La baronesa Thyssen: 'Tengo cajas enteras en las que guardo esos maravillosos '¡HOLA!' con la historia de mi vida'
Hace menos de un año, la baronesa Thyssen nos abría las puertas de su residencia de Andorra, junto a Carmen y Sabina, y nos concedía una excepcional entrevista llena de confesiones y confidencias. Si entonces nos habló del gran cambio de sus mellizas, quienes estaban a unos meses de cumplir dieciocho años, en esta ocasión celebra con nosotros los 80 años de ¡HOLA!, y vuelve la vista atrás para recordar la larga historia de amistad que la une a nuestra publicación: primero, de niña, a través de las lecturas de su abuela y de su madre; y más adelante, como protagonista de nuestras páginas: "Guardo todos los reportajes que he hecho con vosotros. Los conservo con mucho cariño, encuadernados. Esos ¡HOLA! son la historia de mi vida".
—¿Tienes algún recuerdo de niña que te vincule con ¡HOLA!?
—Cuando yo era muy joven, siempre lo veía en casa de mi abuela. No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que tuve un ejemplar entre mis manos, pero sí que mi madre siempre lo leía. ¡Le gustaba mucho!
—¿Cuándo fue la primera vez que saliste en nuestras páginas? ¿Sería al ganar 'Miss España', en 1961?
—¡Sí! Salí con mi corona de cartón pintada de dorado y una capa de armiño blanca —recuerda muy divertida—.
—Los concursos han cambiado mucho.
—Entonces, eran muy serios. Primero, gané 'Miss Cataluña', y después, 'Miss España'. De ahí, participé en tres concursos internacionales: 'Miss Europa', en Beirut; 'Miss International Beauty', en Estados Unidos, y el más importante, 'Miss Universo', que se celebraba en California. Tenías que llevar tres atuendos, uno de ellos como traje típico de tu país. A Miss Universo, llevé un traje blanco precioso de andaluza con bata de cola. José María Pemán me escribió el discurso que tenía que decir. Me lo entregó justo cuando salía en avión hacia California. Mi madre me acompañaba siempre. En todos los concursos internacionales, participaban unas sesenta mujeres y en los tres quedé la tercera.
—A partir de esos años, ¡HOLA! ha sido testigo de tu vida.
—¡De tantos momentos importantes! De mis bodas con Lex (Barker) y Heini (Thyssen); de cuando abrí el Museo Thyssen, en Madrid, con Heini…
—De cómo crecieron tanto tu hijo, Borja, como tus hijas, Carmen y Sabina...
—¡Todo lo habéis cubierto! Bautismos, Comuniones, bodas… todo.
—También te hemos acompañado de viaje a las subastas.
—A muchas partes.
—De todos tus reportajes publicados en ¡HOLA!, ¿hay alguno que tengas especialmente presente en tu corazón?
—Todos los reportajes han sido muy especiales y bonitos. Los hacéis con mucho cariño y profesionalidad.
—¿Los conservas?
—Naturalmente, todos y con mucho cariño. Tengo cajas enteras, en las que guardo esos maravillosos ¡HOLA! con la historia de mi vida. También tengo encuadernados los capítulos de mis memorias.
'Soy de la familia'
—Tu amistad con ¡HOLA! es indisoluble.
—Es una amistad de muchos años, de mucha convivencia y vivencias juntos.
—Sin duda, eras parte de la familia ¡HOLA!
—¡Desde luego! Soy de la familia —nos dice entre risas.
—¿Por qué crees que ¡HOLA! mantiene su éxito?
—Visualmente, los reportajes fotográficos que se publican son muy bonitos, pero además siempre se saca la parte buena de las personas, los momentos que uno vive con alegría. En esta vida, con tantas cosas complicadas como hay, se agradece ver lo positivo. Por otro lado, nos mantenéis informados sobre lo que ocurre en otras partes del mundo, con fotos muy interesantes y reportajes muy completos.
—Si en este día preciso tuviéramos que escribir una crónica sobre ti, ¿cómo comenzaría? ¿En qué momento personal te encuentras?
—He asumido todo lo que he tenido que asumir. Naturalmente, somos seres humanos y tenemos fallos. No somos perfectos, pero siempre he procurado salir de los errores y seguir siempre hacia adelante… ¡con muchas ganas de no tropezar!
'Un verano muy movido'
—Con la mayoría de edad de tus hijas, comienza una nueva etapa. ¿Qué tal ha sido este verano?
—¡Muy movido! He estado viajando bastante con ellas. Hemos navegado en el barco, porque querían conocer más partes del mundo, antes de meterse en serio a estudiar otra vez. Estos años han trabajado mucho para lograr entrar en la universidad.
—Ahora, llegó el momento de separarse. ¿Qué tal Carmen en la universidad?
—Está muy contenta, aunque no es fácil, porque es un cambio de vida radical. ¡De vivir en casa a vivir por su cuenta! Además, está estudiando dos carreras en inglés: Empresariales con Relaciones Internacionales.
—En el caso de Sabina, parece que ella se inclina por las Artes.
—Tiene una voz preciosa de soprano. Y también dibuja cómics, muy graciosos y divertidos. A ella le encanta el dibujo y la música.
—Por tu parte, ¿estás ilusionada con el nuevo museo de Barcelona?
—¡Claro que sí! Es importante abrir otro museo en Barcelona. Me lo están agradeciendo mucho, porque va a ser muy bueno para la ciudad.
—Y supongo que para ti es una manera de conectar directamente con tu ciudad.
—Así es. Nací en Barcelona y por eso me hace especial ilusión. Me encanta la cooperación entre museos. En Madrid, me he llevado muy bien con El Prado, el Reina Sofía, el Lázaro Galdiano. Y lo mismo quiero en Barcelona.
—¡No paras! ¿Cómo se te presentan los próximos meses?
—¡A ver si me llega un poco de tranquilidad para poder leer! Como digo, las niñas ya están 'colocadas' —se ríe— y ahora me toca un poco de tranquilidad.