Bigi, el hijo menor de Michael Jackson que encontró su pasión en el activismo climático
Prince Michael Jackson II, nacido en 2002 y conocido mundialmente como Blanket, tomó la decisión de cambiar su nombre a Bigi en 2015, una elección que reflejó su deseo de distanciarse de la sombra de su infancia y de ese apodo que lo acompañó durante tanto tiempo. Asimismo, aunque no rechaza el legado del histórico “rey del pop”, su camino está marcado por la conservación ambiental.
El cambio de nombre no fue solo un acto simbólico, sino una muestra del deseo de Bigi por redefinir su identidad fuera del legado de su famoso padre. Lo mismo hizo al elegir una misión a la cual dedicarse.
Aunque Michael Jackson fue una de las figuras más icónicas de la música, Bigi optó por no seguir sus pasos en la industria del entretenimiento y encontró su pasión en el activismo climático, una causa a la que dedica gran parte de su tiempo y esfuerzo.
En una entrevista realizada en 2021 por Bright Side, Bigi expresó su preocupación por el cambio climático y su compromiso para generar conciencia sobre este problema global. “Quiero hacer cosas que la gente disfrute, pero que también mejoren sus vidas”, declaró, mostrando su deseo de influir positivamente en el mundo. Este anhelo, por un lado, lo alejó del espectáculo y, por el otro, lo acercó a un camino de activismo social.
La vida después de la muerte
Luego de la muerte de Michael Jackson en 2009, Bigi fue criado junto con sus hermanos, Prince Michael Jackson I y Paris Jackson, por su abuela Katherine Jackson. A pesar de las dificultades que enfrentaron tras la pérdida, él demostró resiliencia y determinación al construir una vida independiente. Actualmente, vive en una mansión en California y continúa su labor en defensa del medio ambiente.
La reacción del público ante el cambio de nombre de Bigi fue, en su mayoría, positiva. Muchos lo elogiaron por su valentía al enfrentarse a su pasado y su compromiso de marcar una diferencia en el mundo a través de su activismo. A pesar de su linaje, el hijo de la superestrella dejó claro que no tiene intenciones de seguir una carrera musical y afirmó que no posee talentos de canto o baile.
En lugar de ello, Bigi puso el foco en accionar por el futuro del planeta. Su dedicación al cambio climático resonó con muchas personas que ven en él un ejemplo de cómo utilizar la influencia heredada para promover el bienestar global.