Para la autora de Blonde, Marilyn Monroe murió pobre, a pesar de que ayudó a que “muchos hombres ganaran fortunas”

Imagen sin fecha precisa que muestra a la actriz Marilyn Monroe.
El 23 de septiembre llega a Netflix Blonde - Créditos: @AP Photo/Courtesy Running Press

Marilyn Monroe sigue siendo uno de los rostros más famosos de Hollywood. Su vigencia se demuestra en la repercusión que tuvo el hecho de que Kim Kardashian decidiera usar uno de sus vestidos más ilustres -el que vistió cuando le cantó el feliz cumpleaños al entonces presidente J.F.Kennedy-, y transformara a la pieza de museo en un elemento de promoción personal durante la gala del Met de Nueva York. También su eterno encanto se traduce en los récords que baten en subastas las obras de arte que inspiró.

Su marca sigue generando mucho dinero, pero la actriz murió sin un centavo. Tanto que ni siquiera pudo permitirse un “funeral decente” tras su muerte, hace casi 60 años. Es lo que ha asegurado la escritora Joyce Carol Oates, de 84 años. La autora de Blonde, biografía en la que se basa la próxima película homónima de Netflix, reflexionó sobre el trágico final de la actriz en el 21er. Festival Internacional de Cine Fantástico de Neuchâtel, en Suiza.

Marilyn Monroe interpretando el papel de Lorelei Lee, en una escena del film Los caballeros las prefieren rubias, dirigida por Howard Hawks, 1953
Marilyn Monroe interpretando el papel de Lorelei Lee, en una escena del film Los caballeros las prefieren rubias, dirigida por Howard Hawks, 1953 - Créditos: @BBC

Publicada en el año 2000, la novela de Oates combina elementos de ficción con episodios detallados de la vida de la actriz a lo largo de sus 700 páginas. En ellas, la neoyorquina describe cómo Norma Jeane Mortenson perdió su identidad para convertirse en Marilyn Monroe. La persona distaba mucho del personaje que hizo populares canciones comoDiamonds are a Girl‘s Best Friend” e inolvidables films como La comezón del séptimo año, Una Eva y dos Adanes y Luces de candilejas, entre otros.

Dentro y fuera de la pantalla, Monroe se creó una identidad completamente inventada, al convertirse en un producto que la industria cinematográfica se ocupó de explotar, defiende Oates. “Ganó fama mundial, pero se creó una identidad con la que no podía vivir. Una identidad con la que ayudó a que muchos hombres ganaran fortunas pero que no la benefició a ella. Cuando murió, a los 36 años, no tenía suficiente dinero ni para un buen funeral”, aseguró la autora.

La escritora también analizó la frustración que sentía la estrella con respecto a su carrera y cómo esta pudo haber contribuido a su muerte. “A medida que Marilyn envejecía, le seguían dando esos papeles que interpretaba cuando era una joven estrella, y eso la hacía sentirse humillada. No puedes seguir interpretando a esta rubia tonta cuando estás cerca de los 40 años”, explicó la autora. Ella cree que esta insatisfacción pudo degenerar en algo peor: “Algunos dicen que se suicidó. Yo no lo creo necesariamente. Creo que pudo morir de algo parecido a la desesperación extrema’.

Ana de Armas como Marilyn Monroe en Blonde
Ana de Armas como Marilyn Monroe en Blonde - Créditos: @2022 © Netflix

Oates aprovechó la oportunidad para darle su aprobación a la adaptación cinematográfica de su obra que se estrenará el próximo 23 de septiembre en Netflix. La película, dirigida por Andrew Dominik y protagonizada por la actriz Ana de Armas , ya suena como una de las posibles contendientes de cara a la nueva temporada de premios. Y, según la autora, con razón. “Andrew Dominik es un director muy brillante. Creo que consiguió mostrar la experiencia de Norma Jeane Baker desde su interior. En lugar de verla desde fuera, desde un prisma masculino, se sumergió en su perspectiva”, opinó la escritora.

En esta foto de archivo del 2 de junio de 1955, la actriz Marilyn Monroe, a la derecha, con un glamoroso vestido de noche, con Joe DiMaggio, llega al teatro.
Marilyn Monroe junto a Joe DiMaggio, en 1955 - Créditos: @AP

Monroe murió de una sobredosis de pastillas en su casa de Los Ángeles, el 4 de agosto de 1962. Un agente encontró su cuerpo en la cama y descubrió frascos vacíos de antidepresivos esparcidos por la habitación. Fue el exmarido de Monroe, el deportista Joe DiMaggio, el encargado de planear su funeral en el cementerio de Westwood, en Los Ángeles. Se celebró cuatro días después y fue una ceremonia muy íntima a pedido de DiMaggio, que prohibió la presencia de las caras más conocidas de Hollywood y de la familia Kennedy. El beisbolista despidió a su amada con un ramo de rosas y desde entonces ordenó a la floristería Le Parisien Florist que enviara tres ramos de esas flores a la semana a su tumba. Lo hizo durante 20 años y un mes, hasta 1982. Su lugar de descanso, un sobrio nicho de mármol rosa, sigue siendo hasta hoy un lugar de peregrinaje para todos los fans de Marilyn. Y de Norma Jeane.