Beatriz Taibo, una niña prodigio que vivió éxitos y alegrías, pero también atravesó la tristeza más grande

Beatriz Taibo, una actriz que se hizo querer por el público a fuerza de talento y por su don de gente
Beatriz Taibo, una actriz que se hizo querer por el público a fuerza de talento y por su don de gente

Fue la reina de los teleteatros de los años 60 y 70 y tuvo su pico de popularidad con Me llaman Gorrión , que protagonizó junto a Alberto Martín, interpretando a una joven que se disfrazaba de muchacho para poder trabajar y sostener a su familia. Actriz dúctil, también brilló en comedias, dramas, teatro y cine. Beatriz Mascaró Taibo, conocida como Beatriz Taibo a secas, nació el 10 de marzo de 1930 . Fue actriz sin proponérselo y pronto ganó prestigio y el cariño de la gente. Murió poco antes de cumplir los 88 años, el 2 de marzo de 2019.

Nació en San Telmo y a los 8 años se mudó a Avellaneda, a la casa lindera a la de sus abuelos paternos, junto a sus padres y sus tres hermanos. Allí vivió hasta que se casó. En su familia nadie pertenecía al mundo del espectáculo, pero su madre toda la vida soñó con ser actriz y su padre era un amante del teatro, entonces no hubo resistencia cuando ella dijo que quería ser artista. Debutó con apenas 10 años cuando en 1942 se sumó al programa de radio de talentos infantiles La pandilla Marilyn, con quienes los domingos también hacían obras de teatro. “Era muy chiquita y prácticamente aprendí a leer frente a un micrófono. En realidad, cumplí el sueño de mi madre que quería ser actriz, pero en esa época estaba mal visto. Después hice radio. Tenía 15 años y ganaba más que mi padre. Allí me conoció Mario Fortuna y me preguntó si quería hacer teatro. Me dijo: ‘venite con tu mamá para hacer una prueba’, porque en ese entonces las chicas íbamos con la madre. Y ahí quedé como damita joven de la compañía”, contó en una entrevista hace unos años.

La tapa de una revista reflejando el éxito del momento Me llama Gorrión, la ficción con Beatriz Taibo y Alberto Martín
La tapa de una revista reflejando el éxito del momento Me llama Gorrión, la ficción con Beatriz Taibo y Alberto Martín

Con los años, trabajó como locutora en radio El Mundo, en donde debutó en un programa de Antonio Carrizo anunciando una publicidad de un matapolillas. Fue un boom y así se ganó el apodo de “Polilla”.

Su debut en el cine fue con Los millones de semillita, una película en blanco y negro de 1950 que nunca llegó a estrenarse. Filmó decenas de películas, entre ellas Los Pérez García, Martín Pescador, Sinfonía de juventud, Pocholo, Pichuca y yo, Amor prohibido, Canuto Cañete y los 40 ladrones, El profesor tirabombas, Para vestir santos, Amor prohibido, Pobre pero honrado, Fantoche, Evangelina, Cuando calienta el sol, Cuidado con las colas, Escala musical, Cuando los hombres hablan de mujeres, Un soltero en apuros, Los fierecillos indomables, Mingo y Aníbal, dos pelotazos en contra. Su último trabajo en la pantalla grande fue Atracción peculiar (1988) junto a la dupla que formaban Alberto Olmedo y Jorge Porcel.

“Una mujer encantadora, una gran profesional”

Cristina Del Valle debutó en cine con Escala musical y recordó a Beatriz Taibo para LA NACIÓN: “Fue mi primera película, que protagonizaba Osvaldo Miranda. Beatriz era muy buena compañera y una madre amorosísima, no hacía más que hablar de sus hijos. Me acuerdo que durante esa filmación se largó a caminar su hijo Marcelo, que tenía un año. El marido llevaba al nene a Argentina Sono Film porque estábamos muchas horas filmando. Era excelente persona y todo el mundo la quería. Gran actriz”. En tanto, María Leal, que trabajó en una novela de Alberto Migré junto a Taibo, también la vio como una madre amorosa. “En la juntadas, ella siempre decía que sus hijos eran su prioridad en la vida. Admirada y respetada por mí y por todos los compañeros”.

Fue una actriz muy dúctil y en televisión brillo en dramas, comedias y novelas. En 1960 hizo Topaze y le siguieron el Teleteatro Odol y también el Palmolive, El departamento, Romeo y Raquel, Su comedia favorita, Uno entre nosotros, Alta comedia, Amelia no vendrá, Me llaman Gorrión, Humor a la italiana, El rosario de plata, Inconquistable Viviana Hortiguera, Juana rebelde, Fabián 2 Mariana 0, Las 24 horas, Matrimonios y algo más, Adorable profesor Aldao, Todos los días la misma historia, Las comedias de Darío Vittori, La bonita Página, Inconquistable corazón, y Los Iturralde, en 2000.

A mediados de los 70, Beatriz Taibo era tapa de revistas gracias al gran éxito de Me llaman Gorrión, una novela que protagonizó con Alberto Martín y en la que interpretaba a Rosa Morelli, una chica humilde que se disfrazaba de muchacho y trabajaba de repartidor para sostener a su familia. “Tengo recuerdos hermosos de Beatriz, con quien hemos recorrido todo el país en giras, dirigidos por Raúl Rossi, con un elenco muy lindo. Cuando terminó de hacer Adorado profesor Aldao, con Guillermo Bredeston, él se fue a Canal 13 y yo entré al 9 a hacer Inconquistable Viviana Hortiguera, y allí comenzó una historia laboral muy linda. En 1974 hicimos durante dos años Me llaman Gorrión y fue impresionante. Realmente muy lindo. También hicimos dos historias en teatro después de ese éxito y muchas otras giras. Trabajamos juntos un montón y era una mujer encantadora, una gran profesional. Compartimos mucho y teníamos una relación espectacular. Fue una de las grandes comediantes de nuestro país de la cual he aprendido muchísimo”, confió el actor a LA NACIÓN.

El nacimiento de su hijo Raúl, una de las grandes alegrías de su vida
El nacimiento de su hijo Raúl, una de las grandes alegrías de su vida

Sobre su trabajo, Taibo decía: “Tuve una vida linda. Si hubiera podido elegir habría hecho La fierecilla domada cuando estaba en edad para hacer ese Shakespeare, pero estoy conforme, aunque no soy conformista. Tuve una hermosa carrera y de eso vivo. Una vez Blackie me hizo un reportaje y me preguntó cómo me gustaría morir. Yo dije: ‘en una cama rodeada de mis seres queridos’. Y hoy, en cambio, pienso que me gustaría morir en un escenario”.

En teatro hizo Los árboles mueren de pie, Jettatore, La barca sin pescador, Cenicienta, Fiesta de casamiento. Y fue una de las pioneras de las temporadas de teatro en Mar del Plata. “Yo no preferí la comedia. Yo amaba lo que me ofrecían y a lo largo de mi carrera, se me ofreció hacer más comedia, y, ¿por qué no? Es un género en el que me siento muy cómoda”, contaba en ese entonces.

Beatriz Taibo junto a Tita Merello, en el film Para vestir santos (1955)
Beatriz Taibo junto a Tita Merello, en el film Para vestir santos (1955)

Golpe al corazón

De perfil muy bajo, Taibo nunca hablaba de su vida privada . Se casó con Raúl Tignarelli y fueron padres de Raúl Taibo, en 1954. Se separó luego de algunos años y un verano conoció a Ricardo Olivero, por entonces productor y dueño del Teatro Refasí de Mar del Plata. En 1965 nació Marcelo Olivero, que murió trágicamente en 2004 , atropellado por un tren, en el cruce de la avenida Congreso, en Núñez. Fue un golpe muy duro para la actriz, que se retiró durante algunos años y nunca volvió a ser la misma.

Su hijo Raúl Taibo decía entonces: “Hay una demanda de los medios y a ella ya no le interesa hacer prensa, no le gusta. Además tuvo un impacto muy fuerte cuando le hicieron una cámara oculta en el cementerio, al año de la muerte de Marcelo, justo el día de su cumpleaños. Ella se vio, vio lo que le sucedía y entonces decidió no hacer más nada a nivel masivo. Por el impacto emocional que le generó, le frenó la posibilidad de darle tanto más a la gente y de cosechar lo sembrado. Nunca pensó que le iba a doler tanto la forma en que se vio expuesta en los medios por la tragedia. Y tener que seguir estando expuesta a ese dolor como una obligación, como una especie de crueldad, le hizo decidir no seguir participando”.

Unos años antes, a principios de los 80, la actriz también pasó un momento muy duro cuando debieron operar del corazón a su hijo mayor, Raúl . Fue una cirugía muy delicada que salió bien, pero debió volver a repetirse diez años después.

En 2010 volvió a subirse a un escenario y esta vez decidió hacer obras de teatro en las escuelas con la Compañía Porteña de Teatro Clásico. En las entrevistas de radio decía: “No estaba esperando nada. Lo importante es que lo hago, que me siento con fuerzas y me siento bien, con los problemas, las alegrías y las penas. Hay que dejar atrás las tristezas y mirar para adelante”. Y negó haber estado deprimida: “Cómo estoy, lo sé yo sola; la gente no tiene por qué enterarse. Beatriz Taibo es un ser humano como cualquier otro. Cuando dijeron eso, no sabía si reírme o tomármelo en broma”.