Bastian de 'La Historia Interminable' es ahora profesor de universidad
Muchos de nosotros todavía recordamos la pegadiza melodía de la película ‘La historia interminable’ que tenía por protagonista a un niño pequeño y muy imaginativo llamado Bastian que devoraba libros, sufría bullying en el colegio y llegaba a Fantasia para salvar el mundo de la Emperatriz Infantil.
Bastian fue interpretado en 1984 por el niño actor Barret Oliver que ya había debutado en otras producciones de éxito como la aclamada serie ‘El coche fantástico’ dos años antes. Viniendo de un éxito tan reconocido televisivamente hablando dio el salto al cine de la mano del dragón blanco de la suerte que le llevaría hasta la eternidad del celuloide.
‘La historia interminable’ arrasó en los años ochenta y sigue siendo un clásico que todos recordamos y que las nuevas generaciones todavía descubren y disfrutan. Tras alcanzar un alto nivel de fama con este film, Barret Oliver siguió trabajando como actor y dio el salto a otro clásico atemporal.
La película ‘Cocoon’, de 1985, está en la cinemateca de todo cinéfilo pero ni siquiera las mieles del éxito de este segundo trabajo cinematográfico convencieron a Barret para que se dedicara a la interpretación a tiempo completo.
El niño tenía las ideas muy claras y quería centrarse en sus estudios así que renunció al mundo de la actuación y se retiró para siempre en 1989 tras una corta pero intensa carrera. La ventaja que tiene un niño actor cuando se retira tan joven es que el gran público tiene la idea de su rostro a través de sus películas y eso le convierte en un adulto completamente anónimo.
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A día de hoy cualquiera de nosotros podría cruzarse con Barret Oliver y no reconocerle. Hoy, nuestro eterno Bastian es un adulto de 48 años con larga barba y profesional de la fotografía. Le encanta y se ha especializado en la fotografía victoriana, aplicando los métodos y técnicas de dicha época a su trabajo.
No es un gran amante de la tecnología y por eso usa métodos clásicos además de ser profesor en la universidad de California, donde da clases a sus alumnos precisamente sobre su disciplina, la captación de imágenes fotográficas.
Bastian es un rastafari profesor barbudo que nada tiene que ver con aquel niño con el pelo a capa que tanto se llevaba aquella década pero, a este hombre que nos hizo soñar con su personaje siempre quedará en nuestro ideario, ¡aunque ya no le reconozcamos!
Es genial poder ver que está bien, vivito y coleando, aunque alejado de la fama. De él se dijo que había caído en el mundo de las drogas e incluso que se había quitado la vida pero, desafortunadamente, la teoría del suicidio tiene una explicación mucho más triste.
Sí hubo un suicidio y fue el del joven Jonathan Brandis, quien falleció por voluntad propia en 2003 y que protagonizó la segunda parte de la mítica historia interminable, de ahí la confusión. Me gusta pensar en que Barret, ya de niño y quizá apoyado por sus padres, tuvo el valor de dejar de ser actor (con todos los privilegios que la fama implica) por perseguir su propio cuento, estudiar fotografía, y vivirlo en primera persona, como hizo Bastian en Fantasía.
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