El poder curativo del canto
No es ninguna novedad que cantar hace bien. No hace falta tener una gran voz, ni ser particularmente afinado, basta con entregarse a las oleadas de bienestar que produce dejar salir sonidos armónicos, aunque se puede aprender con un maestro o maestra, y aumentar las posibilidades de nuestra voz.
Según los expertos, los efectos beneficiosos del canto ya se han demostrado en pacientes con enfermedades terminales, niños con problemas de tartamudeo, e incluso personas que han sufrido una apoplejía.
Profesores de yoga, terapeutas corporales y musicoterapeutas emplean el canto para relajar el cuerpo, ya que permite soltar tensiones, producir endorfinas (las hormonas del bienestar) y elevar, por tanto, las defensas y el límite de umbral del dolor.
El canto ha sido utilizado a lo largo de toda la historia de la humanidad como un elemento más de los ritos para conectarse con la energía universal (con los dioses), y es una parte fundamental de algunos tipos de meditación. En el Tibet, por ejemplo, se practica el canto de armónicos o con cuencos. En la India la costumbre es el canto de mantras.
En el interesante sitio web sobre este tema, More Singing Please, se dan más detalles.
Beneficios físicos:
1. Cantar ejercita nuestros pulmones. Tonifica los músculos intercostales y el diafragma.
2. Mejora el sueño.
3. Beneficia al corazón y a la circulación mediante la mejora de nuestra capacidad aeróbica y la disminución de la tensión muscular.
4. Se tonifica la musculatura facial.
5. Mejora la postura corporal.
6. Agudiza la mente.
7. Los senos paranasales y las trompas de las vías respiratorias se abren más.
8. Con un cuidadoso entrenamiento, existen evidencias recientes de que puede ayudar a disminuir el problema de los ronquidos.
9. Hay una poderosa liberación de endorfinas que alivia el dolor.
10. Aumenta la capacidad de respuesta del sistema inmunológico y por lo tanto nuestro organismo se enfrenta mejor a las enfermedades.
11. Puede ayudar a reducir la ira y la depresión y la ansiedad.
12. El uso de la música puede ayudar a la gente a recuperar el equilibrio si se ve afectado por enfermedades tales como el Parkinson.
Emocionalmente, y de esto doy fe, mejora el ánimo; mantiene la conexión que tenemos con nuestro mundo interior; aumenta la autoconfianza; ayuda a desplegar la creatividad, y es muy vigorizante.
En un estudio británico del doctor Stephen Clift, una de las tantas investigaciones que se han realizado sobre el tema (en este caso, puntualmente sobre el canto coral), el 84 por ciento de los encuestados (miembros de agrupaciones corales) respecto de los beneficios del canto en sus vidas coincidió: "Cantar me hace mucho más feliz" fue la respuesta casi unánime.
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