El Chopo, núcleo del rock en México. Café Tacvba y Caifanes, algunos de los grupos choperos

En otro blog repasamos la historia de los 30 años del Tianguis Cultural del Chopo. Hoy nos abocaremos a lo que el propio tianguis ha generado. El Chopo festejará este 4 de octubre sus tres decenios. Congratulaciones y para bienes por tan significativo logro.

Es curioso lo que se ha generado en el Tianguis, no sólo como referente de buena parte de la contracultura en México, también como un foro libre e independiente de generación y promoción de la música. Ya alguna vez el periodista Víctor Roura lo señaló como un espacio en el que a varios de sus vendedores les da lo mismo vender cultura que vender tomates.

En cierta forma, Roura tiene razón, pero dentro del mismo Chopo se han elevado voces a favor de una gestión cultural que ha rendido buenos frutos. De forma directa e indirecta el Tianguis ha sido catapulta de mucho de lo que hoy es el rock en México. Veamos:

Café Tacvba editó un casete de forma independiente, un demo histórico (por cierto, el grupo lo obsequiara a sus seguidores en uno de sus libros que saldrá este año), El Catrín, que empezó a circular por el Chopo y como la demanda superó a la oferta, varios empezaron a regrabar la cinta y se convirtió en un fenómeno de ventas, pues recordemos que a este tianguis llegan vendedores de distintos puntos del país que se surten de mercancía en el Chopo.

Algo semejante ocurrió con el casete de Las Insólitas Imágenes de Aurora (antecedente directo de lo que después fue Caifanes), material que se grabó en vivo en Rockotitlán, se agotó en unas cuantas semanas, por lo que sus copias choperas fueron prácticamente obligadas, algo que por supuesto no se emparenta en nada con la piratería, sino con una forma de difusión que los propios músicos avalaban.

Estamos hablando de lo importante que fue el Chopo en el génesis de dos bandas representativas a nivel internacional del rock en español. Cómo estos ejemplos hay muchísimos: Rockdrigo vendiendo sus cintas en una esquina del Tianguis, Arturo Meza difundiendo allí su material, La Barranca, Maldita Vecindad… En fin, todo mundo ha pasado por allí. Aunque, déjenme apuntarles, en estos 30 años hay una notable ausencia: Álex Lora nunca ha pisado el Chopo.

En este terreno de curiosidades, ya habíamos hablado de los discos que han salido con el apoyo del Chopo: Los Aferrados y Rock Cojonudo. Pero otros sellos de las disqueras trasnacionales, también vieron en este espacio sabatino una palanca con la cual movilizar sus lanzamientos, por ejemplo Sony creo El Mazo, un sello en el que se editó a La Dosis, Sistema, Los Tres, Sekta Core, Desorden Público… Culebra, de BMG, hizo lo propio con La Lupita, Cuca, Santa Sabina, Fratta, Titán, Aterciopelados, Todos tus Muertos…

Polygram creó a Discos Manicomio, con Los Estrambóticos, Control Machete, Resorte, La Gusana Ciega, La Flor de Lingo. EMI le entró con El Gran Silencio, Plastilina Mosh, incluso con Rostros Ocultos y Azul Violeta. Warner, sin un sello ex profeso, vio en el Chopo un factor importante para promover a El Tri, La Ley, Nudo, Guillotina, Pito Pérez… Todo esto prácticamente en los 90.

En lo años 80 fue el Chopo importante, aunque no con tanta fuerza aún, para la expansión de Rock en tu Idioma y Comrock, por ejemplo. Lo que ha generado este remanso sabatino ha sido más importante en los mares independientes, sellos como Opción Sónica, Discos Denver y Discos Pentagrama fue vía el Chopo que lograron un posicionamiento y desarrollo.

Cada vez son más frecuentes los sellos disqueros que los mismos tianguistas han hecho, por ejemplo las disqueras de El Tajobase y Pepe Lobo son bastiones importantes del ska mexicano, Cabrito Vudú e Inspector son, de algún modo, Hecho en Chopo.

Gora se ha especializado en difundir material metalero y argentino, ha editado de forma especial discos de Rata Blanca (incluso con bonus track y mejores presentaciones que su casa disquera trasnacional) y Fidel Nadal. Torrija empezó con casetes a difundir el trabajo que hacían las bandas de la periferia de la ciudad. El Bam Bam es ya una empresa formal que edita constantemente material punk de México y el extranjero.

Están los especialistas en progre, como Garnica, que ha maquilado material de colección. Están también allí los especializados en rock mexicano. Sabían ustedes que un disco original del Three Souls (el primero), El Tarro de Mostaza, Los Tepetatles o Fresa Ácida alcanzan el precio superiores a los tres mil pesos. Pues bien, ya han sacado por allí las réplicas, estas joyas con portada original en formato de CD.

Todos estos son tianguistas, vendedores que de forma natural han dado un paso al crear sus propios sellos. Esto ha sido retomado por el comité actual del mercado rockero para crear ahora su propia marca discográfica, Chopo Records, que debuta con el lanzamiento de una destacada banda: Los Brujos.

El Brujo se mueve por los caminos de la psicodelia con toques progresivos. Son una banda en vivo bastante interesante, que tiene dos anclas, una en la pacheca etapa de los años 70 y otra en este nuevo siglo, ambas se enlazan vía la experimentación sonora. Con este disco debuta el grupo y marca el principio de una nueva disquera, que por el puro nombre del Chopo ya suena atractivo.

Todo esto fue sólo unos apuntes en cuestión musical, pues el tianguis da para más. Pocos saben, por ejemplo, que la gente de Ocesa, que ahora trae a grandes grupos internacionales, en pleno proceso de formación de su empresa, fueron al Tianguis del Chopo para informarse de qué es lo que estaba sucediendo en el rock en la calle y qué es lo que la gente quería saber. El periodista Pepe Navar les dio un rol a Alejandro Soberón y a la guapa periodista Marcela Gómez para que en el Chopo se empaparán un poco de la forma en que se difundía el rock en México.

Una anécdota que vivió Pacho, baterista de Maldita Vecindad, con Sinéad O’ Connor, y que ya ha comentado el músico, fue aquella cuando Sinéad vino a México con Peter Gabriel, se dio un rol al Chopo y un chavo se le acercó para pedirle que le firmara un disco, curiosamente era el que O’ Connor estuvo buscando en todo el mundo y no lo hallaba, el de aquel concierto en el que rompió la foto del Papa. El chavo terminó vendiéndole super bara ese disco que para la sacerdotisa resultó ser una joya.

En el Chopo también se han traicionado varios elementos que le dieron una razón de ser al tianguis. Hay algunos vetos y reglas que de tan extremos parecen ridículos. Hay aspectos que contrastan con el supuesto aire libertario que da una misma calle. Pero eso, estimado lector, por el momento es rola de otro disco (o harina de otro costal). Mientras tanto celebremos que aún hay un lugar en el que jipis, metaleros, rock and rolleros, skaseros, emos, indies, bluseros, banda oscura, poperos… y todos los demás siempre seremos uno: choperos.

Un paseo virtual por El Chopo ¡a caminar!

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