¡Ayuda! La aerolínea rechazó a mi perro por una regla para las transportadoras que no existe

Viajar con mascotas se ha vuelto más difícil: los animales de apoyo emocional han perdido sus privilegios, menos aerolíneas aceptan que las mascotas viajen en la bodega de carga y las mascotas pequeñísimas que pueden volar en la cabina tienen que seguir reglas muy estrictas que varían, de forma casi irritante, de una línea aérea a otra. (Miguel Porlan/The New York Times)

Querido Tripped Up,

Mi esposo y yo habíamos volado nueve veces sin incidentes en la misma ruta (de Seattle a Houston) con la misma perra (Bella, nuestra cotón de Tulear de 13 años) en la misma transportadora (con lados suaves y las dimensiones correctas) y en la misma aerolínea (United). Sin embargo, en el viaje número diez, el empleado del mostrador en Seattle nos dijo que debido a que la espalda de Bella tocaba la parte superior y los lados de la transportadora cuando se daba vuelta, no podía volar. Un supervisor respaldó esa decisión. Caminamos por el vestíbulo hasta Delta, compramos boletos caros solo de ida y volamos al día siguiente sin ningún problema. Me asombró que una línea aérea pueda aplicar de manera arbitraria una regla que no aparece en ningún lado en su sitio web. ¿Puedes llegar al fondo de esto y ayudarnos a obtener una compensación por el gasto extra de tener que pagar por un vuelo de última hora? — Jacki, Seattle.

Querida Jacki,

No eres la única que se ha quejado conmigo de una regla misteriosa de “no tocar” que, aunque no está por escrito, parece haberse afianzado en la tradición oral de los agentes de registro de las aerolíneas. Betsy de Paradise Valley, Arizona, me escribió para contarme una historia muy similar con American Airlines que ocurrió cuando a los dos perros sedosos de La Habana de su familia se les prohibió el abordaje al principio porque no podían “erguirse por completo sin que su cabeza tocara la parte superior de la transportadora”. Betsy me contó que, aunque la línea aérea al final cedió cuando se le mostraron documentos que comprobaban que a los perros se les había permitido volar el día anterior, su familia ya no se ha atrevido a volar con sus perros desde entonces y ahora mejor han estado viajando en auto por el país.

Tras revisar las reseñas de aerolíneas en BringFido, un sitio de viajes con animales de compañía, se encontraron más incidentes de “no tocar” que derivaron en una temida reseña de solo un hueso (de cinco posibles).

Contacté a United para hablar de tu caso y a American Airlines para el de Betsy y recibí dos respuestas totalmente diferentes.

United exige que las mascotas puedan “pararse y girar en el interior”. No obstante, lo que eso significa está sujeto a interpretación. Erin Jankowski, una portavoz de United, me escribió en un correo electrónico: “Para ser aceptada, una mascota debe poder pararse y girar sin mecer o voltear la transportadora”.

Di seguimiento mandando tu queja completa. La respuesta fue breve en lo específico pero directa. Jankowski respondió: “En este caso particular, el agente tomó la decisión correcta con base en nuestros lineamientos”. Agregó que recibiste unos días después el reembolso del costo original de tu vuelo, pero no mencionó por qué a Bella se le había permitido abordar en los vuelos anteriores.

American Airlines tuvo una intepretación diferente del caso de Betsy y los sedosos de La Habana de su familia. Andrea Koos, una vocera de American, escribió en un correo electrónico: “Está permitido que el pelo, la cola o las orejas de la mascota toquen el interior de la transportadora. Pueden volar con sus perros con base en la información que proporcionaste”.

Les escribí a varias de las otras aerolíneas grandes y, de las que respondieron (Delta, JetBlue, Alaska y Frontier), solo Delta citó una regla de “no tocar”. En otras palabras, aunque queda a discreción de los empleados de las aerolíneas decidir si un contenedor cumple con las condiciones adecuadas y si cabrá bajo el asiento, un animal de compañía no debería ser rechazado solo porque su pelo toca un lado o la parte superior de la transportadora.

Sin embargo, dependiendo de la medida en que toque la transportadora (en especial si causa un abultamiento), esto puede constituir una razón suficiente para rechazar a la mascota. Sheila Goffe, una vicepresidenta del American Kennel Club, puntualizó que, en teoría, los canes cuyas orejas erectas añaden algunos centímetros a su estatura y que presionan la parte superior del contenedor podrían ser rechazados. Goffe señaló: “Es algo extraño tener que pensar en algo así, pero caes en áreas ambiguas que pueden ser un problema”.

Según Erin Ballinger, la editora de destinos de BringFido, esta es la conclusión: “Los viajeros siempre van a estar a la merced del criterio de las aerolíneas”. Si dudas que tu mascota tenga suficiente espacio, tal vez deberías reconsiderar tus planes de viaje.

c.2023 The New York Times Company