PÉSIMO FINAL DE MI CORAZÓN ES TUYO

PÉSIMO FINAL DE MI CORAZÓN ES TUYO

Pues eso. Que el capítulo de Mi corazón es tuyo que se transmitió el domingo 1 de marzo, no fue malo, sino lo que le sigue. Todo el esfuerzo que hizo el equipo de producción de Juan Osorio, por mantener el melodrama en el primer lugar de rating por meses se vio opacado por un desenlace sin gracia, sin novedad y además de predecible, aburrido. Lo que duró dos horas y media al aire lo pudieron contar perfectamente en dos, y si me apuran hasta en una.

  
   No sé cuánto rating vayan a tener, pero al margen de eso, hay tres cosas que quiero señalar porque me parecen importantes. ¿En verdad, el peor castigo que puede recibir la villana es padecer obesidad? Y como si eso fuera poco, evidenciar que el trabajo de afanador es denigrante. Y para rematar los equívocos, promover el bullying. ¿O no fue eso lo que mostraron al presentar en las escenas finales al personaje de Mayrin Villanueva con muchos kilos de más? Y mostrar que recoger las heces de los animales en un zoológico es lo peor que te puede pasar. Finalmente los niños se burlaron de ella debido a que por su complexión no se puede levantar del suelo, y como “gran chiste” que un elefante la orine. Si buscaban que la villana del melodrama tuviera un castigo, pudieron pensar en otra cosa. Y más cuando en nuestro país hay una gran población con problemas de sobrepeso.


  ¿Cuál es el mensaje que quieren enviar? Eres gordo porque algo hiciste mal y la vida, el universo, Dios o el destino así te está sancionando. ¿Así de plano? No se deben fomentar cosas positivas, ¿que no trabajar es digno? ¿Entonces por qué limpiar las jaulas de los animales no lo es? Mi sorpresa es mayor porque el señor Juan Osorio, productor de esta telenovela, es padre de familia. Y trabaja para Televisa, que tiene una campaña que dice: Tienes el valor o te vale. ¿Ya nadie revisa los libretos en San Ángel? ¿Hay un vacío de poder y cada quien hace lo que quiere? El equipo literario según consta en los créditos de entrada era de seis personas, además de Ana Obregón creadora de la serie original Ana y los siete, en la que se basó esta telenovela. ¿Ninguno de ellos se puso a pensar que algo no estaba bien? ¿A nadie le pareció ofensivo y vulgar? Pues si no se dieron cuenta, qué mal están. Pero tampoco lo hicieron los que intervienen en la realización entre actores, directores, y equipo de producción. En un cálculo conservador le puedo decir que dichos guiones fueron leídos por más de veinte personas antes de grabarse, ¿y nadie dijo nada?


Finalmente llegamos a la actriz a la que le tocó darle vida a la villana. Mayrin es madre de familia, y tiene una hija que nació con un problema que no le permite caminar bien. La pequeña Julia ha sido sometida a operaciones y terapias para corregirle que tiene una pierna más larga que la otra. ¿A Mayrin le gustaría que saliera un personaje cojeando y se burlaran? No, verdad. ¿Entonces por qué no se puso a pensar lo que sintieron los padres de familia que tienen un hijo con sobrepeso? No tuvo ni tantita consideración de los que por el motivo que sea, no pueden tener un peso ideal. Porque no creo que nadie, esté feliz con un cuerpo con kilos de más, y menos cuando la televisión promueve prototipos de belleza relacionados con estar esbeltos. ¿No es Televisa la que continuamente nos pide que donemos dinero para el Teletón? ¿No es Televisa la que tiene su programa Hermosa esperanza, que ayuda a las famimilias a bajar de peso? O sea, los niños con discapacidad y cáncer  sí merecen respeto y ayuda, y los que padecen obesidad no. Vaya mensaje que están mandando a su teleauditorio.