Las búsquedas sobrenaturales que los nazis hicieron en realidad y no solo en ‘Indiana Jones’

Heinrich Himmler era conocido por sus creencias ocultistas. Foto: Wikimedia Commons
Heinrich Himmler era conocido por sus creencias ocultistas. Foto: Wikimedia Commons

La saga de Indiana Jones nos ha mostrado una y otra vez la búsqueda de los nazis por objetos sobrenaturales que les darían poderes inimaginables, y en Indiana Jones y El Dial del Destino no es diferente.

En la quinta y última película de la franquicia, vemos al buen Indy -interpretado por Harrison Ford- en una carrera contra el tiempo para localizar el Mecanismo de Anticiter, un dispositivo para viajar en el tiempo y con el cual sería posible cambiar el pasado y futuro.

Y aunque parezca sacado completamente de la ciencia ficción, los nazis sí tenían creencias sobrenaturales y hasta organizaron búsquedas por objetos poderosos que les ayudaría con su búsqueda por dominar el mundo.

A continuación te presentamos algunas de las búsquedas sobrenaturales de los nazis -que afortunadamente no les ayudaron a ganar la guerra-.

El Castillo de Wewelsburg

Heinrich Himmler, jefe supremo de la Schutztaffel (mejor conocida como SS), adquirió el Castillo de Wewelsburg, ubicado en Renania del Norte-Westfalia, con la intención de convertirlo en el centro de su organización, la cual tenía un increíble poder durante la dictadura de Adolf Hitler.

Como cuenta BBC, en este castillo renacentista, Himmler -un fanático del misticismo y ocultismo- quería desarrollar una nueva religión basada en la cultura caballeresca alemana y la pureza sobre la “raza aria”, para que se convirtiera en el lugar donde se realizaran festivales, rituales y ceremonia donde los oficiales de las SS se casaran y bautizaran a sus hijos.

Himmler veía este sitio como “el centro del mundo” y hasta tenía una Mesa Redonda (como la del rey Arturo) en donde los 12 oficiales más importantes de las SS se sentarían para servir como sus seguidores (obviamente él se veía como el Rey). Esta habitación estaba decorada con una incrustación en el suelo del símbolo del “Sol Negro”, el cual estaba ligado a la cultura ocultista de los nazis.

Himmler creía que el castillo era el "centro del mundo". Foto: Wikimedia Commons.
Himmler creía que el castillo era el “centro del mundo”. Foto: Wikimedia Commons.

Al adquirir el castillo, Himmler quería que se convirtiera en una escuela para el fortalecimiento de la “raza aria” y comenzó una obra para expandirlo usando esclavos y hasta su propio campo de concentración.

Como se lo podrán imaginar, este sitio estaba repleto de simbolismo nazi y se hacían reuniones para hablar no tanto sobre el estado de la guerra, sino sobre la ideología.

Además, tenía un cuarto especial donde se guardaban los anillos de la calavera (uno de los símbolos de las SS) de los oficiales muertos en combate para simbolizar su eterna permanencia a este culto (aproximadamente 11 500 anillos fueron guardados ahí).​

Cuando la guerra estaba perdida para Alemania, Himmler ordenó que se destruyera el castillo, pero no alcanzaron los explosivos y únicamente terminaron demolidas algunas partes y ahora es un museo. De lo que no se sabe nada es sobre dónde terminaron todos los anillos de calavera.

Heinrich Himmler se suicidó en 1945. Foto: Wikimedia Commons.
Heinrich Himmler se suicidó en 1945. Foto: Wikimedia Commons.

El martillo de Thor

Himmler, como tal vez podrían imaginarlo, también estaba obsesionado con objetos míticos altamente poderosos y uno de ellos era el Mjölnir, el martillo de Thor.

El jefe de las SS creía que las personas de “raza aria” eran descendientes de los nórdicos -como Thor- y que su martillo podría ser un objeto que cambiaría el curso de la guerra.

En una carta dirigida a Ahbeberbe, la sociedad pseudocientífica de las SS encargada de hacer las investigaciones más locas de los nazis, Himmler pidió que encontraran evidencia sobre la existencia de este martillo.

Como cuenta History, Himmler declaró en una carta que este martillo era “un arma avanzada de nuestros ancestros” y dio la orden de buscar en todos los lugares donde se desarrolló “la cultura aria germánica del norte” evidencia del martillo de Thor.

Obviamente nunca encontraron nada.

El Santo Grial

Otto Rahn, un filólogo alemán obsesionado con la leyenda del Santo Grial -especialmente la variante germánica conocida como la “leyenda de Parsifal”-, viajó a las cuevas del Pirineo Ariege al sur de Francia luego de que, según él, habría encontrado pruebas para respaldar sus teorías.

Las palabras de Rahn enamoraron al mismísimo Himmler (¡sorpresa!), quien se puso en contacto con el filólogo para organizar la búsqueda por el Santo Grial, misma a la que el jefe de las SS acudió.

Según History, Rahn, quien después fue invitado por Himmler para convertirse parte de las SS, señaló que el Grial se encontraba en una fortaleza de Montsegur, ubicada en Francia frontera con España

La suposición de que este objeto se encontraba ahí es porque en la ópera basada en Parsifal de Richard Wagner -el compositor favorito de Hitler-, se decía que el Grial estaba en “el castillo Montsalvat”, ubicado en esa región.

Sin embargo, la búsqueda fracasó, Rahn renunció a las SS en 1939 y murió ese mismo año, presuntamente por suicidio.