Benedict Cumberbatch ha pensado más en la 'mortalidad' desde que es padre
Benedict Cumberbatch ha pensado más en la "mortalidad" desde que es padre.
La estrella de cine de 48 años -que tiene a Christopher, de nueve años, Hal, de siete, y Finn, de seis, con su esposa Sophie Hunter- admite que la paternidad ha cambiado por completo su visión de la vida.
En declaraciones a Variety, Benedict explicó: "En el momento en que tienes hijos, la noción del tiempo es mucho más profunda. Mi hijo pequeño va a cumplir seis años, y yo pienso: 'Tendré 60 años cuando él tenga 21', ¿sabes? Es una locura. Ha pasado tan rápido. Así que hay un cambio enorme en las prioridades, y te hace valorar lo que haces con tu vida de una manera muy diferente. Sí que me pesa. Cuando te conviertes en padre, tus pensamientos giran más hacia la mortalidad".
En 2004, Benedict y unos amigos fueron asaltados y secuestrados por seis hombres cuando se encontraban en Sudáfrica.
El actor ha confesado que el aterrador incidente dejó una marca indeleble en su propia personalidad.
Reflexionó: "Me dio un sentido del tiempo, pero no necesariamente bueno. Me hizo impaciente por vivir una vida menos ordinaria, y todavía estoy lidiando con esa impaciencia".
La experiencia cercana a la muerte también convirtió a Benedict en un adicto a la adrenalina.
La estrella de cine compartió: "El hecho de estar cerca de la muerte impulsó todo eso. Me hizo pensar: 'Oh, claro, sí, puedo morir en cualquier momento’. Me tiraba de aviones y corría todo tipo de riesgos. Pero, aparte de mis padres, no tenía a nadie a mi cargo. Ahora eso ha cambiado, y eso te tranquiliza. He mirado por encima del borde, me he sentido cómodo con lo que hay debajo. Y he aceptado que ese es el final de todas nuestras historias".