'Avatar 2' se enfrenta a un problema que no hubiera tenido años atrás

Jake Sully en 'Avatar: La forma del agua' de 20th Century Studios. Photo courtesy of 20th Century Studios. © 2022 20th Century Studios. All Rights Reserved.
Jake Sully en 'Avatar: La forma del agua' de 20th Century Studios. Photo courtesy of 20th Century Studios. © 2022 20th Century Studios. All Rights Reserved.

Avatar aún se erige como la película más taquillera de todos los tiempos. Hasta el día de hoy, y con varios reestrenos a lo largo de los años, la aventura de ciencia-ficción de James Cameron llevar recaudos 2.922,9 millones de dólares en todo el mundo, una cifra que nos hace prevenir que su secuela, Avatar: El sentido del agua, volverá a ser un éxito sin igual en cines. Sin embargo, los tiempos han cambiado mucho desde que viéramos por primera vez a los Na’Vi en nuestras pantallas. Y, de acuerdo a las últimas declaraciones de James Cameron, es probable que esta secuela no vaya a tenerlo tan fácil para ser rentable en taquilla.

Según los informes, el presupuesto de Avatar: El sentido del agua se estima en 250 millones de dólares, sin embargo, Cameron señaló a los ejecutivos de Disney y 20th Century Fox que el coste final fue tan alto que representaba “el peor caso comercial en la historia del cine”. Acorde a las palabras del director en su reciente entrevista con GQ, “tienes que ser la tercera o cuarta película más taquillera de la historia. Ese es tu umbral. Ese es tu punto de equilibro”.Y no son cifras que vayan a ser nada fáciles de superar.

Para poner en contexto, estar entre las cinco películas más taquilleras de la historia se traduciría en recaudar más de 2.000 millones de dólares en todo el mundo. Sin ajustar por inflación, tras los más de 2.900 millones de la primera Avatar se encuentra por delante de Vengadores: Endgame con 2.797, Titanic con 2.201, Star Wars – Episodio VII: El despertar de la fuerza con 2.069 millones y Vengadores: Infinity War con 2.048. Es decir, que para ser la tercera o cuarta película de este ranking, como bien apunta Cameron, habría que situarse mínimo por encima de este último título mencionado. Y ese solo sería el punto cero para empezar a obtener beneficios.

Es un reto muy complicado aún siendo la secuela de la película más exitosa de todos los tiempos. Primero, porque es difícil asegurar que todo el público que vio la primera esté ahora interesado en volver a los cines, y segundo y más importante, porque la pandemia del COVID-19 ha alterado mucho los hábitos de asistencia a las salas.

No hay más que ver que ninguno de los fenómenos recientes ha conseguido superar las cifras que pretende batir Cameron. Spider-Man: No Way Home se quedó a las puertas con 1.916,8 millones de dólares, mientras que Top Gun: Maverick estuvo bastante alejada con 1.486,6. Además, sin irnos muy lejos, la reciente Black Panther: Wakanda Forever, que inició su andadura en cines con unos espectaculares 181,3 millones en solo Estados Unidos, parece que no va a tener fácil alcanzar los 1,382,2 millones de su predecesora tras una fuerte caída del 63% en su segunda semana en salas de EE.UU. (Box Office Mojo), y un 49% a nivel internacional (Deadline).

Es decir, que James Cameron tiene un reto complicado por delante. Bien es cierto que Avatar: El sentido del agua se rodó a la vez que su tercera entrega, la cual veremos en 2024, lo que haría que los costes de producción de los que habla el director se dividirían entre las dos películas. Aún así, esto supondría superar los 1.000 millones con cada entrega para posicionarse en el punto de equilibrio, que aunque sea más sencillo, sigue siendo un reto enorme ante la incógnita de cómo responderá el público a dos secuelas de una cinta de hace más de una década en estos tiempos postpandémicos.

De hecho, las previsiones iniciales de taquilla sitúan su recaudación en torno a los 135 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos. Son cifras inferiores a fenómenos como, por ejemplo, las mencionadas Spider-Man: No Way Home, Top Gun: Maverick o Black Panther: Wakanda Forever, pero superiores a los 78 millones con los que abrió la primera Avatar, que aprovechó el buen boca oreja para coger carrera en las navidades y convertirse en un fenómeno sin igual. Habrá que ver hasta que punto la revolución tecnológica que propone Cameron en El sentido del agua puede funcionar como su predecesora.

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