Beyoncé omite su tradicional referencia a Lizzo en su último concierto tras las acusaciones de 'bullying' y acoso sexual que ha recibido la artista

Beyoncé credit:Bang Showbiz
Beyoncé credit:Bang Showbiz

Beyoncé parece estar al corriente de la demanda que, ayer martes, interpusieron tres bailarinas contra la cantante Lizzo, a la que acusan de haberles dispensado un trato vejatorio y degradante durante su ya finiquitada relación laboral. Esa misma noche, la diva del pop ofreció un multitudinario concierto en Boston en el marco de su gira mundial 'Renaissance'. Al interpretar la canción 'Break My Soul', la estrella omitió el nombre de su compañera de profesión en el verso en el que rinde homenaje a numerosas artistas afroamericanas, como se desprende de los vídeos que han publicado varios asistentes al recital en las redes sociales.

Por lo general, en ese momento de su espectáculo, en el que la intérprete mezcla su exitoso tema con 'Vogue', de Madonna, Beyoncé incluye una mención a Lizzo al tiempo que rinde homenaje a otras figuras tan admiradas como Nina Simone, Nicki Minaj, Janet Jackson o Erykah Badu. En este último concierto, la artista tuvo que repetir hasta tres veces el nombre de Badu para poder completar el fragmento sin la referencia a Lizzo. Sin embargo, el nombre de la cuestionada artista sí apareció en las pantallas del escenario: se desconoce si por un mero descuido o porque los técnicos no tuvieron tiempo de modificar la proyección.

La polémica en la que se ha visto envuelta la cantautora estadounidense, a la que se atribuyen comentarios humillantes sobre el físico de sus bailarinas y la creación de un "ambiente tóxico" donde el hostigamiento y las presiones serían la norma, no ha dejado de intensificarse en las últimas horas. Además de los demoledores testimonios que han ofrecido las tres demandantes -Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez- ante un tribunal de Los Ángeles, asegurando que Lizzo las forzó a realizar actos de naturaleza sexual durante una salida nocturna por Ámsterdam, otras excolaboradoras de la artista han salido a la palestra para respaldar a sus compañeras y alzar la voz contra una estrella "arrogante, egocéntrica y desconsiderada", como la ha definido la realizadora Sophia Nahli Allison.

"En 2019, viajé un poco con Lizzo porque iba a dirigir un documental sobre ella. Decidí marcharme a las dos semanas, porque me trató con una absoluta falta de respeto. Fui testigo de lo arrogante, egocéntrica y desconsiderada que es. No estaba protegida y acabé en una situación de mier**, con poco apoyo. Mi espíritu me dijo que saliera corriendo de allí y ahora me siento agradecida de haber confiado en mi instinto", ha escrito en Instagram.