Descubre cuál es tu estilo decorativo y cómo lograrlo (Parte 2)
Si aún no te sentiste identificada con ninguno de los estilos decorativos del blog anterior, aquí tienes tres más para que descubras cuál es el que más te va.
Rústico
Este estilo es el que te permite una enorme libertad en la composición decorativa y es una excelente opción si te gustan los ambientes relajados y alejados de la moda.
La base de esta decoración es importar el estilo de las casas de pueblo a la ciudad volviendo a lo auténtico y huyendo de las tendencias ultramodernas.
En este estilo la madera utilizada por excelencia es el pino y las mesas auxiliares y las alacenas al estilo de las granjas francesas son dos elementos muy característicos de este estilo.
Además de la madera otros materiales que puedes utilizar son la piedra, los objetos de barro cocido, las fibras naturales y la forja de hierro en algunos accesorios.
Los colores? Todos aquellos que te recuerden de la naturaleza, el cielo, la tierra, lo árboles, por ello los marrones, azules y verdes van a quedarte perfectos con los muebles de pino y si tu casa tiene vigas de madera en paredes o techo barnízalas en colores naturales para dar contraste.
Para lograr este estilo en tu cocina puedes dejar algunos de los armarios o gabinetes sin puertas para que quede a la vista tu vajilla.
Recuerda que este es un estilo muy influenciado por la vida al aire libre, cálido y lleno de vida cada rincón de tu hogar debe inspirar vida, humanidad e historia!
Clásico
Si te gusta la belleza y la sofisticación en los ambientes te sentirás muy a gusto con esta decoración. El punto para determinar este estilo son los acabados únicos y nada convencionales, elegantes y en algunos casos suntuosos. En esta forma decorativa la idea es lograr un ambiente acogedor y cálido que transmita tranquilidad.
Las maderas que caracterizan este estilo son las de cerezo, roble y haya, como accesorios la porcelana, las plantas y las flores no pueden faltar al recrear esta forma decorativa.
Los tonos claros y suaves como beige, crema, blanco e incluso algunos amarillos claros. son los ideales tanto para paredes como para tapizados porque aportan elegancia, distinción y aumentan la luminosidad y este es uno de los puntos más importantes de este estilo ya que la iluminación debe ser variada y suave con lámparas con bombillos de baja intensidad.
Shabby Chic
Si te gusta el estilo romántico pero contemporáneo te sentirás identificada con este estilo.
A diferencia del estilo romántico de finales del siglo 19 el Shabby Chic busca claridad en los espacios y combina lo recargado de los adornos y las telas con la simpleza del color blanco en paredes, techo y suelo.
Las telas para este estilo son los estampados florales en colores pasteles, el uso de volados y muebles pintados o patinados y los muebles decorados con apliques como rosetas. La premisa aquí es que el blanco sea protagonista y dé lugar a que los estampados y colores se destaquen.
Aquí puedes poner toda la cantidad de accesorios que quieras y no es necesario que tus cojines combinen con el resto de los estampados de la sobrecama por ejemplo. Este es un estilo relajado pero no rústico.
Zen
¿Te gusta la tranquilidad y el orden? Tal vez entonces sea éste tu estilo decorativo.
En el estilo Zen la tranquilidad es la pauta más importante y este estilo se basa mucho además en el minimalismo con espacios claros y bien distribuidos.
Los colores para las paredes que debes utilizar son el blanco, lilas o lavanda e incluso hasta los tonos tostados son adecuados. Los muebles que mejor van son las maderas como wengue o café oscuro, los muebles más bien bajos y solo los necesarios. Aquí no deben faltar velas de aromas suaves, cojines en el suelo, las telas blancas, crema y un toque de rojo. Las figuras de Budas quedan perfectas en este estilo. La sensación debe ser de armonía y equilibrio, sin amontonamientos.
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