¿Por qué están aumentando los casos de cáncer entre adultos jóvenes?
Los avances en la lucha contra el cáncer continúan imparables. Son muchas las investigaciones que se están llevando a cabo a lo largo y ancho del planeta para conseguir novedades muy esperanzadoras en relación al abordaje y cura de una enfermedad que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo. Y es que esa es la cara B de la moneda: según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres tendrá cáncer a lo largo de su vida. Por eso, cualquier esfuerzo es poco para tratar de combatirlo. Además, nos encontramos con que son muchos los casos de pacientes adultos jóvenes con cáncer, una cifra que, a simple vista, parece estar aumentando. Todos tenemos en mente el caso de Kate Middleton, de 42 años, que comunicaba que padecía cáncer el pasado mes de marzo.
¿Es una realidad cada vez más presente en las consultas?
“Los casos de cáncer en adultos jóvenes están aumentando en torno a un 1%-2% anual desde los años 90 según algunos estudios recientes, como el informe de estadísticas de cáncer de 2024 de la Sociedad Americana del Cáncer. No todos los cánceres aumentan por igual, pero la tendencia sí que parece afectar a algunos de los más comunes, como los de colon, mama, próstata y útero. El caso más llamativo es el del cáncer de colon y recto, que se ha convertido en algunos países en la principal causa de muerte por cáncer en hombres menores de 50 años y la segunda en mujeres de ese grupo de edad”, nos anticipa el doctor Ricardo Cubedo, responsable de la Unidad Multidisciplinar de Consejo Genético del Cáncer Hereditario del Hospital MD Anderson Cancer Center Madrid. “Más allá de las estadísticas, muchos oncólogos ya tenemos la sensación personal de un aumento de adultos jóvenes en nuestras consultas. De confirmarse, esta tendencia plantea problemas nuevos en cuanto a la asistencia, ya que las necesidades de estos pacientes son distintas de las de los ancianos que estamos acostumbrados a atender”, reflexiona el especialista.
Coincide el doctor Rafael Ordóñez Marmolejo, oncólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y miembro de Top Doctors. “En la última década ha aumentado el diagnóstico de cáncer en adultos entre 20 y 40 años según revelan numerosos estudios. Casos como los de Kate Middleton o Sara Carbonero o de influencers como Elena Huelva han puesto el foco de la opinión pública sobre este fenómeno, un hecho que los oncólogos nos encontramos cada vez con más frecuencia en nuestra práctica diaria”, nos confirma. Apunta que aunque varía según la región, se estima que la incidencia global podría haber aumentado hasta en un 80%, siendo los tumores más frecuentemente diagnosticados el cáncer de mama, de pulmón, esófago, estómago y cáncer colorrectal.
"Este fenómeno se conoce como 'efecto de cohorte de nacimiento', donde se ha observado que cada década sucesiva presenta un mayor riesgo de desarrollar cáncer antes de los 50 años, comparada con la década anterior. Entre principios de la década de 1990 y 2018, las tasas de incidencia de cáncer en personas de 25 a 49 años en el Reino Unido aumentaron un 22 %, mientras que en los mayores de 75 años ese aumento fue del 9 %. Los tipos de cáncer que han mostrado un aumento en su incidencia en personas menores de 50 años son el de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas", detalla por su parte el doctor Vicente Guillem Porta, responsable de la Unidad de Oncología de Vithas Valencia 9 de Octubre, quien confirma que cada día los especialistas ven en sus consultas más pacientes jóvenes diagnosticados con esta patología. "No obstante, hay que decir que su incidencia continúa siendo baja comparada con la incidencia a partir de los 50 años, donde se producen el 90% de los casos, y por tanto la mayoría de nuestros pacientes están por encima de los 50 años", añade.
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Posibles causas del aumento de los casos de cáncer en adultos jóvenes
¿Cuáles son las razones que pueden explicar este aumento de la incidencia de una enfermedad como el cáncer en adultos jóvenes? En opinión del doctor Ordóñez Marmolejo, en primer lugar, hay que resaltar como algo positivo que las estrategias de cribado precoz, junto a una mayor concienciación de la población lleva a diagnosticar más nuevos casos de cáncer. “Este sería el caso de las mamografías para cáncer de mama o el estudio con test de sangre oculta en heces o biopsia líquida en sangre para cáncer colorrectal. Aumenta la incidencia de cáncer, pero también permite un diagnóstico en estadios más precoces, lo que mejora las tasas de curación”, nos comenta.
En opinión del doctor Cubedo, las razones detrás de este aumento son, probablemente, múltiples y se están apenas empezando a investigar. “Si bien la genética juega un papel importante, otros factores ambientales y de estilo de vida podrían estar influyendo de alguna manera, incluyendo la exposición a nuevos carcinógenos ambientales, como los microplásticos”, indica.
También hace mención a esa exposición a factores ambientales el especialista de Top Doctors, citando que puede estar detrás de más del 95% de los casos de cáncer. “Ahora vivimos con altos niveles de estrés por el trabajo y la dificultad para conciliar vida familiar y de ocio, con horarios de sueño disociados con el ciclo circadiano (día/noche), apenas realizamos esfuerzo físico… Ingerimos pocos vegetales y frutas y demasiadas carnes procesadas, alimentos con alto contenido en azúcares refinados y sal”, anticipa.
Y cita que factores como la dieta y el abuso de antibióticos afectan a nuestra microbiota, lo que ha sido relacionado con carcinogénesis tumoral, el modelado de nuestras defensas ante el cáncer e incluso con la respuesta a tratamientos oncológicos como la inmunoterapia. “El consumo de tabaco y alcohol o la exposición temprana a microorganismos como el H. Pylori o virus como el papiloma o el VIH por relaciones sexuales están detrás de tumores nasofaringe, estómago o cérvix por citar algunos. La polución y el contacto con disruptores endocrinos, que son agentes presentes en plásticos, barnices o plaguicidas y que pueden alterar o bloquear la acción de nuestras propias hormonas, también se correlaciona en algunos estudios con el aumento de cáncer”, añade el especialista de Top Doctors, que apunta que todo esto es contrario a nuestra biología, que se adaptó durante millones de años a una dieta mucho más escasa y natural, a una actividad física muy exigente y a un estilo de vida que nada tiene que ver con el actual.
"En cualquier caso, es necesario continuar investigando para identificar y comprender mejor los factores de riesgo asociados a este aumento, así como promover hábitos de vida saludables desde una edad temprana", apunta por su parte el especialista de Vithas.
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¿Hasta qué punto puede tener que ver cómo han cambiado los hábitos de vida en las últimas décadas? “Los cambios en los hábitos de vida a lo largo de las últimas décadas también podrían ser un factor importante en el aumento de la incidencia del cáncer en adultos jóvenes. Además de los factores clásicos como la dieta, el ejercicio o la obesidad, habrá que investigar la influencia de otros más recientes como el estrés crónico, el déficit sostenido de sueño, el retraso en la maternidad/paternidad o los cambios en la microbiota”, nos explica el doctor de MD Anderson Madrid.
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Afrontar el diagnóstico
El diagnóstico de cáncer siempre supone un pequeño tsunami en la vida de quien lo recibe, y una de las dudas que nos planteamos es cómo se afronta esa noticia en esta época de la vida en la que se está en un momento vital tan importante, tanto a nivel personal como profesional. “El cáncer en adultos jóvenes tiene un gran impacto. Suelen estar más preocupados por su imagen corporal y en esta etapa están consolidándose las relaciones sociales y de pareja. La enfermedad y los tratamientos pueden ocasionar secuelas físicas, alterar la fertilidad o interrumpir su formación académica, todos ellos problemas muy relevantes que aumentan la incidencia de trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión, ocasionan falta de aceptación social y pertenencia a grupo y dificultan el acceso a trabajos con más cualificación”, explica el oncólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.
Y es que no podemos perder de vista, tal y como nos explica el doctor Cubedo, que los pacientes jóvenes con cáncer han de afrontar asuntos propios de su edad que no afectan tanto a los enfermos ancianos: la planificación familiar, la menopausia adelantada, el mayor impacto de la imagen corporal, la información a los hijos pequeños, la sexualidad, la fertilidad futura, el impacto negativo sobre la carrera profesional o problemas económicos derivados de la disminución del rendimiento laboral.
En opinión del doctor Guillem Porta, en estas edades los cánceres suelen diagnosticarse menos precozmente (ya que a esa edad son menos frecuentes y no se sospecha este diagnóstico), desarrollan cánceres poco frecuentes, y les preocupan temas fundamentales como la fertilidad, la sexualidad, los problemas psicológicos (por alteración de su plan de vida) así como los problemas familiares (hijos) y económicos. "Afrontar un cáncer a cualquier edad puede ser extremadamente desafiante, pero enfrentarlo en una época joven presenta desafíos únicos, constituyendo un reto importante, ya que suele coincidir con periodos de grandes cambios y expectativas tanto a nivel personal como profesional y familiar. Cada persona se enfrenta al diagnóstico y tratamiento del cáncer de una forma diferente. Por ello, es importante buscar y encontrar las estrategias que mejor se adapten a cada situación particular. Mantener una comunicación abierta y sincera con tu equipo médico, familiares y amigos, donde se expresen las preocupaciones, necesidades y sentimientos, puede ayudar a fortalecer al paciente para enfrentarse a esta nueva situación. En ocasiones, la ayuda de un experto en salud mental puede ser importante", recomienda el especialista de Vithas.
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Cómo tratar los casos de cáncer en adultos jóvenes
Por último, nos planteamos si difiere el tratamiento cuando se produce el diagnóstico en esas décadas tempranas, los 30 o 40 años. “Si bien es cierto que los adultos jóvenes no están bien representados en los ensayos clínicos, siendo una población minoritaria en estos estudios o directamente excluida de ellos, la evidencia científica apunta a que tienen una biología diferente a aquellos de edades más tardías, con características diferenciales a nivel genómico, histopatológico, vías de señalización oncológica y sensibilidad a tratamientos como la quimioterapia, inmunoterapia y terapias dirigidas”, anticipa el doctor de Top Doctors. ¿Qué supone esto? “Nos obliga a adaptar los tratamientos sistémicos que administramos al perfil molecular y hormonal del tumor. También se tienen muy en cuenta las potenciales secuelas tardías de los tratamientos como la afectación cardiovascular, las secuelas neurológicas o los tumores inducidos por nuestros tratamientos. Se prioriza conservar las extremidades en lugar de amputar y también se realiza la criopreservación de gametos, siempre que sea posible, antes de iniciar el tratamiento oncológico”, apunta.
Para el doctor Guillem, en pacientes jóvenes, dado que en general presentan buen estado general, pocas enfermedades concomitantes y una mayor esperanza de vida, la posibilidad de recibir y completar tratamientos complejos de cirugías o quimioterapias es mayor por su mejor tolerancia. "Sin embargo en estos pacientes hay que tener muy presente los efectos secundarios (fertilidad), las preocupaciones a largo plazo (segundos cánceres y problemas cardiacos) y las necesidades emocionales, familiares, laborales y económicas", detalla.
Ante esta pregunta, el doctor Ordóñez Marmolejo apunta hacia la necesidad de investigación más acuciante consiste en determinar si los cánceres de comienzo temprano son iguales o diferentes de los de personas de mayor edad. “La presencia de ciertas características moleculares propias del cáncer en personas más jóvenes podría influir en la selección del tratamiento, en la incidencia de efectos adversos o en la respuesta a la terapia”, concluye.