"Ayuda, ¡estoy abrumada!": cientos de chicas dicen que sufren acoso sexual en internet. Esto es lo que quieren cambiar

Nota del editor: Esta historia forma parte de ”Error en el sistema”, una serie de As Equals de CNN, que investiga cómo el género determina nuestra vida online. Para más información sobre cómo se financia As Equals de CNN, consulta nuestras Preguntas frecuentes.

Cientos de mujeres jóvenes y niñas de todo el mundo han manifestado su deseo de recibir un apoyo mucho mayor para mantenerse seguras en Internet, y han compartido que se enfrentan a peligros con regularidad y que muchas no tienen a nadie lo con suficiente información o poder quien pedir ayuda.

CNN As Equals y la ONG Plan International encuestaron a más de 600 mujeres jóvenes y niñas de entre 13 y 24 años en nueve países de todo el mundo y descubrieron que la mayoría (75%) se ha enfrentado a contenidos nocivos en línea en algún momento, y que más de una de cada 10 lo experimenta a diario o casi a diario.

Casi la mitad, algunas de tan solo 13 años, declararon haber visto o recibido imágenes o vídeos sexuales no deseados, y una cuarta parte dijo haber sufrido discriminación o incitación al odio en línea al compartir las amenazas a las que se enfrentan.

Las plataformas en las que las participantes dijeron haber sufrido estas amenazas con más frecuencia son Facebook, seguida de WhatsApp, luego Instagram y TikTok, que también se encuentran entre las redes sociales más utilizadas en todo el mundo.

Las encuestas se realizaron en Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Colombia, Kenia, Malawi, Nepal, Filipinas y Timor Oriental. No son representativas de todas las niñas y jóvenes que crecen en esos países, pero los resultados ponen de relieve las voces y las experiencias cotidianas a las que se enfrentan muchas de estas jóvenes.

Al compartir el impacto de estos peligros, más de un tercio de las que respondieron dijeron que se sentían tristes, deprimidas, estresadas o ansiosas, y la mayoría de las jóvenes y niñas sentían que ellas mismas eran las más responsables de su seguridad en línea, a menudo desconectándose y haciendo privadas sus cuentas para hacer frente a la situación.

El resultado es una generación de jóvenes resilientes pero resentidas que creen que no deberían ser las únicas personas responsables de su seguridad. Quieren más apoyo y recursos de los gobiernos, las autoridades, las empresas tecnológicas y sus familias.

Cada uno de estos puntos representa a una de las 624 jóvenes y niñas. Se les encuestó sobre sus actividades en línea, los contenidos nocivos que ven, cómo responden a estos peligros y qué creen que hace falta para que sus vidas digitales sean más seguras.

Las encuestas se realizaron en línea en tres regiones del mundo: África, Sudamérica y Asia.

Otras 73 mujeres jóvenes y niñas fueron entrevistadas sobre el acoso en línea que sufren y se les preguntó sobre soluciones en grupos de discusión divididos por rango de edad y dirigidos por los equipos nacionales de Plan International en Filipinas, Malawi y Brasil.

Aquí, muchas explicaron que sienten que padres, madres, cuidadoras y cuidadores y las escuelas están demasiado desinformados para ayudar, que las denuncias a las plataformas se envían a bots y quedan sin respuesta, y que las autoridades no responsabilizan adecuadamente a los autores.

Quieren que las cosas cambien. He aquí cómo.

¿Qué falta para proteger a las jóvenes y las niñas en Internet? Cuando se preguntó en las encuestas qué faltaba para protegerlas y mantenerlas seguras en Internet, la respuesta más elegida fue una educación adecuada sobre alfabetización digital (70%).

Entre quienes respondieron a las preguntas sobre las soluciones que podrían ayudar a garantizar su seguridad, alrededor de seis de cada 10 (61%) pidieron programas de educación y concienciación sobre seguridad digital, por ejemplo a través de los planes de estudios escolares y universitarios, para proporcionar esta alfabetización.

Pero expertos advierten de que no debe recaer enteramente en las chicas la responsabilidad de protegerse a sí mismas.

Hacer recaer la responsabilidad en las jóvenes y las niñas es «intrínsecamente injusto», afirma Hera Hussain, fundadora y directora ejecutiva de Chayn, una ONG tecnológica con sede en el Reino Unido que se ocupa de los abusos de género en todo el mundo. «Si recibes mensajes de acoso, fotos de genitales masculinos, y tienes que ir denunciando cada uno de ellos, y luego bloqueando a la gente, es mucha carga administrativa que tú, como víctima y superviviente, tienes que asumir».

Lo que las chicas quieren para un futuro más seguro en Internet

Más de un tercio de las encuestadas eligió la aplicación estricta de la ley por parte de las plataformas y la necesidad de medidas legales más estrictas para garantizar la seguridad, mientras que alrededor de una cuarta parte opinó que es necesario mejorar la configuración de privacidad y los espacios seguros. Una de cada cinco afirmó que se necesitan mecanismos de denuncia más accesibles y fiables o procesos de verificación de la edad más estrictos.

En los grupos de discusión, algunas participantes afirmaron sentirse aisladas, reclamando líneas de ayuda y servicios de apoyo locales, y reiterando la necesidad de espacios digitales seguros. También se reclamaron cambios sistémicos, como mayores repercusiones para las personas que abusan de otras, una mejor moderación, mejores controles de identidad y edad en las plataformas de redes sociales y la opción de denunciar el acoso u otros contenidos nocivos a personal capacitado en lugar de a bots.

«No sabemos si esta gente está realmente escuchando», dijo Lea, una participante en el grupo focal de 17 a 20 años de Filipinas, refiriéndose a la falta de acción o respuesta por parte del sector tecnológico o las autoridades. A las participantes se les dieron seudónimos para mantener el anonimato.

También se sugirió la formación en resiliencia digital impartida por las propias empresas tecnológicas.

«Quienes deberían impartirlas [la formación para mantenerse seguro en Internet] son las empresas que hacen las aplicaciones... Ellas son responsables de lo que nos pueda pasar o de lo que nos podamos encontrar», dijo Reyna, participante del grupo de 21 a 24 años, también en Filipinas.

Una de cada tres encuestadas (33%) afirma sentirse inseguro en Internet.

Entre las encuestadas de 13 a 16 años, una de cada cinco (19%) declaró sentirse al menos algo insegura...

... aumentando a una de cada tres (36%) entre las chicas mayores y las mujeres jóvenes (17-24 años).

De las tres regiones, destaca África, donde el 40% de las niñas encuestadas declararon sentirse inseguras (40%).

'Era joven y tenía miedo': por qué las niñas se sienten inseguras en Internet

El impulso a la seguridad en línea se ha convertido en una nueva frontera en la era digital, con crecientes llamamientos internacionales de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones sin ánimo de lucro y políticos de todo el mundo a medida que más niñas y niños se conectan a Internet.

La legislación de la Unión Europea y del Reino Unido ofrece protección a menores de edad, aunque personas expertas y defensoras de la igualdad de género sostienen que estas leyes se quedan cortas a la hora de abordar la violencia de género y siguen haciendo recaer la carga de la responsabilidad en los usuarios.

En Estados Unidos, Arkansas y Utah fueron de los primeros en firmar proyectos de ley centrados en la seguridad en línea de la niñez en 2023, y decenas de estados han propuesto o promulgado leyes para regular las plataformas de redes sociales en los últimos años. Nueva York aprobó en junio una ley infantil contra las redes sociales adictivas, y actualmente se está trabajando en un proyecto de ley del Senado para la seguridad de la niñez en Internet.

Entre algunos de los países en los que se realizaron encuestas, Filipinas cuenta con legislación dirigida específicamente a los altos niveles de explotación infantil en línea del país, y legisladores de Nepal y Brasil están trabajando en normativas para la protección digital de la juventud.

Las autoridades de Malawi han nombrado a un embajador de la protección de la infancia y ayudan a impartir formación sobre seguridad digital a líderes escolares, ONG infantiles y otras partes interesadas de la sociedad civil, como parte de una estrategia para proteger a la niñez en línea.

A pesar de este creciente corpus legislativo y político, las nuevas conclusiones de CNN y Plan International muestran la persistencia de los abusos sexistas a escala mundial.

«No ha cambiado, es incluso peor», dijo Sheila Estabillo, Directora del Proyecto SAFE Online de Plan International Filipinas, que organiza sesiones de seguridad en línea para niñas en el país.

Las investigaciones muestran que el peligro en línea es ahora tan común que se ha normalizado para las niñas, que se enfrentan a tipos de amenazas desiguales -y normalmente más sexualizadas- en comparación con los niños.

Las mujeres jóvenes y las niñas encuestadas dijeron a CNN y Plan International que su experiencia más común de contenidos nocivos era la recepción de imágenes sexuales no deseadas (conocidas como ciberflashing), vídeos o mensajes.

“[Algunas personas] acosan a otras en las redes sociales y creen que está bien enviar algo así sin el consentimiento de la otra persona”, dijo Reyna, filipina de poco más de 20 años.

Cerca de la mitad de las jóvenes y niñas encuestadas en África (55%) declararon haber visto o recibido imágenes sexuales no deseadas.

«Empecé a salir con un chico y me envió una foto desnudo y me pidió que le enviara también la mía», contó Maureen, una joven de 21-24 años de Malawi. El chico la amenazó con compartir su foto de perfil, que editó para que ella pareciera desnuda, relató. «Yo era joven y estaba asustada, así que tenía miedo de contárselo a alguien».

La objetivación y la sexualización son experiencias trilladas para las mujeres y las niñas en línea, y el abuso a través del ciberflashing y la publicación no consentida de fotos, imágenes falsificadas y deepfakes, es cada vez más común, dijo Hussain. “[El abuso en línea está] completamente incrustado en todos los aspectos de tu vida”.

Las jóvenes y niñas encuestadas por CNN y Plan International declararon enfrentarse a otros peligros digitales de forma habitual, como encontrarse con dudosos planes para ganar dinero (43%), mensajes de odio dirigidos (42%), formas de autolesionarse (29%) y maneras de estar muy delgada mediante trastornos alimentarios (28%). En Filipinas, por ejemplo, el 47% de las participantes declaró haber visto discusiones sobre formas de hacerse daño y el 45% había visto contenidos sobre formas de quitarse la vida.

Las estafas monetarias en línea han proliferado en todo el mundo, impulsadas por la tecnología financiera y los avances de la inteligencia artificial, según la organización internacional de policía y lucha contra la delincuencia INTERPOL. Entre las participantes en las encuestas, las mujeres jóvenes y las niñas de África son las más afectadas por las estafas monetarias: la mitad han estado expuestas a ellas y una cuarta parte han perdido dinero.

Chimwala, una niña de 13 años de Malawi, estuvo a punto de ser víctima de una estafa monetaria, pero, autodidacta en seguridad en línea, afortunadamente estaba preparada.

“Simplemente bloqueé el número y luego lo borré”, dice. «Creo que deberían establecer normas estrictas para que, cuando una persona te envía algo que no es lo que quieres, se limiten a bloquearla y no vuelva a utilizar la plataforma».

También quiere que las plataformas hagan más para proteger a chicas como ella.

“Deberían tener unas normas muy estrictas para que sólo puedas ver lo que quieres ver”, afirma.

¿Cómo te sientes de preparada sobre las distintas formas de protegerte en Internet? Está claro que las participantes creen que los contenidos nocivos son inevitables en Internet, y más del 86% declararon sentirse al menos algo preparadas para protegerse en la red.

A nivel regional, esta cifra es más alta en África, donde también hay más chicas que afirman sentirse inseguras en Internet.

Dañadas “psicológica y personalmente”

El impacto en las mujeres jóvenes y las niñas encuestadas por CNN y Plan International fue contundente: entre las participantes en la encuesta que compartieron cómo les afectó ver contenidos nocivos, más de una de cada tres declaró sentirse triste o deprimida, estresada, preocupada o ansiosa (35%), y muchas dijeron que a partir de entonces eran más cuidadosas en línea (40%).

Entre las consecuencias también se incluyen la disminución de la confianza y el sentimiento de autoestima, la pérdida de sueño y el impacto en las relaciones con los seres queridos, y alrededor de una cuarta parte dijo haber perdido la confianza en las plataformas en línea o haberse sentido físicamente inseguros.

Para Daniela, bloguera brasileña, la precaución se convirtió en la base de la vida en línea. “Compartir cosas [en línea] me estaba haciendo daño tanto psicológica como personalmente”, afirmó.

A pesar de compartir contenidos sobre sus estudios, Daniela afirma que sus publicaciones estaban plagadas de comentarios de odio sobre su aspecto. Así que, hace unos cuatro años, en plena pandemia de Covid-19, cerró su blog.

“Sufría de ansiedad”, explica esta joven de 24 años. “Sentía que miraba a los demás y lo que hacían y no vivía realmente mi vida. Quería parar y empezar a vivir mi vida”.

Ahora controla su mundo online manteniendo sus cuentas privadas y compartiendo poco. “He pasado a tener un perfil bajo”, afirma.

En los grupos de discusión, muchas se identificaron con la experiencia de Daniela y compartieron su frustración por el hecho de que desconectarse o hacer privadas sus cuentas para mejorar su salud mental también tiene un coste para ellos.

Silenciar a las jóvenes “abrumadas”

Casi una de cada cinco mujeres jóvenes y niñas encuestadas declararon haber dejado de utilizar Internet para hacer frente a los peligros a los que se enfrentan en la red, y los estudios demuestran que el abuso en línea tiene un efecto silenciador sobre las mujeres y las niñas.

Según un estudio de la ONG Girl Effect, las niñas de cinco países africanos, Jordania, Reino Unido y Estados Unidos son más propensas a bloquear o privatizar sus cuentas y a denunciar conductas que los niños.

Un estudio de 2021, basado en datos de dos encuestas independientes a gran escala realizadas en Noruega, también descubrió que «las mujeres víctimas son más propensas que los hombres víctimas a ser más cautelosos a la hora de expresar sus opiniones públicamente».

“Era joven y estaba asustada, así que tenía miedo de contárselo a alguien”.

Maureen, 21-24 años, Malawi

La investigación de CNN y Plan International muestra que el «efecto amedrentador» de las mujeres en espacios públicos, como la política y el periodismo, en respuesta a los abusos en línea, comienza con las adolescentes, afirmó la profesora Gina Neff, directora ejecutiva del Minderoo Centre for Technology & Democracy de la Universidad de Cambridge.

“Si tenemos un 75% de chicas adolescentes que dicen haber sufrido acoso en línea”, dijo, “¿qué ocurre cuando empiezan a desarrollar sus carreras... profesionales, cuentas en redes sociales de cara al exterior?”.

“Bloquear y bloquear” cuentas, si bien es cierto que se trata de un peligro agudo, no es eficaz para cualquiera que quiera tener una personalidad en línea, dijo Neff. “Estamos enviando un mensaje de que sus voces no importan y su expectativa de poder estar en línea conlleva a veces más riesgos que los beneficios que obtienen”, afirmó.

Fernanda, una participante de 21 años también de Brasil, adora el fútbol femenino, pero se muestra reacia a participar en debates en línea sobre este deporte. “Me da mucho miedo comentar los posts de mi equipo, porque sé lo tóxicos que son los comentarios (contra las chicas)”, dijo, añadiendo que tomarse tiempo sin estar conectada le ha ayudado a lidiar con el estrés.

“Cuando estamos conectadas mucho tiempo, nos sentimos como: Ayuda, estoy abrumada”.

Dónde debe residir la responsabilidad

Una brecha generacional en la comprensión de las plataformas en línea y la alfabetización digital es una de las razones por las que las jóvenes y niñas encuestadas y entrevistadas mostraron poca confianza en las personas adultas y en los mecanismos existentes para erradicar a los abusadores y agresores.

¿Quién es más responsable de tu seguridad en Internet? La mayoría (67%) considera que mantenerse a salvo es responsabilidad suya.

Mary, una adolescente mayor de Filipinas, es una de las muchas chicas que confían en sí mismas y en sus compañeras. Enseña a las más jóvenes sobre seguridad digital en la escuela y lidera un sistema de apoyo para sus amigas. “Creen que soy fuerte”, afirma. “De mí sacan fuerzas”.

Mary dijo que una de sus compañeras de clase, que es transexual, no tenía a nadie más a quien recurrir después de haber sido víctima de grooming en línea. “Mencionó haber conocido a alguien anoche y haber ganado dinero con él. Soy la única a la que se lo ha contado porque somos íntimos”.

Estabillo, de Plan International Filipinas, dijo que, en cambio, las niñas hablan con sus compañeras porque denunciar el abuso sexual infantil sigue siendo un tabú cultural en Filipinas.

«En lugar de ser ayudadas, temen ser culpadas», añadió Estabillo.

Personas expertas con quienes habló CNN subrayaron la necesidad de que las plataformas tecnológicas tomen más medidas.

Las normas actuales y las herramientas en línea para hacer frente a los ataques en curso son insuficientes, dijo Neff, ya que no se ocupan de los abusos crónicos que afectan a las mujeres. «Las empresas de plataformas tienen que rendir cuentas mediante la legislación», afirmó.

Las leyes propuestas, como la Ley de Responsabilidad y Transparencia de las Plataformas de Estados Unidos, obligarían a los investigadores a acceder a los datos de las grandes plataformas -por ejemplo, a través de X-, lo que es vital para comprender y paliar el uso indebido y los abusos, y también obligarían a las plataformas a rendir cuentas, dijo Neff.

Una coalición de grupos que luchan contra el abuso digital por razón de género en el Reino Unido, entre los que se encuentra Chayn, también ha hecho campaña para que las plataformas establezcan protecciones proactivas contra los abusos. Hussain quiere que más plataformas den prioridad a la “seguridad por diseño” y afirma que las empresas tecnológicas están invirtiendo más en controles.

En enero de 2024, Meta anunció nuevas restricciones “apropiadas para la edad” de los usuarios adolescentes, limitando automáticamente el “contenido potencialmente sensible” y las cuentas de sus feeds. Tanto Meta como TikTok también prohíben la explotación y el abuso sexual infantil.

CNN se puso en contacto con Meta (propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp) y TikTok para obtener comentarios sobre los resultados de esta investigación.

Cindy Southworth, responsable de la seguridad de las mujeres en Meta, dijo: “Seguimos trabajando estrechamente personas expertas -incluidas de Plan International- para comprender mejor la experiencia en línea de las mujeres y las niñas y ayudar a asegurarnos de que se sientan bien con el tiempo que pasan en nuestras aplicaciones.”

“Esto se basa en años desarrollando herramientas, características y políticas para ayudar a mantenerlas seguras, incluido el bloqueo de personas para que no envíen imágenes o videos a nadie que no las siga, probando una nueva función de protección contra la desnudez que difuminará la desnudez potencial en DMs, y aplicando reglas estrictas contra el acoso, el discurso de odio y el contenido que fomenta el suicidio, la autolesión o los trastornos alimentarios.”

Un portavoz de TikTok compartió que la plataforma impide que personas menores de 18 años vean contenido sexualmente sugerente y prohíbe todo tipo de desnudos, pornografía y contenido sexualmente explícito. También hace que las cuentas de personas menores de 16 años sean privadas y no estén disponibles para mensajes directos por defecto, mientras que una herramienta de emparejamiento permite a los padres, madres, cuidadoras y cuidadores ajustar la configuración de privacidad y contenido de los adolescentes. La plataforma también ha puesto en marcha un consejo para que adolescentes compartan opiniones sobre la creación de una plataforma segura, según el portavoz.

Pero personas expertas advierten de que las plataformas no han logrado hasta ahora superar la espiral de abusos en línea y contenidos nocivos, y a menudo aplican medidas de protección después de que se planteen los problemas.

Hussain cree que también es necesario un cambio cultural para frenar los abusos: «Es muy fácil pensar que el daño es inevitable e interminable, pero no tiene por qué ser así».

Cómo informó CNN de esta historia

CNN As Equals y Plan International colaboraron para encuestar en línea a 619 niñas y mujeres jóvenes y a cinco personas no binarias de entre 13 y 24 años a través de las oficinas nacionales de Plan en Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Colombia, Kenia, Malawi, Nepal, Filipinas y Timor-Leste en febrero de 2024. Las encuestas se compartieron en línea a través de las redes de Plan en estos países durante un máximo de un mes, invitando a las niñas de entre 13 y 24 años a completarlas hasta alcanzar un tamaño de muestra adecuado.

En las encuestas, se preguntó a las participantes por qué se conectan a Internet, qué les gusta hacer en línea, si se sienten seguras, qué hacen si no se sienten seguras, de quién es la responsabilidad de mantenerlas seguras, en qué plataformas se sienten menos seguras, con qué frecuencia son molestadas en línea, el impacto de los daños a los que se enfrentan y qué falta o es necesario para mantenerlas seguras en línea.

La encuesta no es un sondeo científico ni representativo de todas las niñas y jóvenes que viven en esos países. Pero los resultados ponen de relieve las voces y las experiencias cotidianas a las que se enfrentan muchas de estas jóvenes.

Estas cuestiones también se debatieron en una serie de grupos focales de Brasil, Malawi y Filipinas, en los que se presentaron y debatieron los escenarios de los daños más comunes denunciados por las niñas en las encuestas. También se pidió a las participantes que aportaran ideas sobre soluciones para abordar y prevenir mejor los daños a los que se enfrentan las niñas en Internet. Los nombres de las participantes se anonimizaron mediante seudónimos elegidos por Plan International.

Algunas cifras de las encuestas muestran a las niñas como porcentaje de un total que eligió una respuesta de un rango selecto, mientras que otras muestran porcentajes de niñas que eligieron respuestas en preguntas de opción múltiple. Los resultados regionales incluyen comparaciones de diferentes tamaños de muestra: entre Sudamérica (203 niñas y mujeres jóvenes), África (240 niñas y mujeres jóvenes) y Asia (181 niñas y mujeres jóvenes).

 

Editora a cargo
Meera Senthilingam

Reportera
Lydia Morrish

Editores visuales
David Blood y Carlotta Dotto

Editores de datos
Carlotta Dotto, Meera Senthilingam y David Blood

Diseñador
David Blood

Desarrollador
David Blood

Ilustrador
Connie Chen

Editores de encuestas
Ariel Edwards-Levy y Jennifer Agiesta

Productora de video sénior
Ladan Anoushfar

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