Jengibre: una fuente inagotable de salud
El jengibre es una de las medicinas naturales más antiguas, venerado en la India y otros países del Asia. La lista de dolencias para las que se utiliza es tan larga que podría suscitar escepticismo. ¿Cómo puede actuar en afecciones aparentemente tan diferentes?
Sin embargo, y doy fe porque lo uso, es así. Durante muchos meses me sometí a un tratamiento de medicina Ayurveda, la antigua medicina india, y una de las cosas que me prescribieron fue beber un litro de tisana de jengibre a diario, para curar un cuadro de estrés agudo que me mantenía con baja energía. A eso se sumaba una gastritis incipiente que, ante el cuadro de estrés, me provocaba dolores, mala digestión, reflujo gastroesofágico y extrema acidez.
Propiedades curativas
La capacidad del jengibre para combatir una variedad de dolencias es debida en parte a su impacto sobre la inflamación excesiva, que es una causa significativa subyacente de muchas enfermedades. La inflamación es la respuesta natural del cuerpo y desaparece a medida que el cuerpo se cura.
El jengibre es especialmente útil en el tratamiento de la inflamación crónica debido a que inhibe parcialmente dos importantes enzimas que juegan un papel en los procesos inflamatorios: la ciclooxigenasa (COX) y la 5-lipoxigenasa (LOX).
Mientras que los fármacos antiinflamatorios bloquean la COX más fuertemente, no afectan LOX en absoluto y, por tanto solucionan solo una parte del problema. Peor aún, los antiinflamatorios no esteroides pueden causar efectos secundarios, como úlceras, ya que también bloquean los efectos beneficiosos que tiene la COX en el tracto digestivo, incluyendo la protección del estómago.
El jengibre no causa irritación en el estómago, sino que ayuda a proteger y curar el intestino, y debido a que no se bloquea completamente el proceso inflamatorio permite que funcione correctamente, y luego irá disminuyendo.
Esta raiz contribuye, entonces, a disminuir la tos, la bronquitis respiratoria y otras infecciones del tracto respiratorio que no mejoran con otros tratamientos. Su consumo habitual permite disminuir la probabilidad de sufrir numerosas enfermedades cardíacas, evitando trombosis y ataques cardíacos. Incluso puede contribuir a eliminar cálculos en los riñones. Puede ser utilizado externamente para el tratamiento de los dolores dentales y los producidos por la artritis, además de contribuir a disminuir la hinchazón que produce inflamación local. En estas situaciones el jengibre debe prepararse y ser utilizado sobre la piel para lograr los mejores resultados analgésicos.
Desde que lo descubrí, lo adopté, y me he curado rápidamente gripes y resfríos.
Preparación
Para hacer una tisana, cortar unos 100 gramos de la raiz (aunque en realidad es un rizoma) en rodajas y cocer a fuego lento en un litro y medio de agua durante 15 minutos. Lo ideal es cubrir el recipiente durante la cocción para retener la mayor cantidad posible de sus componentes volátiles. Retirar las rodajas, y disfrutar el resto del líquido. Comer los trozos después de beber el té. Beber tres tazas de té al día, una antes de cada comida durante al menos una semana.
Yo personalmente, le agrego miel y limón, porque es de sabor ligeramente picante y cítrico . Pero lo fundamental es mantener el ritmo, si no no habrá resultado alguno.
Lo ideal es guardar el rizoma, sin cortarlo, en el refrigerador y consumirlo dentro de las tres semanas.
Así que ya saben, si sienten que están por caer con un cuadro gripal, o si andan con mala digestión, no duden en usarlo.
Yo soy una fanática del jengibre.
Advertencia: el jengibre puede alterar los efectos de algunos medicamentos. Si estás siendo tratada con medicamentos anticoagulantes, para la diabetes o la hipertensión antes de usarlo consulta con tu médico.
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