Los beneficios de la postura del árbol en yoga
En una secuencia de asanas en yoga, conviene incluir alguna que desarrolle el sentido del equilibrio. Este tipo de asanas también trabajan la estabilidad y la fuerza. Una de ellas es la postura del árbol o Vriksasana. Se trata de una figura sencilla, muy asequible para cualquier practicante, incluso, si se es principiante en esta disciplina. La postura del árbol también te ayuda a potenciar la concentración, puesto que, una vez realizada, te puedes acomodar en ella para centrarte en la respiración y disfrutar de la relajación que te aporta. Con la ayuda de Danilo Hernández, autor del libro 'Claves del Yoga' (Ed. La liebre de marzo) te explicamos cómo realizarla y qué beneficios te aporta.
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Vriksasana o postura del árbol paso a paso
Busca un soporte externo para fijar la mirada. Procura que quede a la altura de tus ojos y que esté a una distancia superior a los dos metros. Este soporte te ayudará a mantener el equilibrio
Posición de partida
De pie, con los pies juntos y el cuerpo en vertical, fija la mirada en algún punto bien visible que esté frente a ti. Deberás mantener la mirada fija en este punto.
Peso al costado izquierdo
Afirma la pierna izquierda y pasa el peso a pie izquierdo. A continuación, desliza la planta del pie derecho por la cara interna de la pierna izquierda, llevándola a la rodilla.
Pie en la ingle
Ayudáte de la mano derecha, coge el tobillo y coloca el talón derecho en la ingle izquierda, con la planta bien apoyada en la cara interna del muslo y los dedos del pie apuntando hacia abajo. Si el talón no alcanza la raíz del muslo, no importa. Sitúalo lo más alto posible manteniendo cierta presión del pie contra el muslo.
Pie en el tobillo
Si llevar el pie hacia la ingle es demasiado para ti, puedes hacer una versión más sencilla llevando el pie al tobillo o a la rodilla.
Rodilla atrás
Lleva la rodilla derecha hacia atrás, situando las caderas en línea.
Palmas juntas
Junta las palmas de las manos en postura de oración y sitúalas en el centro del pecho. Mantén la pierna izquierda firme y el tronco erguido.
Eleva los brazos
Cuando sientas que estás cómoda en la postura y que tu equilibrio está estabilizado, inspira, eleva los brazos por encima de la cabeza con las palmas de las manos juntas. Alarga la columna y estira el tronco y los brazos hacia arriba.
Inspira y exhala
Concéntrate en la respiración abdominal y relájate. Quédate el tiempo que te resulte confortable.
Deshaz la postura y hazla a la inversa
En el mismo orden en el que has montado la postura, deshazla despacio. Haz una breve pausa en la que puedes sacudir la pierna izquierda para liberarla de toda tensión. Inspira, exhala y vuelve a hacer el árbol con la pierna derecha.
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Beneficios de la postura del árbol
Fortalece pies, tobillos y piernas
Desarrolla el equilibrio físico, nervioso y emocional
Proporciona estabilidad mental
Potencia la concentración
Consideraciones para hacer esta asana correctamente
Hay algunos aspectos a los que no prestamos mucha atención cuando nos estamos iniciando en la práctica del yoga pero que también influyen en la postura. Por ejemplo:
Intenta mantener la cara relajada y evitar tensiones
Observa la postura final. Todo tu cuerpo tiene que permanecer en un mismo plano vertical
Fíjate en el pie que está soportando el peso del cuerpo. Tiene que estar bien arraigado sobre el suelo
Concéntrate en la respiración abdominal, puesto que te ayudará a mantener el equilibrio
Esta postura para trabajar el equilibrio tiene que irradiar armonía y firmeza. No te preocupes si te tiemblan las piernas o pierdes el equilibrio, vuelve a respirar y a montar la postura desde el inicio.
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