Benjamín Vicuña recordó su relación con Gustavo Cerati y reveló qué es lo que más le reprochan sus amigos cuando se pone en pareja

Benjamín Vicuña recordó su amistad con Gustavo Cerati y reveló cuál considera que es la principal diferencia entre los padres chilenos y los argentinos
Benjamín Vicuña recordó su amistad con Gustavo Cerati y reveló cuál considera que es la principal diferencia entre los padres chilenos y los argentinos - Créditos: @Alejandro Guyot

Benjamín Vicuña brindó detalles de su amistad con Gustavo Cerati y explicó cuál es la principal diferencia que encuentra entre los padres argentinos y los chilenos y abrió las puertas de su corazón al recordar cuál fue su primer desengaño amoroso.

“Siempre quise ser papá joven y tener una familia numerosa. En las entrevistas que me hacían cuando tenía 20 años decía que quería tener seis hijos. ¡La clavé en el ángulo!”, reveló el actor chileno, en el ciclo radial Pasa de todo, conducido por Matías Martin. “Siempre estoy arrancando y es una buena forma de vivir. El más chiquito, Amancio, tiene tres años y le cambié los pañales antes de venir hacia acá. Veo las fotos de mis hijos, mis momentos con ellos y siento que sin dudas son lo más importante y lo más grande que hice. Y lo más lindo es que está en proceso ”, contó. “Veo como el más grande, Bautista, que tiene 15 años ya está partiendo: tiene autonomía, hace la suya, tiene una novia, ya estamos hablando temas... Bueno, no lo puede decir”, continuó.

“El otro día me dijo que en las fotos me veo más viejo de lo que soy. ¡Está todo el día matándome! O se me para al lado y me dice: ‘Viste, estoy pasándote’. Lo bonito es que estoy intentando compartir herencia en vida con todo lo que pude entender de mi experiencia. Claramente, los chilenos de mi generación en la que los hombres paternaron diferente, y yo estoy intentando ser cercano y a la vez poner límites ”.

Y entonces, cuando Martin le preguntó si consideraba que los padres chilenos eran muy diferentes a los argentinos, el actor explicó: “Una vez fui con Gustavo Cerati, de quien fui amigo, a un partido amistoso entre las selecciones de Argentina y Venezuela en el Monumental. Adelante nuestro había un chiquito de siete años con su papá, argentinos. Y escuchamos que el chiquito le pregunta: ‘Pa, por qué la pelota cuando sale no sé qué cosa’. Y el padre le iba respondiendo. ¡Estuvo los 90 minutos! Y, en general todos, partiendo por el padre, se la bancaron. En Chile, a la segunda pregunta es: ‘¡Shhh! ¡Callate!’ Pero no quiero hacer alusiones a Chile y a Argentina porque siempre me sale mal. ¡Qué reine la paz! ”.

La anécdota sirvió para que el actor chileno se explayara luego sobre el vínculo que estableció con el músico argentino. “Yo ya la conocía a Cecilia (Amenábar, exesposa de Cerati y madre de sus hijos Benito y Lisa). Con Gustavo fuimos vecinos cuando él vivió en Chile y además era muy amigo de Gonzalo Valenzuela, pero yo me relacioné más con él en su última etapa. Me acuerdo perfecto que cuando fue a Chile a presentar Fuerza Natural el post show lo hicimos en un restaurante que teníamos nosotros. Ahí nos empezamos a ver un poco más”.

“ Fue una persona que a mí me generaba mucho respeto y admiración. Pero a la vez, compartíamos ciertas cosas y yo no lo podía creer. ¡Yo lo escuchaba desde chico! No solamente en la Argentina, en Chile y en México Soda Stereo fue muy importante, gigante. Entonces, tenía una doble militancia entre la amistad y una admiración profunda ”, explicó.

Sin embargo, aseguró que no tuvo la oportunidad de tener una charla profunda en la que el músico, que era mayor que él, le revelara alguna máxima sobre la vida. “Lamentablemente, nuestra relación se acercaba más a algo superficial, de encontrarnos, de compartir eventos, fue a un cumpleaños mío, pero no tuve el momento en el que me miró a los ojos y me dijo: ‘Lo importante de la vida...’. Creo, y lo digo con mucho respeto a las personas que lo conocen y que lo quieren más, que no sé si él en su última etapa estaba tan conectado como para compartir algo así... Por lo menos, conmigo no lo hizo. Tenía una cosa un poco difusa y distante ”.

Retomando su propia historia, Vicuña contó que sus amigos del colegio son fundamentales, y que se siente muy unido a ellos desde que uno de ellos murió a los 19 años. “Siempre fui un nómade, un viajero constante. Y eso ha hecho que siempre tenga un grado de soledad, incluso acá en la Argentina. Vengo, entro y salgo, pero no tengo muchos amigos. Luego también pasa algo por lo que mis amigos me reputean: por ahí me enamoro y desaparezco”, reconoció. Y sumó: “Y es peor aún: me hago amigo y les hago los asados a los amigos de mi novia ”.

“Ahora estoy tratando de bajar un poco la intensidad”, afirmó, risueño. Más serio, reflexionó luego: “Espero lograrlo. Estoy haciendo mucha terapia, pero es una cuestión de personalidad... Mi papá se murió un 6 de septiembre y en un par de semanas se va a cumplir el primer aniversario... Cuando lo despedí, hablé de él como el último romántico. Fue un tipo que se casó tres veces, vivió, entendió, y me compartió su forma de vivir en pareja. De amar a pesar del fracaso. De amar y poner al amor en el lugar más importante. Creo que, lamentablemente, el hijo heredó las mismas costumbres... No sé si voy a encontrar la manera de cambiar o de bajar un cambio. Ahora estoy soltero, pero pienso que si me vuelvo a enamorar, va a volver a estar esa cosa de jugármela, de querer vivir intensamente ”.

“No está bueno estar soltero. Hace 10 días fui con mis viejos [su madre, Isabel Luco Durandé y su padrastro Oussama Aboughazale] a un spa en Uruguay para desintoxicarte de las harinas, del azúcar. Ellos era la segunda vez que iban y me invitaron. Estuve ahí cuatro días. Y me vi rodeado de muchas parejas... Y sí. Se extrañan esas cosas, el estar acompañado, y ni hablar cuando empieza ese último tramo de la vida. Es un desafío, de todos modos estar solo, porque estoy en pareja desde que tengo 14 años ”, se sinceró.

Con respecto a las cosas más extrañas que llegó a hacer por amor, Vicuña recordó: “Hay una chica que era mi vecina a los 13 años y con la que me reencontré mucho tiempo después, cuando me fue a ver al teatro. Me preguntó si me acordaba de ella, le dije que por supuesto que sí. Y me recordó algo que hice: ‘En el árbol de enfrente de mi casa, vos colgabas cerezas, porque a mí me gustaban’. Pero lo mejor de todo es que me rechazó”.