Las cinco banderas rojas de una relación tóxica


Creo que todos han tenido una relación tóxica. Ya sea en el ámbito laboral, en una relación romántica o con miembros de la familia. Yo comencé a verlas en mi práctica como psicoterapeuta porque inicialmente me especialicé en pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y ansiedad, y noté que más personas preguntaban qué estaban haciendo mal en sus relaciones.

Una vez que empezaban a revelar más información acerca de lo que estaban experimentando, sonaba como abuso emocional.

Después del movimiento #MeToo vi llegar a más personas que revelaron sus propias experiencias de abuso, particularmente en el trabajo. Se presta más atención al abuso emocional como una forma “invisible” de abuso.

Aunque las estadísticas muestran que más mujeres son víctimas de violencia doméstica y de relaciones tóxicas, los hombres son mucho más propensos a no reportarlo. Yo diría que la demografía de mis clientes que se encuentran en cualquier tipo de relación tóxica son 60 por ciento mujeres y 40 por ciento hombres.

Al principio, eran 80 por ciento mujeres y 20 por ciento mujeres. Pero conforme la gente se ha vuelto más abierta, en especial desde que han surgido detalles del juicio de Johnny Depp y Amber Heard, más y más hombres me han contactado para decirme que sienten que han sido víctimas de una relación tóxica con violencia doméstica.

Una relación tóxica es cualquier relación entre personas en la que hay un aspecto de control y coerción. Puede ser en el lugar de trabajo, con un colega o un jefe. Puede ser en la familia con la que creciste, pueden ser con amigos o vecinos, o en una relación romántica. Después de 20 años como psicoterapeuta, estas son algunas banderas rojas que he visto en relaciones tóxicas.

FORZAR INTIMIDAD EMOCIONAL DEMASIADO RÁPIDO O IDEALIZACIÓN

Una de las primeras fases que se pueden experimentar en la relación tóxica es la “fase de idealización”. Alguien te colocará en un pedestal, pensará que eres la persona “indicada”, y forzará un compromiso enseguida.

He trabajado con pacientes que en una primera cita alguien les ha dicho que se muden juntos y que mi paciente es lo mejor del mundo. La persona les hacía preguntas intrusivas. Algunos de mis pacientes tuvieron una corazonada de que seguir en contacto con esa persona no era lo mejor para ellos y se fueron de la cita de inmediato.

DESCARGA DE TRAUMA

Esto lo veo suceder en mis pacientes cuando desde un principio el abusador da detalles de los traumas que ha experimentado. Están intentando fabricar una falsa intimidad emocional.

He tenido pacientes que, durante sus primeras citas con alguien, empezaron a hablar sobre el trauma que han vivido incluso antes de sentarse en el restaurante. Uno de mis pacientes se sintió muy incómodo y creyó que era inaceptable interrumpir a la otra persona, pues estaba llorando. También pensó que por la manera en la que ella se refería al trauma, aparentaba compartirlo con algún objetivo en mente. Parecía inconsistente, y todo se volvió muy confuso.

Usualmente les digo a mis clientes: si algo parece confuso, no eres tú. Ahora ese paciente mío se da cuenta de que esta era una forma de intentar que él revelara su trauma. Conforme pasó el tiempo en la relación, él comenzó a hablar más de sus traumas y ella los usó como argumentos contra él. Si él mencionaba que algún comportamiento había cruzado un límite y no le parecía bien, ella le contestaba que a causa de su trauma era demasiado sensible.

NO ASUMIR RESPONSABILIDAD POR SUS CONDUCTAS

He visto relaciones tóxicas en las que una persona abusiva le reprocha a su pareja el poner límites saludables o el sentirse afectados por conductas inaceptables.

En ocasiones veo a alguien con trastorno de personalidad narcisista llegar con su pareja porque quieren que la “repare”. Las o los narcisistas ocultos son muy modestos y tienden a mostrarse como personas de una moral ejemplar. Acuden a la terapia de parejas y aparentan estar bien, hasta que les pregunto cómo ellos contribuyen a las dificultades en la relación. A veces se tornan coléricos o muy pasivos-agresivos.

VÍNCULO TRAUMÁTICO

Este es un ciclo por el que atraviesa la gente. Hay un evento de abuso y después alguna suerte de reconciliación. Durante el abuso se libera adrenalina y cortisol en el sistema, y durante la fase de resolución o remordimiento pueden liberarse dopamina y oxitocina. Los abusadores incluso pueden halagar sin razón aparente o portarse amablemente durante la fase de abuso, lo cual confunde a la víctima.

Tengo una paciente que me contó que su pareja era amable con ella el 98 por ciento del tiempo. Pero cuando hablaba del otro 2 por ciento era muy volátil. Nunca sabía qué lo iba a detonar. Siempre vivía con mucho cuidado y temor porque sabía que él iba a explotar, solo que no sabía cuándo.

Podía ser cualquier cosa, desde que no le gustaba la cena que ella había cocinado hasta acusarla de engañarlo. En realidad, él era quien la estaba engañando. Siempre le digo a mis clientes que, si la persona es abusiva solo un 2 por ciento del tiempo, no deja de ser una relación de abuso.

Hay una diferencia entre dificultades en la comunicación, y abuso y toxicidad. Toda relación va a tener periodos en los que los involucrados no están de acuerdo en algún tema. Les digo a los pacientes que en una relación sana se atienden esos problemas, se hablan, y se decide estar de acuerdo o juntos llegan a una solución.

Son tú y tu pareja contra el problema. En una relación tóxica, el abusador le echa en cara los problemas a la víctima. E incluso pueden utilizar un “ejército invisible” para respaldarse, y dicen cosas como: “Todos saben que estás loco/loca”.

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Sarkis ha sido psicoterapeuta durante más de 20 años. (Foto: Stephanie Sarkis)

HABLAR MAL DE OTROS INMEDIATAMENTE

He tenido clientes que se entrevistan para un puesto en una compañía con un equipo de tres o cuatro entrevistadores. En un caso, uno de los entrevistadores, “Jim”, se salió de la reunión por una u otra razón, y enseguida otro de los entrevistadores empezó a contarle a mi paciente que Jim no era “bueno” y que no debía estar en el equipo.

Esa es una bandera roja enorme. Es cuando tienes a alguien que inmediatamente critica o se queja de otra persona frente a ti cuando no te conoce. Esto también puede ser una señal de “escisión”, en la que el individuo narcisista ve a otros solo como buenos o malos, sin que haya un punto medio.

Si trabajas en ese tipo de empresa, tal vez notes que a las personas se les idealiza o se les desprecia. En el caso de mi paciente, la misma persona que habló mal de su colega comenzó a decir que mi paciente era el mejor candidato al que habían entrevistado.

A veces, cuando las personas hablan de los detalles de la relación tóxica, llegan a sentirse muy incómodos con compartir la información. Por ejemplo, el que haya un rastreador en su automóvil, ya que tienen miedo de sonar dementes.

Por esto es que puede ser muy aislante. A menos de que hayas experimentado una relación así, es difícil entender cómo alguien se podría comportar de estas formas, en especial si crees que la generalidad de las personas tiene un buen corazón.

HABLAR CON UN PROFESIONAL

Si sientes que podrías estar en una relación tóxica, es probable que sientas que estás solo en ello o que nadie te va a creer. Así que puede ser de mucha utilidad hablar con un profesional de la salud mental que esté bien preparado, alguien que puede actuar como un tercero neutral.

Si sientes que estás en peligro, físico o de otra índole, es importante contactar a los servicios de emergencia, a la policía, o a tu línea de manejo de crisis local.

Asimismo, resulta importante mantener contacto con las personas sanas en tu vida. Date cuenta si te has aislado de tus amigos y familia y proponte volver a tener contacto con ellos. A mis pacientes también les hago saber que si tienen que compartir responsabilidades de padres con alguien que es abusivo, hay abogados que trabajan con clientes probono.

A pesar de que el sobreviviente nunca es el responsable de experimentar conductas de abuso, cuando la gente se percata de que está teniendo dificultades con las relaciones tóxicas y acuden a mí como psicoterapeuta, logramos ayudarles a resolver lo que pudo haber causado que entraran en la relación. Es entonces cuando pueden seguir viviendo vidas felices, productivas, con relaciones saludables. N

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La doctora Stephanie Sarkis es psicoterapeuta y autora del libro How To Heal From Toxic Relationships: Ten Essential Steps to Recover from Gaslighting, Narcissism, and Emotional Abuse (Cómo sanar de las relaciones tóxicas: diez pasos esenciales para recuperarse de la manipulación psicológica, el narcisismo, y el abuso emocional). Puedes obtener más información en su página web. Todas las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor. Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek.

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