que generó en los organismos de calificación que fue calificada como una película X.

Por poner en contexto, ¡Átame! narraba la historia de Ricky, un joven que en su obsesión con Marina, una actriz con la que se acostó una vez, decide secuestrarla y encerrarla en su apartamento. Esto daba juego a una relación turbadora y extrema donde el rechazo inicial de la actriz hacia Ricky comienza a derivar a un enamoramiento muy fuera de lugar.

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Fue la primera película de Almodóvar tras recibir la nominación al Óscar por Mujeres al borde de un ataque de nervios, por lo que las expectativas respecto a su exhibición en el extranjero eran altas. No obstante, esta propuesta sobre una relación tóxica y conflictiva en una producción con alto contenido sexual, hizo que la Motion Pictures Association of America limitara sus opciones en los cines estadounidenses.

La Motion Pictures Association of America, también conocida como la MPAA, es el organismo encargado de calificar las películas en Estados Unidos, para lo que utilizan un sistema similar al español. Las más severas serían la calificación R y la NC-17, que serían las equivalentes al “+18” y a la “X” de nuestro país. En concreto, ¡Átame! fue calificada como X en dicho país (una calificación que en 1990 pasó a conocerse como NC-17), lo que hacía que solamente los mayores de 17 años pudieran entrar en las salas de cine a disfrutar de este trabajo de Pedro Almodóvar.

No quiere decir que consideraran la película como porno, puesto que la NC-17, al igual que la X, se utiliza para cualquier contenido extremo solo para adultos, como bien podría ese peculiar juego sexual y de secuestro de la película al que las audiencias estadounidenses, a finales de los 80, no estaban acostumbrados. Sin embargo, esto limitaba considerablemente sus opciones en taquilla, por lo que el director trató de dar batalla a esta decisión y lograr que su película tuviera mayor alcance. Pero no tuvo mucho éxito.

Según recogen noticias de la época en medios como El País, Almodóvar, su hermano Agustín, su agencia de representación en Estados Unidos y la distribuidora Miramax, presentaron una apelación ante la MPAA defendiendo que el contenido de Átame no merecía la calificación de película X. El cineasta manchego afirmaba que las secuencias de sexo de su película son “muy limpias y naturales” y señalaba que “como toda censura, la ejercida por la MPA es ridícula, irracional e hipócrita”.

Agustín Almodóvar también explicaba a El País que la decisión le parecía “un atropello” y destacó que “Pedro no ha cansado de atacar en entrevistas para las más importantes cadenas de televisión estadounidenses este tipo de censura”. Además, agregó que no tenían previsto que la decisión de la MPAA afectara a la promoción y a su plan de estreno. Pero, a pesar de los esfuerzos de todos los implicados en la distribución de ¡Átame! en Estados Unidos, el organismo calificador no dio marcha atrás a su decisión y la cinta se tuvo que conformar con esta limitación.

Pese a todo, ¡Átame! obtuvo una cálida acogida en la taquilla estadounidense. Aunque el público no adulto tenía vetada la entrada, la cinta logró recaudar más de cuatro millones de dólares en su debut en 1989, algo más de la mitad de los 7,1 millones que Mujeres al borde de un ataque de nervios logró tras su nominación al Óscar. Comparándolo con los 1,7 millones que recaudó Tacones Lejanos en 1992 sin el incordio de la calificación NC-17, se puede decir que fue todo un éxito.

Tal vez, esta calificación X y la curiosidad por descubrir qué motivaba esta decisión de la MPAA fueran claves en su buen desempeño comercial, al igual que la expectación por ver un nuevo trabajo de un director que empezaba a generar sensación fuera de nuestras fronteras o el argumento tan excepcional que se escondía tras ¡Átame!

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