Un ballet en Chile para recordar a Nijinska, gran coreógrafa rusa "olvidada por ser mujer"

Santiago de Chile, 21 jul (EFE).- El Ballet de Santiago, uno de los más prestigiosos de Latinoamérica, estrena este sábado una obra inédita que recupera la figura de la coreógrafa rusa Bronislava Nijinska (1891-1972), un exponente vanguardista del ballet mundial excluida de las primeras páginas de los libros de historia por el machismo de su época.

Ninguna compañía en el mundo ha montado nunca un ballet sobre su historia: bajo el título "Nijinska, secreto de la vanguardia", el Ballet de Santiago se atreve ahora con un alegato feminista que repasa los momentos que marcaron la vida de la artista, que se atrevió a cambiar la estética y los roles de las bailarinas.

"Nijinska fue una luchadora, emocionalmente, intelectualmente, psicológicamente, socialmente. Traerla al escenario era indispensable. No podemos trabajar y entender el futuro si no entendemos nuestro pasado", expresó la directora de la obra, Avatâra Ayuso, en una entrevista para EFE.

"Le estamos haciendo justicia histórica", añadió.

"CAMBIÓ LA ESTÉTICA"

La coreógrafa rusa fue pionera en usar música barroca en el ballet contemporáneo y también en crear personajes que podían interpretarse por hombres y mujeres, indistintamente.

Su fama la llevó a colaborar con grandes compositores y artistas, como el compositor ruso Ígor Stravinsky, el pintor español Pablo Picasso o el poeta francés Jean Cocteau.

Pese a su éxito artístico, Nijinska quedó invisibilizada por los críticos de mediados del siglo XX, en parte por el abrumador éxito de su hermano, Vaslav Nijinsky, aclamado hasta la actualidad como uno de los bailarines de ballet más relevantes en la historia de la danza mundial.

Pionera del ballet neoclásico y la danza abstracta, la figura de Nijinska renace en Chile con esta obra interpretada por más de 40 bailarines y dividida en dos actos, que explican tanto sus inicios como bailarina de éxito en los ballets rusos como las dificultades que tuvo más adelante por los contextos bélicos o la muerte de un hijo suyo a temprana edad, entre otros momentos de su vida.

El embrión de la obra sobre Nijinska surgió hace unos cuatro años, explicó Ayuso, cuando la española supo de la historia de la artista rusa y vio que todos los compañeros a su alrededor ignoraban su existencia.

"Lo que descubrí fue una gran artista vanguardista. Se atrevió a tomar riesgos y cambió la estética de las bailarinas mujeres en el ballet", recordó.

"NUNCA ES TARDE PARA BAILAR"

La chilena Edymar Acevedo, de 53 años, encarna a Nijinska en la obra, aunque hacía más de una década que se había retirado del ballet porque no es habitual que las mujeres de mediana edad sean protagonistas en el ballet por la elevada exigencia física que requiere.

"Cuando me ofrecieron el personaje, sentí que flotaba, no sabía si era un sueño o una realidad. Ahora más que nunca puedo decir que nunca es tarde para bailar", recuerda Acevedo a EFE en su camerino.

Es consciente que no puede hacer algunos de los movimientos de sus compañeras jóvenes, pero defiende que aporta un "peso escénico" indispensable para el personaje Nijinska, que solo se consigue con una larga experiencia en los escenarios.

"Siento la fuerza que tenía Nijinska como mujer, de pasearse frente a los hombres y decir que la contratasen, que era buena. Los hombres le negaban su calidad, pero no se rindió. Logró auspiciarse y trabajar como coreógrafa", expresa Acevedo.

Otra de las bailarinas principales de la compañía, María Lovero, "se proyecta sobre la figura de Nijinska", dice a EFE.

Esta será su última obra dentro del Ballet de Santiago, porque probará suerte en una compañía europea: "Nijinska tenía características que me inspiran como mujer. Era de las que se echan para adelante, con coraje, y se levantan frente a los problemas. Ha sido muy inspirador", sostuvo.

"Un bravo para Avatâra Ayuso por reivindicar a Nijinska, porque había quedado rezagada, oculta, sin la importancia que se merece. La obra reivindica la historia, que siempre es necesaria para seguir construyendo desde el conocimiento, desde un lugar más culto en nuestros corazones", concluyó.

Iñaki Martinez Azpiroz

(c) Agencia EFE