Ben Affleck y Jennifer Lopez no pensaban separarse cuando cancelaron su primera boda

La segunda parte de Bennifer, como se conoce al matrimonio formado por Ben Affleck y Jennifer Lopez, pilló al mundo completamente por sorpresa. La cantante y el actor habían estado comprometidos a principios de los 2000 y fueron una de las parejas más perseguidas de la época hasta que cancelaron su compromiso cuando estaban en la recta final del camino al altar.

Casi dos décadas más tarde volvieron a darse una oportunidad que ya nadie esperaba, justo cuando ella salía de otra relación que también estuvo a punto de acabar en boda: la que mantuvo con el jugador de béisbol retirado Alex Rodríguez. Eso planteaban la pregunta de que había cambiado desde su ruptura.

Muchas cosas, pero en realidad ellos nunca pensaron que llegarían a seguir caminos separados. En un principio, su intención era tomarse un tiempo para reflexionar antes de darse el 'sí quiero'.

"No rompimos en ese momento. Ocurrió a lo largo de los meses siguientes", ha desvelado en una entrevista a Zane Lowe en Apple Music 1. "Lo que hizo fue sembrar la duda, en mí, en los dos, sobre lo que era nuestra relación y hacia dónde iba. Y yo sabía en mi corazón que quería pasar el resto de mi vida con él, pero no parecía que fuéramos a conseguirlo. Y eso me asustó".

Jennifer sabe que ninguno de los dos era lo suficientemente maduro a nivel emocional como para afrontar todas esas dudas e incertidumbres, así que al final optaron por la única opción que se les ocurrió. "Fue entonces nos separamos. Ambos seguimos intentándolo, y encontramos a otras personas y tuvimos hijos preciosos, y formamos otras familias, e incluso tuvimos otras relaciones después de nuestros divorcios".

Ella tuvo a sus mellizos Max y Emma con su ex Marc Anthony, y Ben, tres con su antigua esposa Jennifer Garner. Sus respectivos divorcios y fracasos sentimentales, y todo lo que aprendieron por el camino, les ayudó a estar listos para hacer que su relación funcionara cuando sus caminos volvieron a cruzarse.

"No fue hasta que los dos habíamos hecho un montón de trabajo; al menos en mi caso sé que fue así. Yo llegué a un punto donde estaba bien sola. Estaba tranquila, me encantaba mi vida, tenía una increíble carrera que había construido para mí, tenía dos hijos increíbles, grandes amigos... y entonces apareció de nuevo. Y curiosamente él me dijo que había tenido el mismo tipo de experiencia."